Ana María Ibarra
Con la finalidad de apoyar el retorno de dos familias migrantes a sus lugares de origen, la Misión Columbana y Casa de Acogida San Columbano, organizaron una venta solidaria el pasado mes de diciembre. Para esta venta se contó con la donación de una persona de Oaxaca quien aportó café, cacahuates y chocolate de aquel Estado, además de poner a la venta bolsas bordadas por mujeres migrantes y algunas otras manualidades también donadas.
Cristina Coronado, de la Misión Columbana y Casa de Acogida San Columbano, fue la encargada de atender el espacio que se les proporcionó en la cafetería local Café San Ángel.
“Esta venta solidaria es para apoyar a unas familias que vivían con nosotros en la Casa de Acogida y regresaron a su país de origen. Estamos buscando apoyarlas desde acá para que puedan rehacer su vida en su país”, explicó Cristina.
Las mujeres, quienes estuvieron en esta frontera y aprendieron a bordar en el programa que se lleva a cabo en la Casa de Acogida, buscan dedicarse a esta actividad para subsistir en su tierra, sin embargo, tras su llegada, una de ellas dio a luz y tiene tres hijos más, por lo que le es difícil autoemplearse.
“Hicimos el compromiso de ayudarle y apoyar su retorno, porque a su esposo aquí lo asesinaron. Un donante nos regaló esta mercancía de Oaxaca. Lo que obtengamos se lo enviaremos a ella. Como columbanos estamos enviando una cantidad para ayudarle a sostenerse mientras se recupera. Ella se regresó a Guatemala y tiene buscar cómo continuar su vida”, dijo Cristina.
Mercado solidario
Para Cristina, esas actividades es una forma de involucrar a la comunidad a apoyar a gente que está regresando a sus lugares de origen.
“Seguramente tendremos otros puntos de venta, pero todavía no tenemos un plan concreto”, señaló.
Compartió que anualmente, junto con otros grupos, realizan una venta previa a la Navidad en El Paso, Texas, donde participan unas quince comunidades para ofrecer diversos artículos.
Con estas actividades están iniciando un mercado solidario permanente para ayudar a los migrantes.
“Aquí estamos vendiendo bolsas bordadas, que son parte del trabajo de los programas que se realizan en la Casa de Acogida y de la Catedral para mujeres que están esperando sus citas, es un trabajo para que puedan aguantar un poco más su estancia”, afirmó.
Dijo que se buscaran los medios para informar a la comunidad sobre sus próximas ventas solidarias y que cada vez sean más personas las que ayuden a solventar necesidades de hermanos en movilidad.