Mons J. Guadalupe Torres Campos/ Obispo de Ciudad Juárez
Les saludo con grande alegría y gozo. Vamos iniciando un año con la gracia de Dios. Quiero comentar con ustedes algunas de las catequesis del papa que la Conferencia del Episcopado Mexicano, a través de la Comisión Profética ha dado a toda la Iglesia de México, para que nos preparemos en la reflexión para la venida del papa. Nos han dado estas quince catequesis con un saludo del obispo de Texcoco, una biografía del papa y algunas obras que él ha escrito. El primer tema, la primera catequesis que él nos propone se titula “La misión de Francisco como vicario de Cristo”.
Esa primera catequesis es muy importante. Tiene el objetivo de hacernos reflexionar cuál es el servicio del papa a la Iglesia. Todos sabemos que los que somos llamados a una vocación, es a una vocación al servicio, por lo tanto, que esta catequesis nos ayude a comprender más el servicio que el papa Francisco da a la Iglesia, ¿para qué?, para que valoremos su presencia ahora con la ocasión de su visita a México y particularmente entre nosotros, en nuestra ciudad, en nuestra Diócesis de Ciudad Juárez.
El primer punto para conocer cuál es el servicio que el papa presta a la Iglesia es que el papa es representante de Cristo, hace presente a Cristo, se dice en latín “Alter cristus”, “otro Cristo”. Vemos al papa y en él vemos a Cristo, por eso es el vicario de Cristo, hace las veces de Cristo en la Iglesia en ese triple ministerio como profeta, como sacerdote y como rey.
Cristo con nosotros
El papa en ese sentido, como vicario de Cristo y que representa a Cristo en la Iglesia, tiene la potestad que el mismo Jesús le concedió para garantizar la presencia de Cristo entre nosotros, es el garante, es el que nos da la garantía de que Cristo está con nosotros “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”, claro, en su palabra, en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, sacramentalmente ahí está, pero en la persona del papa, ahí está la garantía de que Él está con nosotros.
Otro aspecto muy importante para comprender el servicio que el papa da a la Iglesia, es que el papa es pastor de un gran rebaño, la figura del pastor en Cristo nos congrega, nos reúne, nos alimenta, nos conduce hacia donde hay agua, eso hace Cristo, y el papa, como representante de Cristo, tiene ese servicio: ser pastor de un gran rebaño que es la Iglesia, el pueblo de Dios, el papa-Pedro, el papa-sucesor de Pedro, pues nos remontamos a ese pasaje donde Cristo le entrega las llaves del Reino y le dice: “tienes el poder de atar y desatar”, le da la potestad, le da las llaves: atar y desatar. En ese sentido el papa ejerce ese pastoreo y tiene toda la potestad, que al ser llamado su sucesor le concede para servicio de la Iglesia.
Puente hacia Cristo
Y por eso es Santo Padre y por eso es Sumo Pontífice, es el puente, hace presente a Cristo entre nosotros y cumple. Todos los papas, y el papa Francisco, como sucesor de Pedro, tienen esta tarea. El papa es principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, es un servicio muy importante este del papa, es la unidad, es el que nos une, es el que trabaja por la unidad, por eso el papa sale a todas partes, a todas las periferias, viene a México, viene a Ciudad Juárez, viene a encontrarse con nosotros, para, como pastor, como Vicario de Cristo, congregarnos en la unidad. Y en ese sentido, nosotros como ovejas, en torno al pastor, obispos, sacerdotes, religiosos y todos los laicos, vivir y fomentar la unidad.
Viene el papa también a confirmarnos en la fe, por eso es el que ata y desata y nos congrega en la unidad, en la unidad de una misma fe en torno a un mismo Señor Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo.
Maestro y pastor
Otra tarea del papa en la Iglesia es ser maestro y pastor, maestro, porque nos enseña y por eso él, con la fuerza del Espíritu Santo escribe una carta apostólica, una exhortación, un mutuo proprio, una encíclica, un documento, habla, predica la homilía, la enseñanza, el mensaje, porque es maestro, porque en nombre de Cristo habla y su palabra es palabra que nos transmite para que sigamos a Cristo, el Buen Pastor, el único y gran maestro. Así Cristo pregunta, recordemos aquel pasaje donde le pregunto a Pedro, ¿Pedro me amas?, tres veces, Pedro le dijo que sí y al final, en cada respuesta le dice, esa tarea, esa misión que resume todo el servicio del papa: “Apacienta a mis ovejas”, (Juan 21, 15-17).
El papa ofrece esa misión que le compete a él como Sumo Pontífice: apacentar a las ovejas y lo hace con mucho amor. El papa como pastor guía a las ovejas hacia mejores pastos para ayudarles en sus necesidades y en sus dificultades. El papa viene a México, a Juárez y va a tocar puntos muy sensibles, como los internos en la cárcel, como los migrantes, los que han sufrido violencia, entonces viene. Ahí está el cumplimiento del papa, viene a darnos palabras de aliento ante el sufrimiento de tantos hombres y mujeres, para que en la fe, en la esperanza y en la caridad salgamos adelante.
Como pastor, como maestro, como Sumo Pontífice, el papa Francisco es un papa cercano a nuestra realidad, hay que verlo y comprender la magnitud, la importancia de un papa entre nosotros, en este caso alguien muy cercano a nuestra realidad.
Hay unos datos importantes para que lo conozcamos: es el primer papa latinoamericano, primer papa jesuita, de un país (Argentina), que vivió profundos momentos de inestabilidad y creció en ese ambiente y eso lo hizo muy sensible al sufrimiento y ahora como papa quiere acercarse a todos con mucho amor, con mucha misericordia. Es un papa de una intensa labor pastoral fuera de Europa, regularmente los otros papas han trabajado mucho en Europa y de este papa su labor intensa es fuera de Europa, es en Sudámerica, en nuestro continente latinoamericano, un continente que tiene el mayor número de católicos, es un papa que conoce nuestra realidad latinoamericana.
Mensajero de misericordia
Finalmente el papa viene a nosotros como el mensajero de la misericordia, de la paz, pero sobre todo como mensajero de alegría. Su sonrisa, su carácter amable, su cercanía transmite alegría y así, con esta alegría gozosa de vivir el evangelio que nos transmite, nos confirmará en la fe, en la esperanza y en la caridad. Por eso los invito a estar muy atentos cuando venga, a escuchar su Palabra, palabra llena de la fuerza del Espíritu Santo y todo este tiempo debemos estar siempre con una mirada de agradecimiento a Dios por todos los dones que siempre nos da. Esta es la primera catequesis que voy a estar compartiendo cada semana con ustedes para que la reflexionemos y vayamos conociendo quién es el papa, para recibirlo con grande gozo. Los saludo y los bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.