Ana María Ibarra
Llenos de gozo, diez seminaristas recibieron de manos del obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos la institución de ministerios laicales, cinco jóvenes para el ministerio del lectorado y cinco para el acolitado.
Fue el pasado lunes 15 de mayo cuando se celebró la misa de institución, en el Seminario Conciliar.
Candidatos llamados
Diego Carreón, Daniel Chavira, Alonso Martínez, Javier Villegas y Christian García, son los cinco jóvenes seminaristas que recibieron el ministerio del acolitado, cuyas funciones serán ayudar al diácono y servir al sacerdote en las funciones litúrgicas, especialmente en la misa, además de que están autorizados para distribuir la Sagrada Comunión.
Mientras tanto, Javier Álvarez, Martín García, Álvaro Morales, Manuel Salaiz y Gustavo Valenzuela, fueron instituidos lectores para leer Sagradas Escrituras.
Después de la proclamación del Evangelio, el diácono llamó a los candidatos al lectorado y a los candidatos al ministerio del acolitado. Los jóvenes respondieron presente y se dispusieron a escuchar la homilía del obispo quien los saludó con afecto.
Maestro y discípulo
El obispo reflexionó a la luz de la Palabra resaltando la relación íntima entre el discípulo y el maestro, Jesús.
“Si no tenemos esa relación con Jesús ¿qué vamos a proclamar? Se puede expresar de memoria lo aprendido, pero estar con Jesús nos hace dar testimonio”, expresó el obispo.
Dirigiéndose a los candidatos, añadió: “Queridos jóvenes, esta tarde recibirán un ministerio y esto quiere decir que han avanzado en el conocimiento de Jesús, llevando una vida de oración profunda. El Señor les corresponde dándoles este regalo de lectores y acólitos”.
Les recordó que deben seguir siendo dóciles al Espíritu Santo y a sus dones ya que serán ministros ayudando al obispo y al presbiterio en el servicio del altar.
“Los invito a disponer su corazón. Se han preparado para este momento.
Perseveren, crezcan en el conocimiento de Jesús y la fe”.
Ya son lectores y acólitos
Después de su homilía el obispo realizó la oración para instituir el ministerio de lectorado a los cinco candidatos pidiendo a Dios su auxilio para que los nuevos ministros prediquen a Cristo, glorifiquen al Padre Celestial y lo anuncien con fidelidad a los hermanos.
Los jóvenes recibieron la encomienda de transmitir fielmente la Palabra de Dios para que sea viva y eficaz en el corazón de los hombres.
De igual manera oró por aquellos que recibirían el ministerio del acolitado pidiendo a Dios su fuerza para servir con fidelidad a su Iglesia.
El obispo les entregó el copón con el pan para la celebración de la Eucaristía con la encomienda de vivir de tal mera que puedan servir a la mesa del Señor y de la Iglesia.
Concluido el rito, la asamblea continuó con la celebración con gran alegría.
Los jóvenes fueron felicitados al final con un aplauso de parte de la comunidad ahí reunida, que se comprometió a seguir orando por ellos.