El Via Matris es el camino de fe y de dolor que la Virgen María recorrió a lo largo de su vida, hasta la muerte de su Hijo Jesús en la Cruz. Se reza de manera especial durante la Cuaresma y la Semana Santa y en Ciudad Juárez hay un sitio especial para hacerlo. Aquí lo presentamos
Diana Adriano
Las Misioneras de María Dolorosa extendieron una cordial invitación a toda la comunidad diocesana para que, especialmente en esta Cuaresma, acudan al Vía Matris que se encuentra en sus instalaciones, para vivir la devoción que medita los siete dolores que la Virgen María experimentó mientras acompañaba a su Hijo en su camino hacia la Cruz.
La hermana Georgina Onofre, MMD, explicó la importancia de este espacio como un lugar sagrado que honra los momentos más angustiantes que la Madre de Jesús enfrentó hasta la crucifixión de su hijo.
«El Vía Matris es una devoción que se ha practicado durante varios siglos, pero son pocas las construcciones dedicadas a este propósito en el mundo, especialmente en Italia”, dijo la religiosa refiriéndose al espacio que su congregación diseñó y construyó para el efecto en esta diócesis.
“Esta devoción, que es muy similar al Vía Crucis, es más propia de los Siervos de María, quienes tienen permiso exclusivo para llevarla a cabo. Sin embargo, como Misioneras de María Dolorosa, pertenecientes a la orden, también hemos sido autorizadas para continuar esta devoción», añadió la entrevistada.
El Vía Matris ofrece a los fieles la oportunidad de reflexionar sobre el sufrimiento de María y profundizar en su papel como corredentora, acompañando a Jesús en su Pasión y Muerte.
Por ello A través de esta devoción se busca fortalecer la conexión espiritual con la Madre de Dios y encontrar consuelo en su ejemplo de fe inquebrantable y entrega total a la voluntad divina.
Espacio de oración
La hermana Georgina dijo que el espacio que se construyó en Ciudad Juárez especialmente para vivir esta devoción, está abierto a todos quienes deseen acudir.
«Simplemente se trata de una devoción entre tantas que nos pueden ayudar a mejorar nuestra vida espiritual, a abrirnos más hacia los demás y especialmente a nosotros mismos en nuestro camino hacia Dios», expresó.
Destacó que las misioneras de María Dolorosa quieren que los fieles de esta frontera puedan aprovechar el Vía Matris como un espacio de oración y que acompañen a María en sus dolores, para que a su vez se sientan acompañados por María en los propios momentos de dolor y sufrimiento.
“Queremos que la gente pueda orar y sentirse acompañada por María en sus momentos de dolor y sufrimiento, o simplemente que nos sintamos solidarios con el dolor que atraviesan tantas personas en esta ciudad y en el mundo” , añadió.
Un lugar para todos
La iniciativa de crear en Ciudad Juárez un Vía Matris trascendió los límites de la congregación juarense. Inicialmente fue concebido como un espacio para la espiritualidad de las religiosas, pero pronto se convirtió en un lugar abierto para toda la Diócesis de Ciudad Juárez.
El espacio fue inaugurado el 15 de septiembre de 2018 por el señor obispo don José Guadalupe Torres Campos, luego de los trabajos que lo hicieron posible gracias a la cooperación de muchas personas.
La intención fue clara desde el principio: destinar este lugar para que todos pudieran conocerlo y aprovecharlo.
Horario
Ubicado en la Calle Baudelio Pelayo #8203, atrás del Asilo de Ancianos San Antonio Senecú, el Vía Matris está abierto de lunes a domingo, de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., para recibir a los fieles y visitantes.
Este lugar es ideal para acudir en grupo y sumergirse en la devoción del Vía Matris en medio de un ambiente acogedor.
“Ofrecemos un folleto disponible por un costo de recuperación. Este folleto proporciona toda la información necesaria sobre el Vía Matris y también enseña cómo rezarlo paso a paso”, dijo la hermana Georgina.
Así, los visitantes pueden practicar la devoción con una explicación clara y detallada.
Via Matris por los cristianos perseguidos
El Via Matris es el camino de fe y de dolor que la Virgen María recorrió a lo largo de su vida, hasta la muerte de su Hijo Jesús en la Cruz.
