Adolescente pro vida aguanta con fortaleza los ataques que recibe de su generación por ir contracorriente en defensa de la mujer y de la vida…Ella y su familia invitan a la Vigilia 40 días por la vida que comienza esta semana para orar por el fin del aborto…
Ana María Ibarra
Ser provida no es cuestión de edad, sino de valores cristianos y humanos, valores que no tienen otra fuente más que la familia. Así lo considera la familia de Fátima Castañón, de 15 años de edad, quien aprendió a defender la vida participando en la Campaña 40 Días por la Vida, aun en contra de las burlas y la separación de sus amigos.
Informada e interesada
Portando su playera y su pañuelo provida, Fátima compartió que desde octubre de 2021 ella y su familia participan en las Vigilias de 40 Días por la Vida.
«En una ocasión fuimos a una manifestación en defensa la vida. Ahí mi mamá conoció al grupo de 40 Días por la Vida y nos invitaron a la vigilia”, recordó Fátima.
Sin saber quién convocó a la manifestación, la jovencita recordó que su mamá los llevó a ella y sus hermanos menores, no sin antes explicarles el motivo del evento.
“Nos dijo que se estaba legalizando el aborto y nosotros estamos en contra, porque somos provida”, dijo convencida.
A pesar de su corta edad, Fátima sabía del daño del aborto pues sus padres le explicaron de los riesgos y en estos dos años, la joven se dedicó a investigar e informarse más sobre el aborto.
“Comencé a investigar cómo podemos defender la vida y me di cuenta de que es a un ser humano al que estamos defendiendo. Sabía que estaba mal el aborto; mi mamá me explicó a profundidad, así como la relación de esto con la religión”, compartió Fátima.
Así, Fátima, sus padres y sus hermanos comenzaron a participar en las vigilias un día a la semana, tres horas por la tarde.
Firme convicción
Fátima compartió que ha vivido muchas experiencias mientras se encuentra rezando a favor de la vida en las vigilias, pero la más fuerte sucedió el 8 de marzo de este 2023 cuando un grupo de feministas acercaron a ellos con la intención de confrontarlos.
«Ese día fuimos a la vigilia como normalmente lo hacemos, era en Cuaresma. Estábamos en el centro y vimos a la protesta del 8 de marzo. Las personas se nos acercaban, cómo intentando confrontarnos, pero sentí una protección, por así decirlo, que nunca llegaron a atacarnos más que verbalmente”, recordó Fátima.
Aunque reconoce que sintió temor por lo que esas personas pudieran hacerles físicamente, estar defendiendo la vida delante de personas que no están de acuerdo, la hizo sentirse orgullosa por expresar la misión del movimiento.
«Sentí orgullo de que nos vieran, que nos viera la gente, que vieran que no estamos yendo a dónde va la multitud, sino que estamos defendiendo la vida y a la mujer desde nuestra fe”, expresó.
Atacada por su fe
Fátima compartió que defender la vida es algo en lo que no todos están de acuerdo, pues incluso ha sido atacada verbalmente por compañeros de escuela, e incluso algunos de sus supuestos amigos le dejaron de hablar.
«También me han confrontado, han querido debatir y lo acepto, así defiendo mi postura. Entiendo que tal vez esa gente no es tan buena para mí si tienen esos pensamientos o si están aferrados a la idea de que sólo yo estoy mal. Algunos de ellos, cuando les platico mis experiencias, me insultan”.
La joven reconoció que, aunque al principio le afectaba, ha aprendido a elegir sus amistades y ahora sus amigos son provida y que apoyan el movimiento.
“He aprendido a saber relacionarme con las personas indicadas y aprendí a que no me afecte tanto los ataques”, dijo.
Asimismo, la entrevistada invitó a lo adolescente y jóvenes a reflexionar y a analizar bien eso en lo que creen y lo que piensan, pero sobre todo a acercarse a Dios.
“Los invito a que reflexionen si sólo están siguiendo a la demás gente por aceptación y a darse cuenta de lo que es una vida. Empiecen a tener criterio propio, a leer, a investigar, a conocer nuevas experiencias, y ya después decidan de qué lado están y se van a dar cuenta que el mejor lado es defender la vida”.
Una buena guía
Daniel Castañón, padre de Fátima, dijo que es un reto para los papás cristianos educar a los hijos en la fe.
“Sabemos que estamos en un mundo muy difícil, donde cada vez la ideología de la muerte y del descarte va creciendo. Me siento contento, agradecido con Dios porque veo que está rindiendo fruto. Estoy formando hijos adolescentes, estoy sembrado la semilla para capacitarlos para que enfrenten al mundo”, señaló el padre de familia.
Agregó que en este tiempo es cada vez más difícil que los hombres se den cuenta de lo que es la Verdad -así, con mayúscula-.
“Ya no se reflexiona en Dios, hay poca moral, vivimos en un mundo donde el relativismo abunda. Es una constante estar hablando con nuestros hijos, estar formándolos en la fe para que no se dejen engañar con falsas creencias e ideologías”, dijo Daniel.