La Arquidiócesis de Belo Horizonte (Brasil), informó que su Arzobispo Emérito, Cardenal Serafim Fernandes de Araújo, que participó en el Concilio Vaticano II, murió este martes 8 de octubre a la edad de 95 años.
«Con profundo pesar, el Pueblo de Dios en la Arquidiócesis de Belo Horizonte se despide del Cardenal Serafim Fernandes de Araújo», indicó. Señaló que «los detalles y el momento de los funerales del Arzobispo Emérito aún se están definiendo».
Según una nota de la Arquidiócesis de Minas Gerais, el Arzobispo Walmor Oliveira de Azevedo y los obispos auxiliares se unen en oración a los familiares, amigos y fieles para despedirse del Cardenal Serafim.
Mons. Walmor dijo que “el Cardenal Serafim Fernandes de Araújo es una presencia admirable en el corazón del pueblo amado de Dios. A lo largo de más de cincuenta años de dedicación a la Arquidiócesis de Belo Horizonte, el Cardenal deja un legado de obras especiales”.
“Su camino misionero hizo crecer en los corazones de cada persona, especialmente de los cristianos católicos de nuestra amada Arquidiócesis, el amor a Jesucristo y a la Iglesia. Por eso, en el corazón de todos estará siempre la gratitud, la admiración y el respeto por Don Serafim”, expresó Mons. Walmor.
El Cardenal nació el 13 de agosto de 1924, en la localidad de Minas Novas, diócesis de Araçuaí, en Brasil.
Fue ordenado sacerdote el 12 de marzo de 1949 en Roma. Desde 1951 hasta 1959 fue capellán del Tercer Batallón de la Policía en Diamantina, entre 1956 a 1959 fue profesor y miembro de la Escuela de Maestros en Diamantina y en varios colegios en Gouveia.
Fue designado Obispo Auxiliar de Belo Horizonte el 19 de enero de 1959 y recibió la ordenación episcopal el 7 de mayo de 1959.
Participó en el Concilio Ecuménico Vaticano II de 1962 a 1965. Asistió a la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla (México), en enero de 1979. Promovido a coadjutor con sucesión de Belo Horizonte el 22 de noviembre de 1982, sede que asumió plenamente el 5 de febrero de 1986.
Asistió a la IV Asamblea General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo, República Dominicana, en 1992 y fue uno de sus presidentes.
Fue creado cardenal por el Papa San Juan Pablo II el 21 de febrero de 1998.