Diana Adriano
Del 4 al 6 de junio, la parroquia María Madre de la Iglesia celebró su fiesta patronal con un profundo espíritu de oración y reflexión mariana. La celebración cobra un sentido especial para la comunidad, desde que en 2018 el Papa Francisco instituyó esta memoria litúrgica para el lunes posterior a Pentecostés, reconociendo el papel maternal de María en la vida de la Iglesia naciente y en cada uno de sus fieles.
Rasgos de María
Durante el Triduo, la Hermana Georgina Onofre, MMD ofreció meditaciones centradas en los rasgos más íntimos de la Virgen: su silencio fecundo, su fe inquebrantable y su palabra llena de sabiduría.
“El silencio de María no es pasividad, es contemplación; cuando habla, pronuncia palabras que transforman la historia: ‘Hagan lo que Él les diga’”, explicó la religiosa, destacando el papel profético de la Madre de Dios.
La hermana Georgina invitó a los fieles a contemplar cómo, a través de María, la Iglesia continúa su misión de llevar consuelo y justicia al mundo:
“María canta el Magníficat y proclama que Dios derriba a los poderosos y enaltece a los humildes; ese mismo espíritu anima a la Iglesia a fundar hospitales, orfanatos, escuelas y asilos para los más pobres y olvidados. Allí está el rostro materno de la Iglesia, reflejo del corazón de María.”
La doctora en Mariología recordó cómo la Virgen sigue intercediendo en la historia, inspirando a congregaciones y laicos que entregan su vida al servicio de los enfermos, los abandonados, los niños huérfanos, los ancianos solos, e incluso a aquellos enfermos que muchos rechazan.
“Jóvenes hermosos que, como María, dicen ‘sí’ y se convierten en manos de misericordia para los desamparados”.
Párroco agradece
El Triduo Mariano permitió a la comunidad renovar su confianza en María como Madre y Maestra, ejemplo de fe y de entrega total a la voluntad de Dios.
Como expresó la hermana Georgina: “En el corazón de María late el corazón de la Iglesia: una Iglesia que acoge, que sana, que defiende los derechos de los más pequeños, que es madre como Ella lo es”.
Por otra parte, el párroco de la comunidad, el padre José Ríos, agradeció la participación de la hermana Misionera de María Dolorosa, destacando el aporte de sus enseñanzas para profundizar en el conocimiento y amor a la Virgen María.