Al propósito de la pasada Semana Santa 2022, presentamos la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo vista por un Cirujano en la Sábana Santa.
Presencia
En una presentación que realizó en el Seminario Conciliar de Ciudad Juárez, la doctora María Teresa Zorrilla de Valenzuela explicó, desde el punto de vista médico, de la Anatomía y la Fisiología, algunos de los numerosos signos que se encuentran en la Imagen del Hombre de la Sábana Santa, de los cuales se infieren los síntomas que presentó Él, durante su Pasión y Muerte.
La Sabana Santa o Síndone, es el objeto arqueológico más estudiado del mundo por los científicos de manera interdisciplinar, en los últimos 120 años y continúa siendo objeto de estudio.
En 1898 en Turín durante la ostensión de la Síndone, el abogado italiano Secondo Pia, aficionado a la fotografía, tomó por primera vez, una fotografía de la Síndone y obtuvo, para su asombro, un negativo natural. Fue a partir de ese momento que se iniciaron los estudios científicos de investigación de la Sábana Santa,
En el campo de la Medicina han sido muchos los médicos especialistas, de diferentes partes del mundo que la han venido estudiando. El primero en iniciar los estudios de Medicina Forense, en la Sábana Santa, fue el Doctor Pierre Barbet, catedrático de la facultad de Medicina en Paris, Francia.
A través de muchos años de investigación, el doctor Barbet hizo grandes aportaciones en el tema de la Sábana Santa y la Medicina Forense, estas aportaciones se pueden encontrar en su libro “La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo vista por un Cirujano, libro que sigue siendo un referente, para todos los científicos que continúan con trabajos de investigación.
La doctora Teresa Zorrilla es Miembro del Centro Mexicano de Sindonología -fundado por el Cardenal Corripio Ahumada para “profundizar en el estudio de la Sábana Santa (Síndone) desde los diversos puntos de vista: religioso, científico, histórico, arqueológico, médico, etcétera, y difundir por los medios más adecuados a su alcance estos estudios, así como el mensaje de la Sábana Santa”.-
El Centro Mexicano de Sindonologia, se encuentra afiliado al Centro Italiano de Sindonología , con sede en Turín.
Durante su presentación del pasado 18 de marzo, la doctora Zorrilla mostró algunos de los principales signos, del sufrimiento que presentó durante su Pasión y Muerte, el Hombre que dejó su impronta en la Sábana Santa.
Presentamos una parte de las explicaciones, como una forma de ayudar a nuestros lectores a llevar a cabo una reflexión profunda de la Pasión y Muerte de Cristo Nuestro Señor, EL que siendo Dios, sufrió como Hombre, su Pasión y Muerte, por Amor a cada uno de nosotros.
Y lo más importante es, que después de tanto sufrimiento en la Cruz, con su Gloriosa Resurrección nos ha ganado nuestra propia resurrección y la Vida Eterna.
Varias condiciones
De acuerdo con los estudios que han venido realizando muchos médicos entre ellos Baima Bollone y Pierre Barbet, Cristo padeció varias condiciones desde la oración en el Huerto de Getsemaní, hasta su crucifixión y muerte. Desde síndrome de estrés extremo, síndrome de corazón roto o miocardiopatía de Takotsubo, insuficiencia cardíaca, shock hipovolémico, politraumatismos, insuficiencia respiratoria, asfixia e infarto agudo entre otros.
Estos mismos médicos descubrieron en la Sábana Santa, sangre humana del Grupo AB.
Este mismo tipo de sangre se ha identificado en el Sudario de Oviedo y en los muchos Milagros Eucarísticos que se encuentran en muchas partes del mundo.
1.En la oración en el Huerto de Getsemaní, Cristo padeció hematidrosis (sudó sangre y agua)
“Pero Él, puesto en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas de sangre que caían por tierra “ ( Lc 22. 43-44 )
Es una patología documentada en la literatura médica. Se trata de una respuesta fisiológica a una situación de estrés máximo. Se ha descrito en personas que sabían que iban a morir en breve, de manera dolorosa, como los condenados a muerte o en situaciones de guerra. Históricamente se describió en la persona de Jesucristo.
2.Síndrome de corazón roto
En el Huerto, Jesús también vivió esta afección cardiaca provocada por situaciones estresantes y emociones extremas, conocido como Síndrome de Takotsubo, descrito por primera vez en Japón y llamado así en alusión a una vasija abombada y con el cuello estrecho, usada tradicionalmente entre los pescadores japoneses para atrapar pulpos. En el síndrome existe un daño miocárdico transitorio por el cual parte del corazón (generalmente el ventrículo izquierdo) adquiere una forma similar a una trampa para pulpos.
