Entrevista al padre Philip Goyret, profesor de teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, quien compartió con los sacerdotes de la Provincia eclesiástica de Chihuahua el tema “La dirección espiritual”.
Claudia Iveth Robles
La dirección espiritual es un medio que tiene la Iglesia para ayudar a la gente a ir al cielo y emprender cosas grandes a favor de la difusión del evangelio, del crecimiento de la propoa Iglesia y de la santidad de la persona.
Así lo explicó en entrevista el padre Philip Goyret, profesor de teología y vicerrector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, quien presento el tema “La Misericordia divina” en el Encuentro provincial de sacerdotes realizado recientemente en la diócesis local.
El padre Goyret explicó que la dirección espiritual es un arte que exige prudencia y práctica, y aseguró que un director espiritual tiene que estar preparado, tener una formación específica, pero también un gran sentido de sacrificio.
Presentamos la entrevista:
- ¿En qué consistió la expisición que hizo ante los sacerdotes de Chihuahua?
Mi intervención sobre la dirección espiritual no coincide con la confesión sacramental. La confesión sacramental también tiene algo de dirección espiritual, pero en realidad la dirección espiritual, a lo largo de la historia de la Iglesia, ha existido con múltiples formas.
Incluso no solo por parte de sacerdotes, incluso monjas, laicos, laicas que llevan dirección espiritual. En este curso analizamos la dirección espiritual impartida por sacerdotes.
- ¿Qué es un director espiritual?
Un director espiritual no es un sargento, no es un empresario, no intenta ganar dinero a través de la dirección espiritual, ni tampoco es una persona que sabe muchísimo más. Aconseja a los demás. Todos necesitamos dirección espiritual y el director espiritual también la necesita.
La dirección espiritual es un medio que existe en la Iglesia para ayudar a la gente a ir al cielo, y para ayudar la gente a emprender cosas grandes a favor de la difusión del evangelio y a favor del crecimiento de la Iglesia y a favor de la propia santidad.
No es algo indispensable, mucha gente es muy buena y no tiene dirección espiritual, pero es algo muy aconsejable, y los grandes santos en la historia de la Iglesia siempre hablan de su experiencia a través de la dirección espiritual.
- ¿Cuál es su importancia en la vida de los fieles?
La dirección espiritual es para todos, no solo para monjas y curas, está disponible para todos. Pensemos un ama de casa que tiene tres hijos, trabaja, atiende la casa, esa señora. Está llamada a ser santa, como Santa Teresa, San Juan Diego etcétera; pues también puede haber una santa con el nombre de la señora y eso quiere decir que la meta es muy alta.
La dirección espiritual es un medio que ayuda (a esto), porque hay alguien que te explica las cosas que puedes hacer, hay alguien que te anima cuando estas ‘bajoneado’, porque hay alguien que te ayuda, te sugiere algo para salir adelante.
- ¿Qué características debe tener un director espiritual?
Lo primero es que no tiene que ser alguien especial, todo sacerdote puede estar capacitado para ser director espiritual. El director espiritual no es una especia de raza, de elegidos, sino que el sacramento de la Ordenación da todo lo necesario para que un sacerdote pueda ser un buen director espiritual.
El objetivo del director espiritual es llevar a la gente a la santidad, igual que la Confesión, no es una ciencia de libros, es un arte que exige prudencia, práctica, lo primero es la propia santidad personal; el director espiritual tiene que estar preparado, por eso se realizan estos cursos, con una formación específica, pero también un gran sentido de sacrificio, el director tiene que hacer de su vida un sacrificio. Brindar no sólo el consejo de los labios, sino el sacrificio de nuestra vidas, lo que se da y por su puesto la vida de oración. La dirección espiritual tiene que ver con el Espíritu Santo, se llama Espiritual porque le compete el área de espiritualidad, no le compete a la vida profesional del dirigido, a la vida política, no da consejos en política, en economía, ni en deportes, da consejos en vida espiritual.
Pero también se llama dirección espiritual porque se trata de secundar al Espíritu Santo, que es en realidad el único director espiritual. Los directores somos instrumentos del Espíritu Santo, eso nos hace estar en gran sintonía. En el fondo el director espiritual debe intentar descubrir qué es lo Espíritu Santo está pidiendo a ésta alma en concreto y ayudar secundar esa directriz.
- ¿Cómo los sacerdotes pueden actualizar sus dones como directores espirituales?
Lo primero para dar dirección espiritual es tener dirección espiritual. A través de la propia dirección espiritual, si hay algo que hay purificar, se purifica, es estar bien uno mismo. Pésimos directores espirituales serían el sacerdote pecador y el que no hace nada para salir de esa situación, ése no tiene los recursos para secundar la acción del Espíritu Santo.
A los sacerdotes en general nos gustan las multitudes, los números, nos gusta que la Iglesia esté llena, largas filas en la Comunión y eso es muy bueno, cuanta más gente haya en la Iglesia, es bueno; pero en este sentido comunitario de la Iglesia, la dirección espiritual implica una apreciación exquisita de la singularidad del cristiano, es decir, ‘a mí lo que me importas eres tú, en tu singularidad’.
La auténtica comunidad cristiana se construye a partir de las personas en la medida que haya personas que también, gracias a la dirección espiritual, estén luchando para ser mejores, entonces la comunidad cristiana mejorara.
- ¿Qué consejo da a los fieles que a veces ven al sacerdote como psicólogo?
Yo les diría a los fieles que respeten al sacerdote. Que el sacerdote está para trabajar como sacerdote, no está para solucionarles la vida laboral, no está para solucionarles problemas corporales, porque están enfermos o mentales porque necesitan un psicólogo.
A la vez la Iglesia se ha preocupado por la promoción humana ha hecho escuelas, ha hecho orfanatos, ha hecho muchas cosas. En general el fiel tiene que acudir al sacerdote para cosas sacerdotales.
- ¿Qué importancia tiene la dirección espiritual en la formación de los seminaristas?
La jornada no es exclusiva del trabajo con seminaristas, sino el trabajo de formadores.
Los formadores de candidatos al sacerdocio, ése es el trabajo más bonito, es el trabajo más importante en la Iglesia. En la Iglesia las grandes problemáticas, como las cosas maravillosas, se forjan en el Seminario. La formación depende de los formadores y por eso todo lo que sea formar a formadores, ayudarlos y lo que sea en conocer más en profundidad el trabajo de los formadores de candidatos, es lo que la Iglesia necesita.