Tres seminaristas concluyeron su formación y esperarán recibir el Sacramento del Orden…
Ana María Ibarra
Con tres nuevos candidatos para las ordenes sagradas y algunos cambios en el equipo formador del Seminario Conciliar, el pasado primero de junio concluyó el ciclo escolar 2016-2017.
Alegres por quienes concluyeron una etapa de estudios para iniciar otra, familiares y amigos de los aspirantes al sacerdocio se congregaron en la capilla central de la casa de formación para participar de la misa de acción de gracias presidida por el obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos.
Amor y unidad
En su homilía, el obispo dio gracias a Dios por sus bendiciones y bienes durante el reciente año cursado en el Seminario.
“El Señor nos ha enriquecido con su amor y nos deja dos compromisos: la unidad y el amor. Toda gracia que recibimos de Dios es para la unidad. Que haya unidad en el amor. Toda bendición, todo regalo que el Señor nos da es para ponerla al servicio de los demás”, expresó el obispo.
Monseñor Torres agregó que ese amor debe de llevar a un compromiso, a dar más de sí mismos, crecer y dar más en el siguiente nivel.
“Algunos de ustedes están terminando la teología con nostalgia, pero viene un compromiso mayor. Así como han dado testimonio este año, den testimonio en la otra etapa. Sigan creciendo en la unidad con Dios, en la comunidad, en el amor a Dios pero también en la Iglesia, en la familia, en la comunidad diocesana a la que pertenecen”, motivó el obispo.
El obispo se mostró agradecido con el equipo formador y maestros por su entrega, así como con las familias de los jóvenes estudiantes, algunos de quienes provienen de las diócesis de Nuevo Casas Grandes y Cuahutemoc-Madera.
Se despiden del Seminario
Después de la Eucaristía, el pueblo reunido pasó al auditorio del Seminario para ser testigos de la entrega de reconocimientos y certificados.
Gustavo Valdez, Jesús Figueroa y Felipe Ramos, son los tres seminaristas que este ciclo dejaron el Seminario al graduarse de tercero de teología y que estarán en la espera de recibir las Ordenes sagradas.
Un momento emotivo fue cuando el ex alumno de teología, Gustavo Valdez dirigió unas palabras de despedida agradeciendo a Dios por tantas bendiciones en su vida.
“Ese amor de Dios lo he visto reflejado en mis padres que con esmero formaron un doctor, una maestra y próximamente un sacerdote, las tres personalidades importantes de un pueblo. Quiero también agradecer a mi Iglesia que tanto amo representada en el señor obispo y sus colaboradores que me acompañaron estos trece años de formación”, dijo Gustavo, mejor conocido como ‘Guily’.
Gustavo animó a los jóvenes que aún se quedan en el Seminario para continuar su formación, los invitó a amar su vocación y a Cristo y a mantener sus corazones fuertes física y espiritualmente.