Algunos síntomas que se pueden presentar en el síndrome de Takotsubo
- Dolor agudo en el pecho
- Falta de aire, dificultad para respirar
- Sudoración profusa
- Arritmias
- Nausea
- Vómitos
- Presión alta
- Antecedentes de eventos de fuerte estrés emocional
- Ansiedad
- Los pacientes pueden describir una onda presión desde el pecho hasta el cuello y cabeza
- Este fenómeno de hematidrosis produjo una hipersensibilidad en la piel de todo su cuerpo, que aumentó de manera exponencial el dolor producido por la flagelación. Y aumentó también la pérdida de sangre y la deshidratación.
- Flagelación
Lo que narran los evangelios sobre la flagelación: “Y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que fuera crucificado”. (Evangelio de Mateo)
Las marcas de heridas y contusiones producidas por los golpes del flagrum romano han sido identificadas en la imagen del hombre de la Síndone (Sábana Santa)
*120 azotes
*600 contusiones
La flagelación produjo, según los signos que se encuentran en la Sábana Santa. además de las contusiones y heridas en la piel, contusiones en el tórax, que provocaron lesiones en los músculos que intervienen en le respiración, disnea, lesiones pleurales, aumento de las hemorragias, disminución del gasto cardiaco, agravamiento de la Miocardiopatía de Takotsubo, aumento de la deshidratación, infección de las heridas, fiebre de 38.5 a 39 grados centígrados.
4.Coronación de espinas y Lesiones de la cabeza
(En la imagen, Cristo de Velázquez y Cristo sindónico, obra de Juan Manuel Miñaro)
Tradicionalmente se ha representado a Cristo con una corona de espinas en forma de tiara, pero el hombre de la Síndone, por el contrario, presenta heridas de un casco de espinas, que le cubre toda la cabeza.
La frente, las sienes, y en general todo el cuero cabelludo poseen una inervación sensitiva, derivada en parte del nervio trigémino y en parte de los nervios cervicales. Cuando estos nervios se lesionan, producen neuralgias de las más dolorosas del cuerpo humano. Las decenas de espinas del casco laceraban las terminaciones nerviosas, provocando dolores intensos, difíciles de imaginar. Se debe tomar en cuenta que las espinas fueron clavadas a golpes al cuero cabelludo con una caña. Esto provocaría múltiples contusiones y heridas, y muy probablemente una contusión cerebral.
5.Contusión cerebral
Los fuertes golpes en la cabeza de Cristo han podido producir un sacudimiento grave, y una contusión cerebral. En la imagen de la izquierda se ven las los signos de una persona politraumatizada, que presenta heridas, hematomas y equimosis. A la derecha vemos la imagen del hombre de la Sabana Santa, que presenta signos similares producidos por los constantes golpes, puñetazos, bastonazos que recibió en los diferentes momentos de su Pasión.
(5A) Cuando fue llevado ante el Sumo sacerdote recibió un bastonazo que le fracturo el cartílago nasal produciendo una importante hemorragia nasal. Este mismo golpe le produjo un gran hematoma, que cierra totalmente el ojo derecho con una disminución muy importante del campo visual.
6.Crucifixión
Camino al Calvario, Jesús sufrió múltiples e indecibles heridas y contusiones. Estaba amarrado de manos al travesaño de la cruz que cargaba en sus hombros, de modo que si caía, no podía detenerse y se golpeaba el rostro o el cuerpo fuertemente. Las rodillas de la Sábana Santa muestran un profuso sangrado y la perdida sanguínea lo agobiaba más.
Para fijar a Cristo a la cruz, los soldados romanos utilizaban tres clavos de unos 13 a 18 centímetros de largo: dos para las extremidades superiores y sólo uno para ambos pies. Los clavos en los pies permitían a Cristo poder apoyarse para impulsarse y poder expulsar el aire, contenido en los pulmones y poder tomar aire nuevamente. Cada vez que se apoyaba en los pies se producían en ambas piernas calambres, tremendas descargas eléctricas. Cristo tenia que escoger entre los calambres y la asfixia.
Se pensaba que Jesús había sido clavado a la cruz en las palmas de las manos, ahora se sabe que se habrían desgarrado con el peso del cuerpo. Los estudios del doctor Barbet en cadáveres y brazos amputados, mostraron que el sitio de entrada de los clavos es en el espacio libre de Destot, donde los clavos se deslizan con facilidad, a través de los huesecillos que forman las muñecas de las manos. Al penetrar en este sitio lesionan el nervio mediano, produciendo una flexión de los pulgares, tal como se observa en El hombre de la Síndone, produciendo además fuertes calambres.
Etiología de la muerte de Cristo
Multifactorial, algunas de las causas:
Politraumatismos
Shock hipovolémico
Síndrome de estrés extremo /Síndrome de corazón roto / Miocardiopatía de Takotsubo
Derrame Pericárdico
Derrame pleural
Insuficiencia Respiratoria
Asfixia,
Insuficiencia Cardiaca
Infarto del Miocardio
En frase…
La Síndone refleja con exactitud científica, la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que narran los evangelios; Por eso San Juan Pablo II expresó:
“Para el creyente lo que cuenta, sobre todo, es el hecho de que La Sábana Santa es espejo del Evangelio”.
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