Que no quede en algo bonito esta fiesta, sino en buscar el progreso y la paz, pidió el obispo a los fieles en los festejos guadalupanos de este 2023.
Ana María Ibarra
Las primeras notas del canto “La Guadalupana” anunciaron el inicio de la celebración de la misa solemne en honor a la Virgen de Guadalupe el pasado lunes 11 de diciembre, cuando se llevó a cabo la gran fiesta de la Diócesis de Ciudad Juárez en honor a su santa patrona.
Después de un maravilloso y colorido programa, lleno de muestras de amor a la Virgen de Guadalupe a través de la danza y el canto, el obispo diocesano, acompañado de los sacerdotes Eduardo Hayen y Arturo Martínez, párroco y vicario de Catedral respectivamente, presidió la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe.
Monseñor ofreció la celebración “por nuestra patria y nuestra diócesis”, por los enfermos, especialmente por el padre Rafael Saldívar.
Mujer vestida de Sol
En el recorrido que el obispo realizó en la procesión de entrada por el pasillo central, saludó a los fieles devotos que abarrotaron el recinto.
En su homilía señaló que es Dios quien se hace presente entre su pueblo en María.
“Solamente los ciegos, los necios no reconocen la presencia de Dios ante tantas maravillas. En esta solemnidad, Dios con nosotros viene a revelarnos al Padre. Dios que se manifiesta, que se nos revela, se nos hace cercano”, dijo.
Añadió que María dará a luz un hijo y será hijo del Altísimo, y citando el Apocalipsis dijo que la descripción del texto es similar al Nican Mopohua.
“El Apocalipsis nos habla de una mujer vestida de sol. Está retratando las apariciones.
Vestida de sol significa vestida de Dios y su fin primero es que, en nuestro país, en nuestro pueblo se conozca a su Hijo Jesús”.
Buscar el progreso y la paz
La imagen de Santa María de Guadalupe, agregó el obispo, es una señal de que Dios está con su pueblo.
“San Juan Diego entiende el lenguaje, la señal y María lo elige. Y en su tilma la señal última, María de Guadalupe. Hoy estamos de fiesta con esta solemnidad. Hoy María viene a nuestro encuentro como a Juan Diego. Solo el humilde, el sencillo, acepta la misión. Ahora la Virgen también nos habla y el mundo nos pide una señal”.
Monseñor Torres dijo que la casita que solicitó la Virgen de Guadalupe es ahora la comunidad.
“Estamos destruyendo la casita. Hoy nos pide ir, salir, cada uno es la señal. Se nos invita a profundizar la fe, que no quede en algo bonito esta fiesta, sino en buscar el progreso y la paz”.
El obispo dijo a los fieles que todos tienen una encomienda y un compromiso, una misión.
“Sí, hoy es día de fiesta y alegría, pero también de compromiso: llevar a María al mundo”.
Imparte conferencia sobre la Morenita
En la conferencia sobre la Guadalupana con la que dio inicio el programa de festrejos, Daniel Martínez Trejo, predicador y catequista, presentó una breve explicación sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
Expuso que el centro de la tilma de San Juan Diego no es la Virgen de Guadalupe, sino Jesús.
“Ella pidió una casita sagrada para exaltarlo a Él. Él mi auxilio, mi salvación”, expresó.
Enseguida, definió el nombre de María Guadalupe, cuyo significado es “la iluminadora”.
“María no es la luz, la Luz es Cristo. Siempre le da honor a Dios. María significa la elegida por Dios y Guadalupe significa el cauce. Ella no es el río, el río es Cristo. Ella solo viene a traer a su Hijo”.
Vino a quedarse
El acontecimiento Guadalupano, señaló Daniel, se asemeja a la visita que hizo María a su prima Isabel.
“La Virgen de Guadalupe no vino a visitarnos, vino a quedarse en México por lo que estaba sucediendo en ese tiempo”, aseguró.
Sobre el indígena Juan Diego, hoy santo, Daniel compartió que a través de él, la Virgen supo poner a su Hijo en el corazón de los hombres.
“Cuando Juan Diego ve a la Virgen sabe que está embarazada por el listón en su vientre. Reconoce que es una emperatriz por el color de su manto azul verdoso y que era una virgen porque el peinado está lacio hacia abajo. Juan Diego sabía a quién le estaba hablando. Y se da cuenta que está embarazada del creador de todo”, explicó.
Daniel resaltó que el 11 diciembre de 1531 cuando la Guadalupana se encuentra con Juan Diego, era un lunes, coincidiendo que este 2023 el 11 de diciembre también cayó en lunes.
“La Virgen vino a reunir a dos culturas: la indígena y la española. Y su mensaje fue: Quiero que entreguen sus corazones a mi Hijo”, concluyó.