Diana Adriano
El grupo Caridad y Verdad en conjunto con la Pastoral Universitaria presentaron el pasado 28 de septiembre la conferencia “Desenmascarando al feminismo” con Sara Huff, una destacada oradora pro vida que compartió su testimonio de transformación, pasando de ser una feminista anticatólica a defensora de la vida y la fe.
Más de 150 personas se reunieron en el Salón Villanueva de la parroquia La Sagrada Familia, para escuchar a Sara, quien reflexionó sobre el feminismo moderno y su impacto en la sociedad.
Falsedades del feminismo
Durante la conferencia, Sara ofreció habló sobre la naturaleza femenina y el impacto del feminismo moderno en la sociedad.
“La naturaleza de la mujer es fisiológica, hormonal. Esta naturaleza la hace más inclinada a acciones como la maternidad, el amor, la belleza, el cuidado y la creación. Estas inclinaciones no son sociales, son naturales”, dijo.
Señaló que el feminismo trata de convencer a las mujeres de que esos deseos innatos son opresivos y que elegir ese camino las llevará a la infelicidad.
Igualmente criticó las soluciones que el feminismo propone para problemas como el machismo y la violencia de género:
“El feminismo utiliza los problemas de las mujeres, pero provee soluciones falsas. El machismo existe, pero la solución correcta sería una educación basada en virtudes, enseñando a los hombres a ser protectores naturales de las mujeres y no sus explotadores”.
También destacó la importancia de las políticas públicas que garanticen la seguridad de las mujeres, pero advirtió que el feminismo ofrece respuestas equivocadas al promover el empoderamiento a través de la sexualidad.
“El feminismo le dice a la mujer que el sexo casual es una forma de liberación”, dijo.
Pero en su opinión, esto no combate el machismo, sino que refuerza un camino de autodestrucción.
“El feminismo convence a las mujeres de que prácticas dañinas como el sexo casual, la anticoncepción, el aborto y el divorcio son buenas, pero en realidad, esas cosas nunca las llevarán a la felicidad”, abundó.
Testimonio
Al presentar su testimonio de vida, la conferencista busca inspirar a las mujeres a reflexionar sobre su verdadera naturaleza y a buscar soluciones más profundas y alineadas con sus inclinaciones naturales, en lugar de seguir lo que considera promesas vacías del feminismo moderno.
Como ya hemos presentado en estas páginas, Sara Fernanda Giromini, conocida hoy como Sara Huff, es una youtuber, conferencista, escritora, activista provida y política brasileña reconocida por fundar el grupo feminista Femen en Brasil.
Pero luego de un aborto y gracias a la ayuda de Dios, su vida dio un giro de 180 grados.
Ella difunde su testimonio a través de conferencias a lo largo y ancho del mundo, donde es invitada. En Ciudad Juárez lo hizo en 2019 y 2021, cuando estuvo como parte de su gira de conferencias por México.
Feminismo y traumas
Tras sufrir violencia en su hogar de parte de uno de sus hermanos, Sara Winter se fue de su casa enfrentándose a los riesgos de la calle, donde cayó en la drogadicción y prostitución a la edad de 17 años.
Sara se encontró con grupos feministas a los 19 años y se unió a sus filas, fue entrenada para hacer protestas y se convirtió en la feminista con más poder en Brasil.
“En las calles tuve un noviazgo abusivo, eso me generó un trauma”, dijo Sara.
La mujer compartió que en el movimiento feminista aprendió que todos los varones son violadores en potencia, que hay en ellos el instinto de violar y abusar a una mujer. Aprendió que la mejor manera de evitar ser violada por un hombre es relacionarse con otra mujer.
“Me dijeron que ser lesbiana es legítimo, político y revolucionario. (las lesbianas) tienen miedo de los hombres, asco, repugnancia”, afirmó.
El dolor de un aborto
A los 22 años, después de fiestas, alcohol, drogas y protestas, Sara quedó embarazada.
“Estaba desesperada porque no sabía qué hacer. Escribí a mis amigas feministas y me dijeron que tenía que hacerme un aborto para poder hablar en los medios sobre esta experiencia”, recordó.
Para llevar a cabo el aborto, le enviaron a Sara cuatro pastillas de Misoprostol, el mismo medicamento que utilizan en las clínicas de aborto.
“Las chicas del pañuelo verde que no han pasado por un aborto están empeñadas en hablar de empoderamiento, emancipación, libertad. El empoderamiento que encontré fue la pérdida de una de mis trompas uterinas y seis meses de síndrome post aborto”, dijo Sara.
“Sentí las mismas contracciones de parto durante horas. El dolor fue insoportable. Eso no es empoderamiento”, denunció.
Diez días después del aborto, Sara ingresó al hospital ayudada por un joven católico que la descubrió desangrándose ya que sus amigas feministas nunca fueron a auxiliarla.
“Después de eso me volví alcohólica y regresé a la prostitución. No creía en Dios, pero le pedí que me ayudara”, expresó.
Su conversión
Seis meses después, Sara se encontraba embarazada otra vez, aún cuando los médicos le dijeron que no volvería a concebir.
“Estaba contenta. Dios me estaba dando otra oportunidad. No sabía ni quien era el padre, pero no me importaba, me sentía feliz. Quedé enamorada por mi embarazo, sentía la vida desarrollarse en mi cuerpo. Lo podía sentir, oía los latidos de su corazón, era mi hijo. Y Dios dio a la feminista un hijo varón”, relató.
Sara decidió pedir perdón a la Iglesia, pero no se atrevía a ir personalmente.
“Cuando mi hijo tenía 29 días de nacido, hice un video para pedir perdón a la Iglesia, porque de tanta oscuridad, de tanta tristeza, Dios me sanó. En cinco años de protestas no salvé a ninguna mujer, ahora me dedico a hacer caridad dentro de la Iglesia Católica y tengo cinco casas pro vida donde sí puedo ayudar a la mujer”, contó.
“Basta de aborto, basta de violencia contra la mujer. Los grupos feministas están intentando meter en la cabeza de las jóvenes que para ser libres, deben matar a sus hijos”, dijo Sara para denunciar que al fin de cuentas el movimiento feminista no apoya a las mujeres ni médica ni psicológicamente, sino que usa su dolor y sufrimiento para hacerlas marionetas políticas.
Contenta de estar de regreso
En su tercera vez de visitar Ciudad Juárez, Sara expresó:
“Me siento muy contenta de volver”, expresó la oradora Provida, destacando el cariño que tiene por la ciudad y su gente.
Agradeció la cálida recepción de los asistentes y convocó a todos a hacer caridad y ayudar a las casas pro vida.