Con 65 huéspedes, entre ellos Doña Laura, de 102 años de edad, el Asilo de Ancianos Senecú llegó a 68 años de servicio a los más desprotegidos de la Iglesia…
Blanca Alicia Martínez
Doña Laura Mendoza tiene 102 años de edad. Veinte de ellos los ha pasado en el Asilo de Ancianos Senecú, que este martes 26 de Julio cumplió 68 años de existencia en la Diócesis de Ciudad Juárez.
La más longeva del asilo es muy feliz en la obra que en 1940 fundó Monseñor Baudelio Pelayo, quien desde su llegada a Ciudad Juárez se preocupó y ocupó por brindar refugio y atención a los más desvalidos de la Iglesia: niños y ancianos.
“En los escritos de nuestro padre fundador se observa su preferencia por los más pobres y desamparados. Quería tratarlos con misericordia y atenderlos en sus necesidades. Es una alegría celebrar hoy estos 68 años de servicio al adulto mayor”, recordó la hermana Beatriz Alvarado Acosta, actual directora del Asilo Senecú, a donde nuestra entrevistada, doña Laura, llegó por su propio pie.
“Yo quería este asilo y lo conseguí, ya no me coinvenía estar con la familia”, dijo sentada en la cama de su dormitorio, donde ha compartido con las muchas otras ancianas que han sido acogidas en este hogar a lo largo de casi siete décadas.
Fuerte y lúcida, aunque con fallas en su oído y con las reumas que la aquejan, la entrevistada explica que en el asilo es bien atendida y se siente “entre iguales”. Tanto, que resiste a irse a vivir con alguno de sus hijos, quienes viven, uno en Utah y otro en Vallarta.
“No me quiero ir de aquí hasta que me saquen con los pies por delante. …nada más cuando me muera, que no me pongan un vestido floreado”, pidió entre broma y en serio doña Laura.
Acción de Gracias
En la alegría del 68 aniversario, los ancianos y las religiosas que atienden el asilo participaron en la misa que se celebró el domingo 24 de Julio en la capilla San Antonio Senecú, teniendo como una de sus intenciones la acción de gracias por el aniversario.
“Que Dios les conceda muchos años más. Le pedimos a Dios por los ancianos que aquí están, por los que estuvieron, por los que fallecieron aquí y por los que están en el purgatorio”, dijo el padre Ramiro Rochín al inicio de la misa.
Dios proividente
“Dios ha sido generoso pues siempre se cubren las necesidades a través de la Divina Providencia”, dijo luego en entrevista la religiosa directora del asilo.
“El asilo comenzo aquí en 1940 con un grupo de volintarias que se conocían como “Damas de la caridad”. Aquí en Senecú es donde cumplimos 68 años de servicio”, explicó.
Agradecida con la comunidad que ha sostenido la obra, la hermana Betty calculó que a la fecha, el asilo ha atendido ya casi 3 mil ancianos.
“Siempre ha habido hombres y mujeres de buena voluntad que traen donativos. Estamos muy agradecidos con la comunidad, con las parroquias, con las universidades que siempre vienen y nos visitan”, expuso la directora que hoy encabeza al equipo de nueve misioneras de María Dolorosa que están a cargo de los 65 huéspedes actualmente en el asilo.
Frase…
La caridad, antes que en las obras, debe estar en los corazones.
Mons. Baudelio Pelayo, fundador del Asilo de Ancianos
Necesidades permanentes del Asilo de Ancianos
Artículos de limpieza personal, jabón para lavar ropa, artículos para aseo del lugar y pañales. Todo tipo de alimentos son bienvenidos.