- Sacerdote y tanatólogo visitan semanalmente el Hospital del IMSS 66, centro de operaciones del COVID 19 en Juárez…Llevan al Santísimo Sacramento para compartir oraciones con el personal, al que también atienden desde la escucha.
Ana María Ibarra
Sentir el llamado de Dios a ejercer su sacerdocio con quienes más lo necesitan, impulsó al padre Jesús Salinas a visitar el Hospital número 66 del Seguro Social, donde se encuentran concentrados los enfermos de Covid-19.
Desde el pasado Viernes Santo, el padre Salinas ha decidido acudir a cada viernes a dar palabras de aliento, fe y esperanza al personal médico que labora en dicho hospital. Sin embargo, no va solo, lleva consigo al Santísimo Sacramento, así como lo acompaña un tanatólogo para dar contención emocional al personal médico.
Igualmente lleva cartas de apoyo escritas por niños de la diócesis.
Acompañamiento y escucha
La primera ocasión que el padre Salinas acudió al hospital 66 fue el Viernes Santo por la mañana, acompañado por el padre Roberto Luna y dos laicos, Jesús Ortiz y Orlando.
El sacerdote explicó a Presencia que su iniciativa fue motivada por ejercer su sacerdocio con los más necesitados y, en este caso, acercar a Jesús Eucaristía a quienes están atendiendo a los enfermos.
“El Señor nos llama para estar con el personal médico. Dios puso los medios. Todo nació de la inquietud de unos cuantos, la externamos a unas personas y Dios fue abriendo los caminos tanto con jefas de enfermeros y los directivos, para el acceso. Ellos mismos nos equiparon”, dijo el sacerdote.
Después de su primera visita, el padre Salinas decidió ir cada viernes en un horario de una de la tarde a diez de la noche con el fin de encontrarse con el personal de los tres turnos.
“Venimos a traer el Santísimo, a hacer un momento de oración fuerte. Traemos cartas que los niños han escrito en toda esta semana motivándolos, donde les comenta que están haciendo oración por ellos”, compartió quien es vicario de la parroquia Señor de la Misericordia.
Explicó que el personal médico ha tomado estas visitas como un signo de esperanza, de cercanía y apoyo.
“Han externado su agradecimiento. Se ve mucha sed de Dios y de escucha por eso, nos hacemos presentes, para escucharlos y alentarnos, estando con ellos un buen tiempo. La idea es involucrar a más sacerdotes de acuerdo a sus posibilidades y guardando todas las precauciones”, dijo.
Signo de esperanza
El padre Salinas dijo estar experimentando un sinfín de sentimientos como sacerdote y como ser humano.
“Tener los mismos sentimientos de Cristo hacia el afligido representa un reto, agarrarse mucho de Dios para saberlo llevar. Estar aquí me impulsa a reforzar mi identidad como sacerdote. Llevar a otros lugares la consagración de la que fui partícipe, ir a esas Galileas a donde hay que dar la noticia de la resurrección del Señor”, expresó.
Como ser humano, dijo, se ha encontrado con sentimientos de asombro porque en medio de las circunstancias Dios le ha llamado a este servicio.
“Tengo sentimientos de agradecimiento porque hay laicos que han puesto su recurso, los medios para poder llegar aquí. De nervios porque es algo que a muchas personas les ha cimbrado, les ha movido, pero también de esperanza, de que en medio de todo esto me siento protegido por la mano de Dios”, añadió.
El padre Salinas invitó a la comunidad a que, cada quien, dentro de sus trincheras, hagan lo necesario para atender a esta situación.
“Desde una despensa, una oración, cartas, oración frente al Santísimo a través de los medios, no seamos indiferentes, cada uno descubra cual es la Galilea a la que el Señor nos invita a dar la Buena Nueva de la Resurrección”, finalizó.
Escucha y contención emocional a quienes lo piden
Acompañando al padre Salinas, Jesús Ortiz, tanátologo, acude a escuchar al personal médico y ofrecer apoyo emocional.
“El pasado Viernes Santo vivimos nuestro viacrucis aquí adentro. Yendo a todas las áreas, me imaginaba a Jesús en las estaciones, cargando su cruz, sintiéndome como un cirineo ayudándole a cargar la Cruz. Fue una experiencia muy bonita y estamos con muchos sentimientos encontrados”, dijo Jesús.
Jesús dijo experimentar un poco de ansiedad, pero sobre todo mucha esperanza de llevar un mensaje que les llene y les reconforte.
“Nos dimos cuenta que hay mucha ansiedad y alto nivel de estrés. Definitivamente quedan muy reconfortados de saber que alguien les muestra el rostro de Cristo en esas situaciones tan difícil para ellos como trabajadores al estar en tan alto riesgo”, compartió el tanatólogo.
“Les dio mucho ánimo por eso estamos otra vez de regreso, que sepan que no están solos, sino que Dios están con ellos”, agregó.
Dijo que cuando es necesario, se da a las personas contención emocional para trabajar en ese aspecto de salud que necesitan en este momento.
“No seamos indiferentes al dolor ajeno, tanto de los enfermos y los médicos. Los invito a hacer oración y solidarizarse en lo que se pueda, sea