Fernando y Reyna Pinales sirvieron en el primer congreso…y el amor los abrumó al grado de que cumplen 29 años en el movimiento.
Reyna y Fernando Pinales vivieron su primer Congreso de Matrimonios en la diócesis hace 29 años, a unos cuantos meses de haber contraído matrimonio. Formaban parte del coro de ese evento y desde entonces participan activamente y han sido testigos de las maravillas que el Señor hace, no solo en su matrimonio, sino en cada uno de los matrimonios que asisten cada año.
Siendo de los matrimonios fundadores de este movimiento, Reyna y Fernando recordaron los inicios del movimiento que en su primer congreso congregó a 250 parejas y con los años ha logrado reunir a más de 3 mil parejas.
Iniciativa del congreso
Recién casados, Reyna y Fernando vivieron un retiro de evangelización en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes cuando fueron invitados por Margarita y Alfonso Enríquez, sus coordinadores, a vivir un congreso matrimonial en Los Ángeles, California a donde acudieron varios matrimonios de la parroquia.
“Nos fuimos en un camioncito escolar que no servía. Tardó 24 horas en llegar ya que se echó a perder el motor. Fue una experiencia hermosísima. Dios nos fortaleció con pequeños milagritos, nos dio fuerza y ganas para organizar el primer congreso aquí en la diócesis”, compartió Fernando.
El entrevistado compartió que fueron Alfonso y Margarita quienes compartieron con monseñor Mariano Mosqueda, entonces párroco de Lourdes, la idea de realizar un congreso de matrimonios.
“El padre Mariano no estaba muy convencido, pero se dio cuenta que Dios tenía un plan y que quería un grupo grande de matrimonios aquí en Juárez. Así empezó la llamita y fue creciendo poco a poco”, añadió Fernando.
Deseosos de servir
Después de la experiencia del congreso en California, y con la llama del Espíritu Santo recibida en el retiro de evangelización, Fernando y Reyna estaban deseosos de servir.
Al organizarse el primer congreso en Ciudad Juárez no dudaron en apuntarse para el ministerio de coro, aunque reconocen que no tenían el don, por lo que fue su “debut y despedida”. Aunque luego se unieron a otro servicio.
“Con lo que hubo en ese tiempo se inició el primer congreso. Fue una experiencia muy bonita. En esa ocasión tuvimos al padre Núñez, quien predicó en el congreso de Los Ángeles. Toda la temática fue matrimonial”, recordó Fernando.
Para el matrimonio Pinales es difícil explicar con palabras la experiencia de ese día y lo que han vivido en 29 años, tiempo en el que han abierto su vida y su corazón a Dios y que, afirmaron, solo ellos y Dios pueden comprender.
“Fue algo que nunca habíamos experimentado. Conocimos a Dios a través de su palabra enfocada a nuestro matrimonio. Fue algo extraordinario que llenó nuestra vida matrimonial de amor, esperanza y fe, a tal grado que seguimos caminando”, afirmó el entrevistado.
Caminando con el Señor
Con otras actividades dentro del movimiento de Congreso Matrimonial, Fernando y Reyna han continuado su camino, creciendo en el amor de Cristo y fortalecidos para enfrentar los problemas propios de cualquier matrimonio, además de adquirir las herramientas necesarias para la educación de sus hijos en la fe.
“Iniciamos con mucha esperanza de que nuestro matrimonio fuera para siempre. En los congresos descubrimos que solos no podemos salir adelante”, dijo Reyna.
En este camino, dos aspectos han sido muy importantes para el matrimonio Pinales, lo espiritual y practicar lo aprendido en los congresos.
“En lo espiritual, la oración, eucaristía, confesiones han sido muy importantes. Practicar la temática de los congresos, como el respeto, el perdón, la confianza, los detalles, todo eso alimenta nuestro matrimonio y cuando llega un problema nos duele pero es difícil que nos tumbe”, afirmó Fernando.
También han sido importantes las asambleas de matrimonios, que nacieron meses después del congreso en la parroquia de Lourdes y hoy se han extendido por la diócesis.
“Para nosotros es una cita de amor con Dios. Nuestro amor es tan limitado pero las asambleas son de mucha riqueza que nos alimenta”, dijo Reyna.
Invitan al Congreso 29
En estos 29 años, el matrimonio Pinales ha renovado sus ganas de servir, pues, dijeron, lo peor que pueden hacer es alejarse de Dios.
“Cada que servimos el Señor nos instruye para poder dar un poco de lo mucho que Él nos da. Cada pareja tiene problemas diferentes pero Dios tiene la capacidad de saciar la sed de cada matrimonio”, agregó Reyna.
E invitó: “Este congreso es para todos, el Señor los espera con los brazos abiertos. Este año será muy grande porque nos encontraremos con el Padre amoroso y misericordioso que nos invita a ser misericordiosos en nuestra familia”.
“Dios nos ama y nos perdona. Todo el que se acerque a Dios nunca será defraudado por el Señor. Te invitamos a ti, matrimonio, a que le des una oportunidad a Dios, no te vas arrepentir… es una bendición garantizada en este congreso”, concluyó Fernando.