El Papa Francisco ha pedido en febrero orar por los enfermos terminales, para que ellos y sus familias reciban el cuidado y acompañamiento necesario, lo que también menciona en su mensaje para la JME… Presentamos testimonios y una explicación de cómo enfrentar la muerte en estos casos…
Ana María Ibarra
En su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo de este 2024 el papa Francisco tituló su mensaje «No conviene que el hombre esté solo. Cuidar del enfermo cuidando las relaciones”. Igualmente, el papa Francisco ha pedido en febrero orar por los enfermos terminales en este mismo sentido: para que tengan un acompañamiento adecuado.
El padre Felipe de Jesús Juárez, asesor de la Pastoral de la Salud en la diócesis local, compartió su experiencia en el auxilio espiritual que da a los enfermos agonizantes, mientras que la hermana Bertha Carrillo Avalos, CFMM habla sobre el acompañamiento a estas personas en la etapa final de sus vidas.
Atender a pacientes agonizantes
Una experiencia reconfortante que le permite renovar su compromiso y su pertenencia a Dios es para la hermana Bertha Carrillo Avalos, religiosa de las Hijas Mínimas de María Inmaculada, atender y acompañar a los enfermos, especialmente a los agonizantes, ya que, dijo, es al mismo Cristo sufriente a quien atiende.
“Nuestro padre fundador, Pablo de Anda Padilla, sacerdote jesuita, quería que atendiéramos a los enfermos como si fuera el mismo Cristo doliente. Por eso nuestro carisma es configurarnos con Cristo misericordioso, como María, en espíritu de familia”, compartió la hermana Bertha, quien es enfermera en el Hospital Santa María.
Desde su vasta experiencia, la religiosa explicó que lo fuerte de su servicio es la misericordia que, como enfermeras, experimentan a través de los pacientes agonizantes.
“Procuro la asistencia espiritual, pero primero investigamos con los familiares si son católicos e inmediatamente le llamamos al sacerdote”, expresó la religiosa.
“Si no son católicos, de manera personal decido pedir ese auxilio, ya que nuestra misión es salvar almas para Dios”, añadió.
Asistencia espiritual
La hermana Bertha expuso que los cuidados paliativos y la asistencia espiritual son de suma importancia.
“Me relaciono mucho con los pacientes y sus familiares y así me doy cuenta de su situación familiar. La escuela de Enfermería nos recalcó que debemos dar asistencia holística, es decir, atender lo emocional”.
La religiosa ha llevado a cabo esa encomienda al hablar con la familia para que se dé el perdón entre ellos y el paciente.
“Se les educa a los familiares para que vayan cerrando etapas pidiéndose perdón. Es una etapa muy bonita, porque muchas veces el paciente expresa en su rostro angustia, miedo, ceño fruncido, y después del momento de perdón y reconciliación, su expresión cambia”, aseguró.
Añadió que, aunque el paciente no esté consciente, ella procura hablarles sobre la importancia del perdón.
Rezar por el moribundo
La enfermera compartió que sabe distinguir el momento en que el enfermo está entrando en etapa de agonía y procura pedir a la familia orar por su ser querido.
“Invito a la familia a rezar al menos un misterio y los tres Padres Nuestros de la agonía, para pedir a Dios que tenga misericordia de él o ella”.
La oración, la asistencia espiritual, la Confesión, la unción y si es posible la Comunión, son necesarios para ese momento, dijo la religiosa.
Si bien el momento es difícil, la hermana Bertha se acerca a los familiares cuando estos se encuentran en negación y descontrolados; busca tranquilizarlos para que así el paciente pueda estar tranquilo.
“Es una pena difícil para ambas partes. Cuando están agonizando, el buen espíritu y el mal espíritu están peleando esa alma y eso se lo hago saber a la familia. El agonizante debe estar tranquilo, en paz y con esperanza. Busco ser el hilo conductor para tranquilizar a ambas partes”, expuso.
Es así como después de percibir en los familiares- e incluso en el paciente- emociones y sentimientos de impotencia, enojo, resentimiento, al final quedan todos tranquilos.
“En algunos casos mando al familiar a la capilla para que desahogue todo lo que trae. Que se enoje con Dios -porque es válido- y después regresan tranquilos. Así acompaño a estos Cristos sufrientes con nombre y apellido”.
La religiosa quiso compartir expresiones del Papa San Juan Pablo II en el documento ‘El valor del sufrimiento’:
“Nos dice que el sufrimiento es un tiempo de interiorización y de ser consciente de trabajar por nuestra propia salvación”.
Recomendaciones
Y finalmente hizo estas recomendaciones para el caso de enfrentar una enfermedad terminal:
+Interiorizar: Hacer silencio y meditar la frase que más les guste de esta entrevista. Rumiarla, traerla a la mente, a la boca y al corazón y ahí empezará Dios a hablar.
+Acercarse a la misa y a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía.
+Buscar las formas y los medios para encontrarse con Dios.
+Si soy familiar, acompañar, perdonar y pedir perdón.
+Si soy el enfermo, poder reconciliarme con Dios y con los demás.