En este que te presentamos, cada dolor de nuestra Madre está asociado al sufrimiento de los cristianos perseguidos y necesitados en el mundo, para que les tengas más presentes en tus oraciones de cada día y, de manera especial, durante la Cuaresma y la Semana Santa.
La meditación de los dolores de la Virgen nos ayuda a comprender que todo dolor aceptado por amor a Él y unido a su Pasión, se convierte en un dolor salvífico, con sentido.
Acompañar a nuestra Madre al pie de la Cruz nos ayuda a tener compasión, a unirnos a su oración y consuelo ante el sufrimiento propio y de los demás, en este caso de nuestros hermanos que sufren por su fe en Jesucristo.
Oración preparatoria
V/ Contemplamos el dolor de Santa María
R/ Para seguir a Cristo su Hijo en el camino de la fe
V/ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
R/ Amén
Señor, Tú has querido que la Madre compartiera los dolores del Hijo al pie de la Cruz; haz que la Iglesia, asociándose a la Pasión de Cristo, merezca participar de su Resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Primer Dolor. María recibe con fe la profecía de Simeón.
Jesús, signo de contradicción. (Lc 2, 34-35).
Meditación. Madre, mira a nuestros hermanos recién bautizados, especialmente a los que viven su fe en clandestinidad, y cuida de ellos. Y a mí, María, ayúdame….
Segundo Dolor. María huye a Egipto con Jesús y José.
Jesús, perseguido por Herodes. (Lc 2, 34-35).
Meditación. Madre, mira con amor a nuestros hermanos que se ven obligados a salir de sus casas, a huir de su tierra, por persecución a la fe que profesan. Y yo, María, que vele también por ellos, pidiendo intercesión a tu Hijo Jesucristo y a tu esposo, San José.
Tercer Dolor. María busca a Jesús, perdido en Jerusalén.
Jesús vino a cumplir la voluntad del Padre. (Lc 2, 43-45).
Meditación. Madre, fija tu mirada en los misioneros, que están con los más necesitados y que noabandonan a sus hermanos. Y a mí, enséñame a dar preferencia a las cosas del Padre y a leer las bienaventuranzas con la brisa del Espíritu.
Cuarto Dolor. María encuentra a Jesús en el camino del Calvario.
Jesús, siervo de Dios, Varón de Dolores. (Lc 23, 26-27).
Meditación. Madre, ayuda a nuestros hermanos que sufren por su fe en los lugares más hostiles de este mundo, a mirar a tu Hijo, Jesucristo. Y a mí, ayúdame a descansar en el Amor de Dios y a no basarme solo en mis fuerzas para hacer frente a la adversidad.
Quinto Dolor. María permanece junto a la Cruz del Hijo.
Jesús, cordero levantado en la Cruz.(Jn 19, 25-27).
Meditación. Madre, ayuda a nuestros hermanos que sufren el sinsentido de la guerra, la violencia y el odio. Y a mí, ayúdame a confiar en la oración y a no caer en la aceptación de la fatalidad.
Sexto Dolor. María acoge en su seno a Jesús que fue bajado de la Cruz.
Jesús, Salvador rechazado por su propio pueblo. (Mt 27, 57-58).
Meditación. Madre, ayuda a los cristianos perseguidos a permanecer fieles a tu Hijo a pesar de tanto sufrimiento. Y a mí, enséñame a tener fe, a esperar sin flaqueza y a querer sin límites.
Séptimo Dolor. María acompaña a la sepultura del cuerpo de Jesús, en espera de la Resurrección.
Jesús, primicia de los resucitados. (Jn 19, 40-42).
Meditación. Madre, enséñanos a todos a aceptar la voluntad de Dios y a comprender que no estamos solos, que siempre nos miras cuando miras a tu Hijo.
En todas las meditaciones, decimos:
V/ Por Ti, Virgen María, recibimos al Salvador.
R/ Del misterio de Cristo, obtenemos la Salvación.
NOTA:
Si deseas hacer meditar el Via Matris de las Misioneras de María Dolorosa, pide el folleto cuando acudas a sus instalaciones.