Ana María Ibarra
En un ambiente familiar y de alegría, la comunidad de San Mateo celebró su fiesta patronal los días 21 y 22 de septiembre, días en que niños, jóvenes y adultos se divirtieron con las distintas actividades, además de saborear deliciosos antojitos mexicanos.
Festejo previo
Previo a la fiesta patronal, la comunidad de San Mateo realizó una fiesta mexicana con el objetivo de recabar votos para obtener a el Rey y la Reina de la parroquia.
Cada grupo juvenil parroquial realizó una actividad de recaudación de votos durante la fiesta mexicana para que su candidata y candidato resultaran triunfadores.
Esta fue una de las maneras en que los jóvenes se divirtieron mientras trabajaban al servicio de la misma comunidad.
Así pues, la fiesta patronal de San Mateo inició la tarde del sábado 21 de septiembre con la venta de comida y la presentación de grupos musicales que amenizaron los festejos, entre ellos Grupo Silueta, La Gran Sonora, Sonora San Miguel entre otras.
Se divirtieron como niños
Ya el domingo, con el trabajo de los distintos ministerios, los visitantes disfrutaron de distintos platillos, y en un ambiente familiar los comensales se divirtieron también con la presencia de la Coral Anaíma quienes con marionetas y su espectacular voz, deleitaron a los asistentes con cantos infantiles.
En un momento de la presentación, Alonso Fierro, líder de Anaíma invitó a los niños y a algunos servidores a participar siguiendo los pasos de algunas melodías que interpretaron a capela.
Quien también participó fue el padre Omar Gutiérrez, quien en ese entonces fungía como administrador parroquial, ya que, en días pasados, había sido nombrado nuevo párroco de la comunidad San Pedro de Jesús Maldonado.
“Me siento muy contento, realizado. Doy gracias a Dios por esta oportunidad para crecer, tanto yo como la comunidad, en lo pastoral y la construcción de la parroquia. Fue una bonita experiencia. Los grupos crecieron, especialmente los juveniles. Además de abrir una extensión del Instituto Diocesano de Teología”, dijo el sacerdote durante la kermés, en la que los fieles aprovecharon también para despedirse.