Ana María Ibarra
Como parte de su ministerio, el grupo ARCA, caridad juvenil de la parroquia San Mateo, llevó alegría a familias de las colonias Periodista y Chihuahua a través de una posada para 500 niños y la entrega de 400 despensas a familias.
Estas actividades se realizaron gracias al apoyo de jóvenes de las capillas San José y La Ascensión, de la parroquia Santa Cecilia.
Apoyados por comunidad
Istibal Ocón, coordinador del Grupo ARCA, compartió que fue gracias al padre Aurelio Saldívar, párroco de San Mateo, que contactaron a jóvenes de la capilla San José, de la colonia Chihuahua.
“Ellos nos ayudarán a coordinar esta actividad. Nos dijeron que años atrás se entregaba despensa a las familias, pero ya tenían algún tiempo sin hacerlo y decidimos retomarlo. Estuvimos tres semanas aproximadamente haciendo censos en ese sector. Fueron 400 despensas y ropa lo que llevamos para repartir el domingo 17 de diciembre”, compartió Istibal.
Istibal dijo que a pesar del censo algunas familias no abrieron sus puertas, sin embargo, algunas personas que los vieron se les acercaron solicitando la ayuda.
Para esta actividad, el grupo ARCA contó con el apoyo de la comunidad de San Mateo, ya que fue ahí donde recibieron los donativos de alimento para las despensas y la ropa. Además, algunos miembros de la comunidad les apoyaron con el armado de despensas.
Previo a la entrega de despensas, ARCA realizó una posada para 500 niños de la capilla La Ascensión, en la colonia Periodista.
«Le dimos de comer pizza, hot dogs, nachos, hicimos juegos para que pudiera correr y jugar y a los ganadores les dimos regalos, también les dimos dulces. Nos acompañó otro grupo de San Mateo y nos ayudaron con las alabanzas. Los niños rompieron piñatas y les dimos juguetes”, compartió el coordinador.
Vale la pena
Llenos de amor y satisfacción por estas actividades, los jóvenes de ARCA continuarán sirviendo en los lugares más necesitados, sobre todo en este tiempo de Navidad, sin importar el cansancio físico que puedan sentir.
“Realmente es cansado, pero es muy bonito poder ayudar a la gente, y poder ver también cómo nuestra gente aquí en la parroquia San Mateo nos ayuda en nuestras actividades”, dijo.
Añadió que es una alegría ver el rostro emocionado de sus compañeros del grupo.
«Valió la pena cada momento. Con los niños es increíble, pues cada niño tiene su chispa, su dinamismo. Los chicos de Confirmaciones que nos acompañaron estaban contentos jugando con los niños. Es una experiencia totalmente diferente y algo muy bonito entregar todo lo que nace del corazón y de la buena voluntad de la comunidad”, concluyó.