Ana María Ibarra
Un bello ejemplo de caridad cristiana es para el padre Eduardo Hayen Cuarón, párroco de Catedral, la misión que realizan a favor de los migrantes el ministerio que hoy es reconocido por Presencia como Discípulos de Jesús 2022.
Como se ha informado, la Pastoral de Movilidad Humana de la Misión Columbana ofrece asistencia, orientación y acompañamiento a los migrantes que llegan a Catedral, donde, sin dudarlo, el párroco proporcionó los salones para esta labor.
“Es un exelente servicio el que se está brindando por parte de estas personas, misioneras urbanas”, dijo.
Gente entregada
Dado que la Catedral es un punto de referencia importante en la ciudad, es también un lugar significativo para los migrantes que buscan el refugio de la Iglesia.
«Los migrantes han encontrado en Catedral ayuda humanitaria y asesoría legal, además de comida y ayuda psicológica. Es un servicio fundamental el que presta este grupo de voluntarios, sobre todo porque he escuchado testimonios de migrantes que dicen que la Iglesia sí los respeta y los acoge”, compartió el padre Hayen.
Consciente de que México se ha vuelto un país peligroso para los migrantes que son violentados especialmente por las mafias y las corporaciones policiacas, el sacerdote dijo que es satisfactorio y muy bello que la Iglesia ofrezca estos espacios de descanso y donde reciban un buen trato.
“Mis respetos y mi felicitación para quienes hacen este servicio en la Catedral. Nosotros solamente facilitamos las instalaciones, pero ellos hacen todo lo demás. Consiguen comida, abogados, voluntarios. Para nosotros es sumamente satisfactorio ofrecer este espacio y ver a gente entregada como son ellos”, señaló.
Motivan a servir
El sacerdote recordó que, ante el problema migratorio que colapsó la frontera, no tuvo ninguna duda de proporcionar los salones de la Catedral al momento en que Cristina Coronado se acercó a solicitar el espacio.
Sin embargo, dijo, nunca pensó que fuera a llegar tanta gente a solicitar apoyo.
«Aquí hay instalaciones que se utilizan únicamente el fin de semana para la catequesis, pero el resto de la semana no, y qué mejor que se usen para darles consuelo, fortaleza y refugio a los migrantes. Han llegado momentos difíciles, de crisis, como sucedió con los haitianos que sobresaturaron la Catedral, pero gracias a Cristina y a su equipo todo salió adelante”, recordó el padre Eduardo.
El ver de cerca la entrega tanto del sacerdote columbano, Guillermo Morton, así como de Cristina y todo el equipo de voluntarios, el padre Hayen se dijo motivado a apoyar.
“Las iglesias, en lo posible, deben estar disponibles para ayudar a estas personas que tanto lo necesitan”, dijo.
Ante este reconocimiento como Discípulos de Jesús 2022, el padre Hayen dijo que este grupo es un ejemplo de lo que es la caridad cristiana a las personas más desposeídas y vulnerables como son los hermanos migrantes.
“Son un ejemplo de que el evangelio se hace realidad en nuestra tierra, en nuestra comunidad. La atención a migrantes nos interpela, lo dijo el papa Francisco cuando vino a Ciudad Juárez y es una realidad prioritaria en la diócesis. Personas tan entregadas como este equipo son un estímulo para vivir el evangelio y poner el amor de Cristo que hay en nuestro corazón en acción”, finalizó.