Obispo y religiosa que vivieron en Medio Oriente, compartieron su experiencia con la persecución religiosa que se vive en Siria…comparten dramáticos testimonios…
Ana María Ibarra
Al grito de ¡Viva Cristo Rey! inició el pasado viernes 4 de noviembre la conferencia sobre la persecución religiosa que se vive en Medio Oriente en la que una religiosa de la Sociedad del Verbo Encarnado que realizó servicio en Siria, y el obispo eparca de la Iglesia Siria en Estados Unidos, Yousif Habash, compartieron su testimonio sobre los ataques al pueblo cristiano de aquel lugar.
Antes de la participación de los expositores, el padre Eduardo Hayen, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe Catedral, dirigió la oración y una reflexión sobre la persecución religiosa en el mundo antiguo, así como el caminar del cristianismo en Siria.
Conferencia obispo Yousif
Un claro ataque por destruir la raíz del cristianismo, es lo que la Iglesia de Irak vive desde hace varios años. El obispo Yousif Habash, nacido en Irak y actualmente jerarca de la Iglesia Ortodoxa Siria en Estados Unidos compartió con la comunidad juarense un poco de la historia de destrucción que vive el pueblo de Irak.
Motivado
Visiblemente conmovido por el gozo manifiesto por los asistentes durante las alabanzas, el obispo Yousif expresó su amor por México y los motivó a no perder la esperanza y seguir siendo fieles a Jesús.
“Quiero agradecerles y decirles, bendito sea el nombre de Cristo. ¡Viva México! Qué gran Iglesia son ustedes, qué creyentes tan fieles de Jesús son ustedes. Por favor, mantengan ese gozo, les suplico que no permitan que jamás nadie se lleve ese gozo, que nadie les robe la esperanza, ustedes merecen dignidad y respeto, los quiero”, dijo el obispo Yousif, lo que arrancó sonoros aplausos de los fieles.
El obispo expresó su tristeza por lo que sucede en Irak, su lugar de origen, sin embargo, dijo haber encontrado esa noche la paz y la esperanza.
“Estaba muy triste por lo que pasa en Irak, pero cuando me encuentro aquí, entre ustedes, se me olvida este sufrimiento y en mi corazón, en mi alma, en mi espíritu renace nuevamente la esperanza. Está mi corazón tan contento que quisiera que la gente de Irak vinieran a ver este maravilloso amor que le tienen a Jesús”, afirmó.
Iglesia de Irak
El obispo iraquí compartió que los ataques contra la Iglesia de Irak intentan destruir las raíces de la Iglesia, pues el cristianismo nació precisamente en esa región, la antigua Mesopotamia, hace dos mil años, con la llegada del Apóstol Tomás, quien llegó a proclamar la palabra de Dios.
“Cuando me preguntan si en Irak hay gente católica me siento ofendido. Somos católicos y cristianos antes que el Santo Padre. Desde el primer siglo el cristianismo está presente en Irak, en Mesopotamia y sigue floreciendo. Ahora quieren sacar de raíz el cristianismo de la tierra de Irak”, compartió el obispo.
Afirmó que muchas personas, especialmente los políticos, intentan quebrar las ramas del cristianismo, pero los ataques fortalecen al pueblo cristiano de Irak.
“El cristianismo en Irak llegó para quedarse para siempre. Somos más fuertes y estamos mucho mejor que antes de toda esta muerte”, afirmó.
Monseñor Yousif compartió que la Iglesia de Irak no ha perdido la esperanza ante la persecución que de hace muchos años.
“Siempre hemos sido perseguidos, pero estamos llenos de esperanza. La Iglesia de Irak cree que Jesús está vivo en todas partes. Se le puede hacer daño a la gente, pero no se le puede hacer daño a la victoria de la Iglesia, porque proviene de la resurrección de Cristo”, expresó.
Ataque en Bagdad
El ponente explicó a la atenta audiencia que uno de los primeros ataques a la Iglesia de Irak fue a la Catedral de Nuestra Señora de la Salvación, en la capital, Bagdad, donde murieron más de cuarenta personas y quedaron heridas otros 150 fieles.
“Eran 300 personas que se encontraban celebrando la Liturgia. El padre Daniel, de unos 30 años, celebraba la misa y otro sacerdote. De repente, un grupo atacó la iglesia, cerraron las puertas, comenzaron a predicar en islam y a matar a la gente en la iglesia”, narró el jerarca ortodoxo.
Esa misma tarde, narró, fueron decapitados los dos sacerdotes y un niño de cuatro años llamado Adam, quien unos minutos antes gritaba al grupo del Isis que detuvieran la masacre.
“Lo decapitaron como a un pequeño cordero. Fueron cuarenta y siete mártires asesinados en la iglesia ese día y más de 150 personas heridas. Esto es solamente un pequeño relato de lo que fui testigo, porque he sido testigo de muchas pruebas de la fortaleza y de fe de la Iglesia de Irak”, expresó el obispo.
Añadió que en Bagdad, 62 iglesias fueron quemadas y actualmente hay otra ciudad del sur de Irak que está casi vacía, pues quedan solamente 3 o 4 templos.
Hay un plan de destrucción
El obispo recordó que hace muchos años el cristianismo florecía, pero hoy, varias ciudades de Irak se están quedando sin cristianos, muchos han sido asesinados y otros se han desplazado a la zona norte.
“La ciudad de Mosul está casi sin población cristiana. Nunca en la historia había ocurrido que Mosul no tuviera misas dominicales, pero esto ocurrió cuando llegó Isis”, relató el expositor para luego dejar claro:
“Las fuerzas políticas de los países poderosos del mundo permiten el rompimiento del cristianismo. El plan es muy claro, erradicar el cristianismo del Medio Oriente”, dijo.
Explicó que las razones de destrucción son políticas, ya que si la población cristiana crece, será una fuerza muy grande en Medio Oriente.
“Los cristianos somos la primera fuerza positiva. ¿Por qué perseguir a los que intentan fomentar la paz? La respuesta es muy clara: Nuestro Señor Jesucristo buscaba la dignidad del necesitado, quería la justicia y fue perseguido, lo mataron y nos dijo “si me siguen van a sufrir persecuciones”, expresó.
Afirmó que no es fácil ser cristiano cuando a las naciones solo les interesa el poder y la economía.
“Cuando nos sacaron de nuestros lugares la gente se dirigió hacia el desierto norte de Irak y en dos años construyeron iglesias y escuelas. En la Iglesia de Irak no nos rendimos, no renunciamos, creemos en Jesús. Nunca vamos a morir, no nos van a terminar”.
Llamado
Convencido de que sin cristianismo las naciones no tienen futuro, el obispo Yousif motivó a la comunidad a pedir misericordia para toda la humanidad y a ser fieles al cristianismo.
“El mundo no va a tener paz sin cristianismo. Ustedes pasaron por tiempos difíciles. Sean fieles a su cristianismo, a su fe católica. Dios bendiga a México”, finalizó.
“Cuando nos sacaron de nuestros lugares la gente se dirigió hacia el desierto norte de Irak y en dos años construyeron iglesias y escuelas. En la Iglesia de Irak no nos rendimos, no renunciamos, creemos en Jesús. Nunca vamos a morir, no nos van a terminar”.
Obispo Yousif Habash