Querido padre:
Me atrevo a escribirle para pedirle un favor: mi profesor, filósofo ateo, se la ha agarrado conmigo, porque soy católica practicante. En todas las clases siempre trata de menospreciar mi fe y hacer mofa de nuestra religión. Es muy estresante e insultante.
Ahora nos ha pedido que busquemos definiciones de ética y moral de diferentes autores, y pensé en usted. Desde una visión católica, me gustaría saber qué entiende usted por ética y moral. También le he pedido ayuda a filósofos, influencers y comunicadores católicos. Si tiene algún libro o documento que me pueda servir, le agradeceré que me lo dé a conocer”. Saludos,
Giovanna Ríos.
Pbro. Luis Escudero Gallo: Me dio mucho gusto recibir tu carta sobre todo la parte donde dice “soy católica practicante”, pero también tu carta me preocupa mucho. Sobre todo porque es un “retrato” de nuestros tiempos. Cuando leí tu carta acababa de pasar la lectura dominical del evangelio de Marcos 1, 21-22 donde dice que “Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar…todos estaban asombrados, enseñaba con autoridad…”
Cuando digo que es un “retrato de nuestros tiempos” es porque vivimos en una sociedad que bajo los principios de “no censura y no discriminación” (como en el caso del cantante Peso Pluma en Viña del Mar) culturalmente tenemos que aceptarlo todo… pero paradójicamente ideas o pensamientos de carácter religioso y espiritual no se les aplica la no discriminación y sí la censura. Lo que hace tu profesor es lo que hace nuestra cultura moderna hacia todo tipo de pensamiento cristiano. Y se termina por imponer una cultura atea.
Respecto a tu pregunta sobre la ética, como creyentes, debemos favorecer la actitud de
diálogo. Un primer diálogo sería entre las éticas laicas y las éticas creyentes con los grandes
pensadores contemporáneos (a quienes les podemos dar autoridad). Otro diálogo que hay que abrir es entre éticas creyentes y éticas ateas, también exponiendo los mejores planteamientos. Y este diálogo nos llevaría a otro tema que es el de ética y religión.
Un buen maestro debe poner al alumno con lo mejor del pensamiento contemporáneo y no imponer un particular punto de vista, aunque válido. Debe tener una actitud de respeto que es fundamental para un verdadero diálogo. Me parece muy grave que desde la cátedra se burle de un alumno y de su pensamiento.
El diálogo entre una ética laica (que está muy muy lejos de ser atea) y una ética creyente (o
sea, iluminada por nuestra fe) enriquecerá mucho el pensamiento contemporáneo. Esto lo aclaro porque creo que a tu profesor le falta espíritu de laicidad. Está confundiendo educación laica y está impartiendo educación atea.
Te comparto una reflexión de lo que sería Ética desde una perspectiva personalista. La disciplina filosófica que da Luz a la razón para que esta pueda guiar el buen uso de nuestra libertad y encaminarla así hacia el encuentro con el otro, por caminos de justicia y solidaridad. Una ética creyente, que no es lo mismo que una ética cristiana, le suma a la anterior la relación con Dios. Entonces la ética laica se ve enriquecida, hay una novedad, una experiencia de Dios, que eleva a la razón, e ilumina la experiencia para desde el encuentro con Dios poder llegar a la Comunión con el prójimo.
Filosóficamente hablando, el tema de la ética debe ser abordado sobre el concepto de persona. De la escuela antropológica que sostengamos dependerá la ética que podremos edificar. Hoy por hoy considero que la crisis ética está en la crisis antropológica y por lo tanto el concepto de persona.