Después de haber cerrado sus puertas a principios del mes de agosto debido a problemas administrativos, surgió una esperanza para que el Hospital Santa María ofrezca de nueva cuenta sus servicios a la comunidad más desprotegida.
Así lo compartió el padre Aristeo Baca, fundador del Complejo social Santa María.
Visita de superiora
Hace una semana estuvo en Ciudad Juárez la hermana Patricia Pérez, superiora general de las Hijas Mínimas de María Inmaculada, quien junto con dos religiosas del consejo de la congregación conoció la situación del hospital en cuanto al edificio y el instrumental con el que cuenta.
“Los doctores del FEMAP se portaron muy honestos. Se pusieron a disposición de las religiosas para cualquier consejería y reactivar el hospital a la brevedad. Las religiosas hicieron un recorrido por todas las instalaciones y les gustó mucho porque realmente está bien equipado”, compartió el padre Aristeo.
Añadió que la hermana Patricia se fue muy animada y con el compromiso de sostener una reunión con dos administradores de empresas y una religiosa que cuenta con el don y la habilidad para administrar hospitales.
“La hermana Paty me dijo que muy probablemente se van a hacer cargo del hospital, pero que pronto regresarán a dar la respuesta definitiva. Confío en Dios que el hospital caiga en las buenas manos de las religiosas por su eficiencia en la administración y por su trasparencia”, resaltó el sacerdote.
Añadió que en dado caso de que la congregación se haga cargo de la administración del hospital, sería una religiosa la administradora del nosocomio, pues cuentan con amplia experiencia, ya que administran siete hospitales en todo el país.
“No creo que pase este año sin que ya este funcionando otra vez el hospital. Confío en mi padre Dios que las cosas se den como Él quiere y cuando quiera, en manos de religiosas, para que no deje de ser un signo de la presencia de la Iglesia en el campo de la salud”, finalizó.
Asilo, casi listo
Otro aspecto que la superiora de las Hijas Minimas vino a revisar es el nuevo asilo de ancianos, cuya construcción está por concluir.
“Ya tenemos el organigrama, el numero de personas que se requieren. Vamos a empezar del punto mas bajo e ir creciendo según la demanda de beneficiarios. Espero que estemos viviendo en el asilo a mediados de octubre”, dijo el sacerdote.
Este nuevo proyecto para ancianos, ubicado cerca de la Cementera, albergará a 125 adultos mayores, 100 de ellos de manera gratuita y que se encuentren en total desamparo, los 25 restantes en un espacio privado que puedan pagar sus familias.