Visitaron la Diócesis de Ciudad Juárez los presidentes de la Confederación Internacional de Movimientos Familiares Cristianos…con muy buenas noticias…
Ana María Ibarra
Material de formación y acompañamiento a las familias que emplea el Movimiento Familiar Cristiano en México, comenzó a ser introducido en diferentes países del mundo, los cuales han solicitado la presencia del MFC ante la necesidad dar atención a la familia enmedio de la realidad que vive.
Así lo informaron Rosalinda y Jorge Carrillo, presidentes de la Confederación Internacional de Movimientos Familiares Cristianos, quienes visitaron la Diócesis de Ciudad Juárez para compartir con la membresía del MFC local.
Solidaridad evangélica
Procedentes de la Diócesis de Querétaro, los presidentes mundiales del MFC compartieron que durante el tiempo en que ha tocado a México presidir la Confederación Internacional de Movimientos de Familias Cristianas, se ha tenido una importante injerencia nivel mundial.
“Hemos visitado 26 países distintos de cuatro continentes, nos falta Oceanía. En este tiempo hemos visto que en esas naciones no hay gran avance, se han detenido su estructura y organización y el MFC no ha crecido ni se ha actualizado”, lamentó el matrimonio Carrillo.
Dijeron que por ello comenzaron a motivar y actuar en la Iglesia católica de estos países, para que ofrezcan una mejor atención y actualización de los programas para la familia.
“México está compartiendo todos sus materiales en un proyecto que hemos llamado Proyecto Solidaridad Evangélica, que se inició en el 2005 en Latinoamérica y ahora le estamos dando continuidad a nivel mundial”, explicaron los entrevistados, al informar que han compartido el material de MFC que se utiliza en México.
MFC en países comunistas
Los presidentes mundiales del MFC compartieron con gran alegría que en los últimos meses se inició la fundación del Movimiento en Filipinas y Vietnam, países a los que llevaron un programa especial iniciado en México, el de “Madres responsables”.
“Vietnam es un país comunista que vivió una guerra terrible. El material que se utiliza en México, traducido al inglés, se llevó de Filipinas a la capital antigua de Vietnam”, explicaron los entrevistados.
Además, el pasado 4 de marzo se fundó el MFC en Malawi, África, con esta misma línea.
“Esto lo podemos hacer gracias a las oraciones y al apoyo económico de parte de las familias de México. Gracias a las familias de Juárez por su apoyo y su oración”, puntualizó Jorge.
Movimiento profético
En sus 50 años de vida, tanto en México como en toda Latinoamérica, el MFC ha sido un movimiento profético y se ha adelantado a ciertas formas de evangelización, compartieron Rosalinda y Jorge.
“El documento del Papa Francisco, Amoris Laetitia, habla del kerigma. El movimiento tiene desde el 2002 manejando el kerigma en México. El papa dice también que hay que buscar nueva evangelización y el Movimiento lo ha buscado. Sabemos que son regalos del Espíritu Santo”, expresó Jorge.
Recordaron que el MFC atiende en México y Latinoamérica a 50 mil familias por año, muchas de las cuales contribuyen a la fundación de este programa en otros países del mundo.
“En la fundación del Movimiento en Suecia participaron familias chilenas, peruanas, ecuatorianas y argentinas. En Australia están trabajando familias salvadoreñas. Hemos encontrado a la Iglesia Latinoamericana trabajando en muchas partes del mundo. San Juan Pablo II cuando vino a Latinoamérica dijo que este era el continente de la esperanza, ¡cuánta razón tenía!”, expresaron los presidentes mundiales.
De México para el mundo
La Confederación Internacional de Movimientos Familiares se fundó hace 50 años en Caracas, Venezuela, donde los presidentes de Latinoamérica comenzaron a reunirse con algunos presidentes europeos y de Estados Unidos.
Los primeros presidentes de la Confederación fueron una pareja de mexicanos, quienes fungieron durante un año. Luego se fueron eligiendo nuevos presidentes y no habían encabezado la Confederación otros mexicanos, hasta hoy, con Jorge y Rosalinda Carrillo.
“Es muy importante para México tener la presidencia del MFC en este momento de la historia, es algo trascendente. Por eso tenemos la intención de avanzar lo más que se pueda, no como un ego, sino como responsabilidad de servicio que se caracteriza al Movimiento Familiar Cristiano en México”, dijeron los presidentes.
Agregaron: “En nuestros 39 años dentro del MFC hemos visto que el Movimiento ha sido semillero para mejores familias y para sostener nuestra sociedad, así que hay que compartir, hay que animarnos unos a otros”, puntualizaron.
Visitaron diócesis para
una retroalimentación
Del 9 al 12 de marzo, Jorge Carrillo y Rosalinda Campos visitaron algunos sectores del MFC en Ciudad Juárez, donde tuvieron un acercamiento de retro-alimentación para los miembros del movimiento.
“Estuvimos en el pre-sector Cristo Rey para compartir experiencias y vivencias. Realmente las experiencias son muy similares, lo que varía un poco es el tiempo y la época que se vive, y como la metodología del movimiento es igual para todos, eso facilita mucho las cosas”, compartieron.
El 10 de marzo participaron en una Hora Santa en la parroquia Santa Inés, en el Sector MFC del mismo nombre, con el cual se fundó el movimiento en la diócesis hace 25 años. Luego se reunieron con secretarios de sector.
Ante los momentos difíciles que viven las familias, Rosalinda y Jorge invitaron a las familias juarenses a seguir teniendo esperanza pues existen muchas familias con entusiasmo, dispuestas a trabajar por las familias.
“Lo vemos con los jóvenes, adolescentes, ahora con las madres responsables, esto es motivo de esperanza, el Movimiento se ha abierto a acoger a las familias con estas necesidades, poco distintas a las que vivimos como matrimonios. Estamos construyendo una nueva Iglesia, una nueva sociedad, es esperanzador lo que está pasando”, dijo Jorge.
“No nos desanimemos sigamos echando nuestras redes, valen la pena sus cansancios, porque está dando frutos”, puntualizaron.
Hablan presidentes
En estos tres años que le ha tocado a México ser cabeza de la Confederación, los logros y proyectos a trabajar han sido alimentarnos mutuamente. El trabajo que se hace en la diócesis es muy esperanzador.
Jorge y Rosalinda Carrillo