Les saludo con grande afecto de padre y pastor a todos ustedes hermanos de la comunidad diocesana de Ciudad Juárez.
En esta ocasión quiero decir que damos gracias a Dios por el regalo que el papa nos ha dado en su nueva encíclica Laudato Si. Es una encíclica de carácter social, es una encíclica que nos invita a reflexionar sobre el valor de la Creación, sobre el medio ambiente y nos invita a una toma de conciencia, a asumir una responsabilidad común, todos los sectores, para salvaguardar la vida, salvaguardar el medioamebiente y hacer de la Creación un lugar digno donde todos podamos crecer y desarrollarnos.
El papa en esta encíclica pone como modelo a san Francisco de Asís, recordemos que él tiene un himno a la Creación donde a todo le llama hermano sol, hermana luna, hermano perrito, como para que os hombres tengamos ese aprecio por la naturaleza, ese aprecio por la vida, ese aprecio por las personas y entre los hombres.
Sin embargo, el papa nos indica que todos, quien más, quien menos, hemos sido corresponsables en el deterioro de la naturaleza, del medio ambiente e invita a todos a una conversión.
Él habla de una doble conversión: de la conversión ambiental bioética, pero también de una conversión espiritual. Esto lo propone el papa en algunos puntos muy significativos: uno, en asumir una formación, que todos tengamos una formación, desde los menores, hasta los adultos, una formación sobre el valor de la naturaleza.
Otro aspecto que el papa nos invita a reflexionar, es que valoremos el evangelio de la Creación; claro, sabemos que hay cuatro evangelios: San Juan, San Lucas, San Marcos y San Mateo, pero él habla de un evangelio de la Creación, la Creación es palabra de Dios, la Creación es obra de Dios y ahí se manifiesta el proyecto de vida, de amor que Dios tiene para con nosotros. Por lo tanto hay que reflexionar, hay que meditar sobre la voz de Dios a través del evangelio de la Creación, para que deveras nosotros tengamos una valoración mayor desde la fe para el buen uso de todo lo que Dios nos da.
El papa es muy claro y toca puntos muy sensibles, porque señala que todos somos responsables del deterioro del medioambeinte, pero particularmente dice que hay que cambiar las estructuras de desarrollo económico en el mundo. Quiere decir esto que el papa pone el dedo en la llaga señanaldo que los que tienen más poder, los grandes empresarios, deben tambien asumir una actitud de cambio, de conversion, procurando políticas que realmente vayan en favor del medio ambiente para disminuir el deterioro y la destrucción del mundo, del cosmos, de la naturaleza.
Y es ahí donde nos debe de pegar a todos los que de una u otra manera somos corresponsables en ese sentido.
Finalmente el papa nos pide que todos tengamos una actitud espiritual ante la vida, un cambio, una conversión espiritual, que oremos, que valoremos lo que el Señor nos da, que respetemos al Hombre, a la persona, y que no la veamos como objeto, como números, como porcentajes o estadísticas, sino veamos a la persona y valoremos la naturaleza.
Es una encíclica de mucha luz que toca muchos aspectos muy importantes. Los invito a que en cualquier oportunidad la lean, bájenla de Internet o cuando salga el documento, adquiéranlo. Y ya sea personalmente, en grupo, en comunidad, estudiarlo, meditarlo y poner en práctica lo que el papa nos esta indicando.