- En su tercera encíclica el Santo Padre nos llama a ser cristianos a imagen y semejanza del Buen Samaritano a la vez que invita a creyentes y no creyentes a redescubrir al prójimo…
Agencias
La Carta Encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco sobre la fraternidad y la amistad social es “el mensaje de Jesús animándonos a reconocernos todos como hermanos y hermanas y así vivir en la casa común que el Padre nos ha confiado”. Así lo afirma el Papa Francisco en su nuevo documento magiestarial que firmó y dio a conocer el pasado 3 de octubre.
La encíclica consta de ocho capítulos y 287 puntos, en los que interpela a quien lo lee con hasta 41 preguntas. El Pontífice detalla un programa de vida en el que intenta alumbrar el camino concreto a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno desde lo cotidiano, la política y las instituciones.
Inspirada en san Francisco
En ‘Fratelli Tutti’, Francisco, a través de la parábola del Buen Samaritano, invita –a creyentes y no creyentes– a redescubrir al prójimo y reconstruir el mundo –como ha hecho con la Iglesia– con los pobres en el centro.
La encíclica se apoya en el ‘Documento sobre la Fraternidad humana’ firmado por el mismo Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar en febrero de 2019 en Emiratos Árabes.
Pero encuentra su principal inspiración en san Francisco de Asís, al proponer a todos los hermanos y hermanas “una forma de vida con sabor a Evangelio”. Como el ‘poverello’, reclama “lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite”.
Para escribir este documento, el papa también se ha servido del beato Carlos de Foucould, “persona de profunda fe, quien, desde su intensa experiencia de Dios, hizo un camino de transformación hasta sentirse hermano de todos”. De hecho, concluye su texto magisterial con estas palabras: “Él fue orientando su sueño de una entrega total a Dios hacia una identificación con los últimos, abandonados en lo profundo del desierto africano. Pero solo identificándose con los últimos llegó a ser hermano de todos. Que Dios inspire ese sueño en cada uno de nosotros. Amén”.
Con la pandemia de fondo
En la breve introducción, el Papa explica que mientras escribía la encíclica, llegó la pandemia del coronavirus, por lo que el texto está impregnado de enseñanzas para una ‘nueva normalidad’ sin descartes: “Si alguien cree que solo se trataba de hacer funcionar mejor lo que ya hacíamos, o que el único mensaje es que debemos mejorar los sistemas y las reglas ya existentes, está negando la realidad”. “El ‘sálvese quien pueda’ se traducirá rápidamente en el ‘todos contra todos’, y eso será peor que una pandemia”, añade.
Sus enseñanzas sobre la pandemia niegan la tan manida afirmación de que se trata de un castigo divino. “Si todo está conectado, es difícil pensar que este desastre mundial no tenga relación con nuestro modo de enfrentar la realidad, pretendiendo ser señores absolutos de la propia vida y de todo lo que existe. No quiero decir que se trata de una suerte de castigo divino. Tampoco bastaría afirmar que el daño causado a la naturaleza termina cobrándose nuestros atropellos. Es la realidad misma que gime y se rebela”, explica acabando con la visión de un Dios castigador.
Aquí diez puntos clave de esta nueva encíclica del papa Francisco:
1.- Ideologías y conflictos
“La historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos”.
“En varios países una idea de la unidad del pueblo y de la nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales”.
2.- El mundo tras el coronavirus
“Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta”.
“Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultado de sistemas de salud desmantelados año tras año. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros”.
3.- Derechos sin fronteras
“Entonces nadie puede quedar excluido, no importa dónde haya nacido, y menos a causa de los privilegios que otros poseen porque nacieron en lugares con mayores posibilidades”.
“Los límites y las fronteras de los Estados no pueden impedir que esto se cumpla. Así como es inaceptable que alguien tenga menos derechos por ser mujer, es igualmente inaceptable que el lugar de nacimiento o de residencia ya de por sí determine menores posibilidades de vida digna y de desarrollo”.
4.- Migrantes
“Los migrantes no son considerados suficientemente dignos para participar en la vida social como cualquier otro, y se olvida que tienen la misma dignidad intrínseca de cualquier persona. Nunca se dirá que no son humanos pero, en la práctica, con las decisiones y el modo de tratarlos, se expresa que se los considera menos valiosos, menos importantes, menos humanos”.
5.-El mercado solo no resuelve todo
“El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal. Se trata de un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente”.
“La fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado”
6.- No hay guerras justas
«Es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible guerra justa, a pesar de que en el catecismo “se hable de la posibilidad de la legitima defensa mediante la fuerza militar”
7.- Reforma de la ONU
“Es necesaria una reforma de la Organización de las Naciones Unidas, así como de la arquitectura económica y financiera internacional, para que se dé una concreción real al concepto de familia de naciones”.
Es decir que “se eviten que se trate de una autoridad cooptada por unos pocos países, y que a su vez impidan imposiciones culturales o el menoscabo de las libertades básicas de las naciones más débiles a causa de diferencias ideológicas”.
8.- El populismo
“Hay líderes populares capaces de interpretar el sentir de un pueblo (…) Pero deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”.
9.- La política y la economía
“La política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia”.
10.-Las religiones al servicio de la fraternidad
“Las distintas religiones (…) ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad. El diálogo entre personas de distintas religiones no se hace meramente por diplomacia, amabilidad o tolerancia”.
RECUADRO
Para saber…
- Una encíclica es el texto, el de mayor rango en el magisterio de un Papa
- Esta encíclica “Fratelli Tutti” está dividida en 287 puntos y ocho capítulo.
- Mientras Francisco lo escribía se produjo la pandemia de coronavirus, lo que ha hecho que el texto cobre aún mayor importancia ante la necesidad de “salir mejores” y “cambiar el mundo”.
- Es la tercera encíclica del Papa, tras ‘Lumen fidei’ –escrita a cuatro manos con Benedicto XVI– y ‘Laudato si”, y la segunda de contenido netamente social, dejando una vez más claro el compromiso de este pontificado con los descartados.
- Dado que una fraternidad verdadera requiere el diálogo con otras culturas y religiones, el papa cita a otras fuentes de inspiración como Martin Luther King, Desmond Tutu, el Mahatma Mohandas Gandhi o el propio el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb.
Frase…
Si bien la escribí desde mis convicciones cristianas, que me alientan y me nutren, he procurado hacerlo de tal manera que la reflexión se abra al diálogo con todas las personas de buena voluntad.
Papa Francisco