80 seminaristas que salieron de vacaciones harán apostolado en diversas parroquias de la diócesis…Entérate cómo viven su descanso estos jóvenes que aspiran al sacerdocio
Claudia Iveth Robles
Se les ve en las parroquias trabajando con niños, jóvenes o adultos, otros ayudando a jóvenes a descubrir su vocación en la vida impartiendo cursos o incluso preparandose fuera de la ciudad. Ellos son los seminaristas que incluso en vacaciones sirven a Dios.
El padre Armando Benavides, coordinador de la Dimensión Pastoral del Seminario desde hace tres años, dijo que hay alrededor de 80 seminaristas de Ciudad Juárez, a quienes, en vacaciones, se les pide presten su apostolado en las diferentes parroquias y movimientos de la diócesis.
Explicó que se envía a los seminaristas a servir en diferentes parroquias o movimientos considerando varios aspectos: la etapa que estudian, el momento que viven, sus cualidades personales y también las necesidades de la diócesis, así como las peticiones de los párrocos.
“Es una decisión que cae en mi persona como encargado, lo hago siempre consultando al equipo formador y a un equipo de pastoral de seminaristas y también hablo con los muchachos implicados”, dijo el sacerdote al alcarar que primeramente pide la iluminación de Dios para favorecer los apostolados.
Preparación previa
“El apostolado no solamente es ir a hacer, sino ir a aprender”, dijo el padre Benavides al aclarar que durante el año de de filosofía se imparte un taller de apostolado y de pastoral, en el que se busca que los muchachos adquieran experiencia de encontrarse con la comunidad y con los párrocos.
El sacerdote explicó que los párrocos solicitan apoyo en el mes de Julio, cuando los seminaristas descansan de su actividad académica.
“Básicamente el apostolado de las parroquias, es trabajo con niños, adolescentes y jóvenes, en la actividad llamada “Vacaciones con Jesús”.
Otros apoyan a los equipos liturgía, monaguillos, pero principalmente trabajan con niños, adolescentes y jóvenes.
Explicó que otros muchachos hacen campamentos fuera de la ciudad, por ejemplo en la Sierra Tarahumara.
Hay quienes se dispersan
Pero también las vacaciones suelen generar momentos de dispersión, por lo que es importante seguir orando por los seminaristas.
“La tentación está siempre, incluso en el Seminario, pero les insistimos que son seminaristas dentro y fuera”, dijo al compartir una broma que hacían sobre una parroquia, a la que les decían que “no mandaran seminaristas, porque las muchachas los sacaban del Seminario”.
“No se tiene que encerrar al seminarista en una burbuja. Tiene que salir, saber convivir con respeto con la mujer y saber tener buenas amigas”, afirmó.
Dijo que algunos seminaristas incluso optan por trabajar cuando están en su casa, de vacaciones, “pero igual se acercan a su parroquia de origen a apoyar”, dijo.
Cuestionado sobre si las vacaciones suelen llevar a los muchachos a tomar la decisión de dejar el Seminario, el padre Armando dijo que cuando un seminarista expresa ese deseo, Siempre se le pide acercarse al su formador, a su director espiritual para trabajar en ello.
“No es bueno tomar una decisión precipitada, ni tomar un decision sin acompañar…a veces salen y me ha tocado que sigan siendo muchachos muy Buenos, ya con sus familias, pero otros siguen y se ordenan sacerdotes”, aseveró.
Una bella experiencia
Para el el sacerdote, la experiencia del apostolado es muy bella para los seminaristas, ya que aprenden en la vida lo que viven en sus clases, en la oración, y en la formación humana.
Aunque reconoció que también hay situaciones dificiles que se presentan.
“Quizás en su apostolado no hay la respuesta que esperaban o sienten que les faltó preparación ó que el párroco es muy exigente”, dijo.
Con relación a los seminaristas que van fuera de la ciudad a vivir una experiencia, dijo que viven retiros, paseos y reciben acompañamiento psicológico, con el fin de reforzar su dimensión personal.
A otros seminaristas se les pide complementar su formación en ciertas áreas específicas fuera de la ciudad. Por ejemplo en este verano hay algunos que van a ser su experiencia con los sacerdotes paulinos para prepararse en medios de comunicación social.
Otros se prepararan en Doctrina Social de la Iglesia y acudirán a la Ciudad de México.
Dos teologos acudirán a un curso de Teología Pastoral en la Unversidad Pontificia de México y dos seminaristas más partirán a Guadalajara a estudiar música sacra, mientras otros van a realizar sus examenes finales tanto de filosofía como teología.
Orar por ellos
“Lo más importante es orar por los seminaristas, y por los sacerdotes, para que se mantengan firmes. No sólo ayuda a su vocación, sino a la Iglesia, para que sigamos caminando hacia adelante” dijo el padre Armando a la comunidad diocesana.
Añadió: “Detrás de cada historia de un muchacho seminarista está también la mano de Dios, es algo muy interesante para valorar, es un don… cariño y oración es lo más importante”, puntualizó.
Compromiso en el apostolado
* Dar testimonio de vida.
* Cumplir con ciertos requisitos u obligaciones que pide la parroquia
* Convivir con el párroco
* Saber escuchar y acompañar a la gente para que aprendan a ser pastores.