La diócesis agradeció la misión que han desempeñado durante este tiempo, para atender a los jóvenes en condiciones de vulnerabilidad.
Diana Adriano
La comunidad salesiana en Ciudad Juárez y su asociación civil Desarrollo Juvenil del Norte celebraron el aniversario número 30 de estar al servicio de los jóvenes juarenses.
Por ello realizaron la gran Fiesta de la gratitud el pasado 23 de octubre, cuando muchos beneficiarios y bienhechores de la Obra salesiana se reunieron en El Punto con gran alegría.
En la verbena popular se ofrecieron antojitos mexicanos, hubo juegos mecánicos, así como la presentación de grupos musicales y números artísticos preparados por los jóvenes de los diferentes oratorios.
Una obra maravillosa
En un primer momento se celebró una misa de acción de gracias presidida por el señor obispo, don José Guadalupe Torres Campos y concelebrada por los sacerdotes salesianos de Don Bosco: Ernesto Hernández Ruiz, actual director de la obra salesiana en Ciudad Juárez, Antonio Preciado; Juan Carlos Quirarte, ex director; Rogelio Aguado, ex director, así como el padre Osvaldo Gorzegno, fundador y primer director de la obra salesiana en Ciudad Juárez.
En su homilía, el señor obispo compartió la alegría y el agradecimiento que siente por “30 años de dicha, trabajo y gozo en el Señor”, dijo.
“La presencia Salesiana entre nosotros es una bendición y un regalo de Dios, a través del cual nos llena de su amor, nos bendice con su misericordia y se nos hace cercano como un amigo”, compartió el obispo.
Dijo que es importante que los hermanos salesianos se dejen conducir con la fuerza del Espíritu Santo para seguir con este proyecto.
“Hace 30 años, inspirados por la sabiduría y con la fuerza de su Espíritu, los salesianos sintieron ese impulso de venir a Ciudad Juárez, a una tierra extraña, al desierto. Qué hermoso llamado nos ha dejado san Juan Bosco, que ustedes se encargan de transmitir a través de su obra”, añadió don Guadalupe.
Al concluir su homilía, resaltó que en los tres oratorios salesianos en la ciudad, sin duda se plasma y se vive el amor de Dios, particularmente con los niños, jóvenes y adolescentes.
Agradecimiento especial
Al concluir la celebración eucarística, el padre Ernesto Hernández, director, agradeció al señor obispo por el testimonio de cariño y cercanía que siempre ha tenido con la obra salesiana.
“Muchas gracias monseñor por acompañarnos en estos momentos tan significativos y darnos este signo de comunión con toda nuestra diócesis”, dijo el sacerdote salesiano.
Asimismo, agradeció a cada uno de los hermanos salesianos presentes en este festejo, y que durante todo este tiempo han brindado su cariño, su atención y su compañía en cada uno de los oratorios.
“Les agradecemos a cada uno de ustedes, laicos, que son parte importante del carisma salesiano, tantos colaboradores, tantos servidores y tantos jóvenes que han participado y son ejemplo para otros jóvenes. ¡Los queremos!”, finalizó el padre Ernesto.
Para saber…
La presencia salesiana en esta ciudad fue fruto de una triple invitación: por parte de la Iglesia local, representada por su entonces obispo Don Manuel Talamás; por la sociedad civil, mediante un grupo de familias inquietas por buscar alternativas de intervención a favor de la juventud; y por parte del propio Gobierno, que hizo viable que el sistema educativo salesiano se sumara al esfuerzo por el fortalecimiento social en el ámbito de las juventudes más necesitadas de esta zona fronteriza.
Los primeros salesianos llegaron a Ciudad Juárez en 1991 y junto con algunos jóvenes voluntarios comenzaron a transmitir, en ámbitos no formales, educación con el carisma salesiano. Hoy cuentan con tres oratorios donde se imparte formación educativa, para el trabajo y espritual.