Diana Adriano
El Movimiento de la Renovación Carismática ofreció a jóvenes el retiro de encierro “Kénosis” realizado del 23 al 25 de agosto en la Casa de Ejercicios, bajo el lema «Un tiempo de entrega, decisión y despojarse”.
Angélica Dávila, coordinadora juvenil de la Renovación informó que este retiro buscó guiar a los participantes hacia un despojamiento personal total.
“Este retiro fue nombrado Kénosis, que significa despojamiento. Es una invitación a llevar a los jóvenes a vivir un despojamiento total, tanto física como espiritualmente”.
Espacio espiritual
El evento contó con la participación de 76 jóvenes provenientes de diversas comunidades, entre ellas Catedral, San José, Santa Cecilia, y San Carlos Borromeo, quienes realizaron actividades y reflexiones orientadas a profundizar su fe y compromiso con su vida espiritual, en un ambiente de recogimiento.
La entrevistada dijo que el retiro forma parte de los esfuerzos continuos del Movimiento para ofrecer espacios de crecimiento espiritual a las nuevas generaciones.
“Los temas han sido bastante profundos, muy interesantes. Se les ha hablado desde el origen para valorar su identidad como hijos de Dios, pero de la manera en la que Él llama. Les hablaron sobre el pecado, sobre redención, libertad y sanación de heridas que pueden tener como jóvenes”, informó.
Renovados
Uno de los momentos más impactantes fue la vivencia del «Kénosis», en el que los jóvenes enfrentaron y dejaron atrás aquello que los retenía, experimentando una renovación interior.
«Viven esa experiencia fuerte de desprendimiento y lo que sigue es ser enviados por el Señor, pero llenos de Él, confiados en Él,» añadió la coordinadora.
Luis Ángel Romo, coordinador juvenil en el Movimiento de la Renovación, dijo que a pesar de los desafíos iniciales, los asistentes mostraron una notable disposición desde el primer día, abordando con alegría y apertura las dinámicas del retiro.
“Ha sido una experiencia muy pesada, pero una vez que comienza el retiro, esa carga desaparece y Dios te comienza a quitar esa pesadez”, dijo.
“He visto a los jóvenes muy dispuestos y alegres, y lo más importante es que se abrieron con los demás participantes. Esa apertura con los demás era algo que queríamos ver”, agregó.
El retiro concluyó con una Hora Santa, como tiempo de adoración y oración profunda, donde los jóvenes pudieron hacer un cierre a la experiencia, con una entrega total al Señor.