Ana María Ibarra
Familias de personas desaparecidas y víctimas de feminicidio se reunieron el pasado 3 de febrero en torno al altar del Señor para pedir por sus seres queridos. Fue en la Misión de Guadalupe donde el padre Francisco García presidió la Eucaristía y pidió a Dios el descanso y la fortaleza de quienes buscan a sus familiares y piden justicia.
Lucha vs el mal
“Nos reunimos nuevamente en esta Misión de Guadalupe para ponernos en manos de Dios y pedir por las personas desaparecidas y también por las víctimas de feminicidio”, expresó el sacerdote para enseguida nombrar a algunas de las víctimas.
Los asistentes pidieron en voz alta por las familias en su incansable búsqueda.
En especial se pidió por Luz Angélica Mena, desaparecida, y quien el 7 de febrero estaría cumpliendo años.
En su homilía, el padre Francisco reflexión sobre el evangelio de San Marcos, quien
presenta a Jesús luchando contra el mal y envía a los discípulos con esta encomienda.
“Ellos regresan cansados por la oposición al mal. Ustedes lo viven de alguna manera. Esta lucha, esta oposición al mal agota enormemente. Quiero pedir a Dios que les conceda ese descanso y les conceda fuerzas para seguir con la misión de buscar a sus seres queridos”, expresó el sacerdote.
Halló a su hijo
A esta intención se unió Mélida Lázaro quien durante dos años buscó a su hijo Mauri Daniel Arias Lázaro, desaparecido.
Si bien Mélida encontró a su hijo sin vida y sepultado en la fosa común, sigue asistiendo a las actividades de estos grupos agradecida con Dios y motivando a las familias a no perder la fe y abandonarse en el Señor.
«No le pedí a Dios que Él hiciera todo, sino que le pedí los medios para encontrar a mi hijo. Él sabe todo lo que estamos pasando y hemos pasado. Quiero seguir apoyando al grupo que me apoyó. Quiero que ustedes también encuentren a sus hijos. No dejen de pedir sabiduría y fortaleza. Después de la tormenta viene la calma”, expresó Mélida en un momento emotivo de la celebración.
El poder de la oración
Agradecida con el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte por acompañarla en ese trance, y como servidora de la parroquia Santa Teresa, Mélida compartió que, además de incansable búsqueda, fueron las oraciones de varias personas las que la sostuvieron.
«Le pedí a Dios que si mi hijo estaba vivo, lo ayudara a salir, y si había fallecido, lo perdonara de sus pecados. Le pedí que me permitiera hacerle su funeral y su misa para que reposara en un lugar con la dignidad de hijo de Dios, y así me lo cumplió”.
El padre Francisco pidió a Jesús en el altar por el descanso para estas familias.
“Estas personas vienen de una búsqueda. Concédeles descansar su mente, su cuerpo, sus pies, para que, tomando nuevas fuerzas, continúen con su misión de búsqueda”, oró el sacerdote.