Diana Adriano
En una atmósfera llena de alegría y gratitud, los miembros de la comunidad El Manantial- Hogar se reunieron el pasado viernes 19 de enero para dar gracias a Dios y para conmemorar dos décadas de dedicación y servicio en Ciudad Juárez.
La misa de acción de gracias se realizó en el salón ‘Marie Carmen Suárez’ de la Casa-Hogar, y fue presidida por el padre Mario Manríquez, párroco de La Sagrada Familia.
Ante bienhechores, voluntarios, así como familiares de los beneficiarios que son atendidos en El Manantial, el sacerdote destacó el impacto positivo que la obra ha tenido en muchas vidas.
Resaltó la labor comunitaria y la solidaridad que ha caracterizado al Manantial Hogar a lo largo de los años.
Su historia
Como se sabe, El Manantial Casa Hogar, es una Organización de la Sociedad Civil, fundada en el año 2004 por la hermana Mary Carmen Suárez, de la Congregación Siervas del Cordero de Dios.
Ofrece servicios en apoyo a mejorar la salud integral -física, mental, social y espiritual- de las personas con discapacidad intelectual en situación vulnerable, -principalmente menores de edad- contribuyendo a su inclusión en la comunidad de Ciudad Juárez.
La hermana Mary Carmen Suárez solía decir que la obra fue inspirada por el proyecto El Arca, del teólogo francés Jean Vanier, fundada en 1964 en Francia y dedicada a la atención de las personas discapacitadas y vulnerables.
Celebración
En la misa por el 20 Aniversario de El Manantial se hicieron presentes tanto la directora, Adela Montenegro, como el equipo de voluntarios que a lo largo de dos décadas ha sido fundamental en el funcionamiento de la Casa-Hogar.
“Doy gracias a Dios por este llamado, que se dice en pocas palabras, pero representa un inmenso esfuerzo y trabajo duro por parte de toda la comunidad», dijo el padre Mario Manríquez durante la homilía.
Igualmente recordó a aquellos que han sido parte fundamental de esta obra y que ahora descansan en la Casa del Padre.
“Hoy recordamos a todos los que han pasado por aquí, a aquellos que fueron llamados a la Casa del Padre. Su legado perdura en cada rincón de esta comunidad”, dijo el sacerdote, al igual que presentó sus buenos deseos para el Manantial Hogar.
“Que esta obra siga adelante y continúe por muchos años más. Estos 20 años son solo el inicio de un camino lleno de posibilidades. Hay mucho por hacer y todos debemos seguir caminando juntos con amor y respeto”, puntualizó.
Al concluir la emotiva misa, la comunidad se unió en un festivo convivio para compartir alimentos, sellando así la jornada de celebración con alegre camaradería.