El solideo, una casulla y dos cálices utilizados por el papa en sus celebraciones en Ciudad Juárez, quedaron como regalo para esta iglesia particular…
El solideo que usó durante su visita a esta ciudad, así como la casulla y el copón que utilizó para la celebración de la Santa Misa en El Punto, son los objetos y ornamentos litúrgicos que el Santo Padre Francisco dejó a la Diócesis de Ciudad Juárez como regalo de su especial visita el pasado 17 de febrero, hace ya medio año.
El obispo don Guadalupe Torres Campos relata cómo fue la entrega de estos presentes que ahora él resguarda en espera de que se pueda montar un espacio formal para su exhibición.
Solideo papal
“Desde un principio pensé en regalarle algo en nombre de toda la diócesis. Había varias opciones y finalmente, auxiliado por algunos padres, quisimos regalarle un solideo papal”, explica.
Dice que se mandó construir una caja muy sencilla que funcionara como portasolideo, en la que se colocó el nombre y escudo del Papa Francisco y en cuyo interior se encontraba una forma para montar el casquete.
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“Una vez que le dí el saludo de agradecimiento al final de la misa le mostré la cajita y le expliqué que era un portasolideo. Le dije ‘Santo Padre, es un regalo mío y de toda la comunidad’ y entonces él, por propia iniciativa, lo abrió y sin que yo le dijera nada lo agarró, se quitó el suyo, se lo acomodó y dijo ‘sí, me queda bien’, y me dio el suyo”, narra el obispo.
“Me dio mucho gusto, mucha alegría ese gesto del papa de compartir, fue un regalo muy bonito. Lo tengo custodiado en mi casa, pero con el fin de que, junto a muchos otros objetos, esté un día en un museo, a la exposición para todo mundo”, afirma don Guadalupe.
Sólo en otra ocasión durante su visita a México, el papa Francisco intercambió su solideo. Ocurrió en Morelia, Michoacán, cuando un joven pudo hacer el intercambio a través del guardia personal del Santo Padre, en su ingreso al Estadio José María Morelos y Pavón.
Un cáliz
También al final de la Santa Misa en esta frontera, el papa entregó al obispo de Ciudad Juárez el cáliz que utilizó en la consagración, el cual previamente fue diseñado y elaborado por instrucción de don Guadalupe.
“En ese momento yo lo recibo y lo muestro. Ese cáliz también es muy significativo, eucarístico, muy esencial y cada vez que lo usemos vamos a recordar que el papa nos visitó y nos regaló su amor a través de ese cáliz al servicio del altar”, recuerda.
Explica que en su visita a México el papa regaló ese objeto litúrgico a todos los obispos de las diócesis en donde celebró misa.
“Se preparó con tiempo, hermoso, sencillo, pero elegante. También estos gestos litúrgicos hablan de la presencia del papa en Juárez”, expone.
Ornamento litúrgico
En la diócesis se quedó también la casulla que el papa utilizó en la misa celebrada en El Punto.
Fue mandada confeccionar por una feligresa que quiso darle este regalo. El Santo Padre la utilizó, pero como un gesto de cariño a la diócesis quiso dejarla como recuerdo de su presencia en esta porción del Pueblo de Dios.
“Una persona de la comunidad, María Cristina Saracho de Quiñónez, mandó hacer con la artista Mina Álvarez el diseño. Hizo un ornamento sencillo, pero en el estolón que atraviesa el centro de la casulla la artista presentó en dibujo y pintura los símbolos de la cultura Paquimé, de nuestro estado de Chihuahua”, describe el obispo.
Recuerda que no había seguridad de que Francisco utilizara esta casulla en la misa, ya que los ceremonieros del Vaticano traen los ornamentos que usará el Santo Padre y son muy estrictos.
“Era una incertidumbre, no nos dijeron sí o no. En la Eucaristía, el padre Leo (Leonardo García, ceremoniero de la Diócesis) puso dos ornamentos: el que traen del Vaticano y el regalo. Y ahí está la sencillez del papa, usó el nuestro”, refiere.
“Era para él, pero al final decidió dejarlo con nosotros, regalarlo, y ahí lo tenemos con nosotros, entonces son signos eucarísticos muy importantes que nos dejó”, concluye don Guadalupe.