Ana María Ibarra
Fundador de la comunidad de Nuestra Señora de la Paz, don Octavio Pacheco partió a la Casa del Padre el pasado 31 de julio.
Mejor conocido como Mr. P, don Octavio sirvió con amor y alegría a su comunidad y a la diócesis siendo un testimonio del amor a Cristo, especialmente en su entrega a través de la música con diversos coros y grupos.
La comunidad de la Paz, a la que entregó sus dones, cariño y amor, agradece a Dios por el tiempo que les permitió compartir el evangelio con Octavio.
“Recuerdo que lo veía desde niño en la misa de mediodía, siempre con su coro. Nunca me imaginé que algún día estaría ahí junto con el cantando.
Cuando entré la primera vez, invitado por mi novia, que ahora es mi esposa, no creía siquiera que será capaz de cantar. El creyó en mí, cómo lo hizo con muchos jóvenes.
Se convirtió en un gran amigo y cercano a nuestra familia. Siempre al pendiente de sus pupilos del coro”, dijo Sergio Gutiérrez Martínez, integrante del Coro Hillel.
“El señor Pacheco veía lo mejor en las personas. En todo momento dio ejemplo de alegría, trabajo duro, pasión por la música y sobre todo de servicio y de fe”, añadió.
“Mr P tocó la vida de muchos jóvenes por más de 30 años a través del don de la música. Y sirviendo en otros ministerios. Siempre poniendo a Dios por delante”, agregó Sergio.
Por su parte, Lilia Barrón, hoy coordinadora del coro Hillel dijo:
“Siempre un ejemplo a seguir; puntual, paciente, alegre, sencillo, humilde, tantas cualidades que admirarle, entre las que sobresale su servicio, siempre dispuesto a dar lo mejor de él, entregado al ministerio de la alabanza hasta el último momento de su vida. Quedará eternamente guardado en mi memoria su preciosa voz y su esencia en mi corazón”.