Autor: Juan Jesús Hernández
En nuestra Ciudad Juárez existe un alarmante numero de divorcios y en últimas fechas estos divorcios tienen la característica de que se dieron por una “ciber aventura” es decir, alguno de los cónyuges tuvo una “relación sentimental” con alguna otra persona a través del Internet, redes sociales o chats. En algunas ocasiones se concretizó el encuentro, en otros no, sin embargo esto terminó con el matrimonio.
Sin lugar a dudas, uno de los factores perjudiciales en una relación de pareja es la falta de comunicación. Y en últimas fechas, las redes sociales o los aparatos de comunicación electrónica como los celulares, ipods, tablets, etc, están distanciando a las personas a pesar de la cercanía física, y se fomenta la falta de comunicación en las parejas y en las familias.
Esto es un caldo de cultivo para las infidelidades, es aquí donde se dan un sinnúmero de malos entendidos y malas interpretaciones, es aquí donde surgen las oportunidades de conocer más gente de muchas partes del mundo, es aquí donde muchos a la sombra de un monitor, o la distancia cibernética se convierten en unos “donjuanes”.
O aquella mujer que no es atendida por su marido, que no se siente querida, comprendida, amada, puede encontrar en este tipo de situaciones “el amor de su vida”, que en no pocos casos viene a destruir a la familia.
Las Infidelidades a través de la red, con la utilización de falsos perfiles privados de personas casadas que buscan un furtivo encuentro, han disparado los argumentos que fundamentan una petición como la del divorcio, tanto como el que tu pareja te espíe a través de la red con un nombre falso, y que caigamos en la «maldita» tentación.
Las Redes sociales se han convertido en el sistema ideal para hacer contactos, reunirse e intercambiar ideas con amigos o nuevos conocidos, pero también son ideales para fomentar y aumentar los celos en las parejas.
Hay cuatro elementos que contribuyen a generar desconfianza y celos entre los usuarios de las redes sociales: el primer punto es el acceso a la información, gracias a los datos privados que se hacen públicos en la Red.
El segundo elemento tiene relación con la adicción a las páginas. También influye el temperamento y la personalidad de cada persona, por lo que las Redes sociales pueden resultar peligrosas en manos de personas inseguras con su relación o muy controladoras. Cuando en la pareja hay comunicación, respeto, honestidad, compromiso y responsabilidad, las posibilidades de una infidelidad, ya sea real o cibernética son mínimas.
Busquemos siempre que Dios fortalezaza el sacramento del matrimonio a través de la comunicación, el diálogo, el acuerdo, acercarse a los sacramentos, orar juntos, comulgar y estar siempre en gracia para desechar las tentaciones y vencer siempre el mal.