Ana María Ibarra
De una manera innovadora y divertida, catequistas de la parroquia Cristo Rey realizaron el examen de oraciones en la etapa final del curso de catequesis familiar y para ello contaron con el apoyo de servidores de otros ministerios.
Un rally de oraciones fue la manera en que los niños demostraron su aprendizaje, jugaron y recibieron algunas golosinas como premio.
Aprendizaje y diversión
El examen se realizó durante dos domingos -01 y 08 de junio- para no abrumar a los niños y darles oportunidad de que se aprendieran aquellas oraciones con las que tuvieran dificultad.
En total, los pequeños recitaron 17 oraciones, entre ellas el Padre Nuestro, Ave María, el Credo, el Acto de contrición, el Angelus, el Ángel de la guarda, la oración por las vocaciones, entre otras más.
La dinámica consistió en invitar a los servidores de la comunidad para que participaran como sinodales, tendiendo como tarea el escuchar las oraciones de los niños. Las plegarias estuvieron agrupadas en un carnet por colores, que fueron utilizados en las mesas de los sinodales, quienes, al escuchar correctamente la oración, firmaron el carnet y entregaron a los niños un boleto para participar en algún juego de destreza. Después de jugar, se le otorgó una golosina.
Dinámica para todos
“Este es nuestro tercer año con esta dinámica. Años anteriores los papás también quisieron participar así que, pasan con el sinodal y dicen las oraciones. Hicimos carnet y boletos para los adultos. Las oraciones son las que aprendimos en el transcurso del ciclo”, expuso Juan Lozano, catequista encargado del rally.
Dijo que este proyecto surgió a hace tres años con la intención de hacer atractivo el proceso de examen.
“Meterlos al salón es tedioso. Van toda la semana a la escuela. El Espíritu Santo nos iluminó para hacer este proceso atractivo y los juegos los hicimos con material reciclable. Poco a poco los hemos ido mejorando”, señaló.
Para el catequista esta iniciativa ha sido positiva pues los niños no se ponen tan nerviosos, al contrario, se motivan para aprenderse las oraciones, participar en los juegos y recibir su premio.
“Nos gustaría compartir esta dinámica del rally de oraciones con la comunidad que guste probar otra manera de impulsar a los niños. Les podemos llevar el rally para que lo vean y decidan si quieren incluirlo en un futuro, o bien, nosotros ya tenemos todo el material y se los podemos llevar y coordinarlo”, propuso el catequista.