Presencia
El asesinato de una mujer adulta mayor, y un parquero en un asalto en el estacionamiento de un Centro Comercial, causó la indignación y generó cierto temor entre los ciudadanos juarenses, pues se han registrado hechos similares en las recientes semanas.
De acuerdo a medios de comunicación los últimos registros de la SSPM han establecido que las víctimas de robos con violencia han sido principalmente adultos mayores o mujeres solas.
A través de las redes sociales el hecho fue condenado por los ciudadanos, por ser agredidas personas en condición vulnerable. Por ejemplo, un maestro jubilado fue asesinado al ser asaltado frente a su esposa, además tres hombres y una mujer fueron heridos de bala en otros hechos.
Por eso la pregunta de esta semana es:
¿Cuáles medidas cree que debe asumir la ciudadanía para protegerse de asaltos y robos ante la ineficacia de la autoridad?
Nosotros mismos debemos cuidarnos, porque muchas veces no podemos ser acompañados por familiares o amigos a las diligencias que tengamos que realizar durante el día. Evitar distractores, poner atención a lo que vemos que sucede a nuestro alrededor, utilizar palabras clave entre familiares y amigos de tal manera que sepan que estamos en peligro y puedan ayudarnos sin comprometer la integridad física, nuestra y de quienes estén cerca, y pedir mucho a Dios por las personas que dentro de su desesperación se drogan o alcoholizan provocando desgracias como la conocida en Río Grande Mall.
En las pláticas que da la Policía Comunitaria de la Secretaría de Seguridad Pública dan estos tips:
1.- Utilizar un silbato como “botón de pánico” Esto hará que los delincuentes se alejen, ya que saben que la ayuda está cerca.
2.- Estar siempre vigilantes de nuestro alrededor, ver si hay alguien siguiéndonos, o algún sospechoso y cambiar la ruta hacia un lugar seguro y pedir ayuda.
3.- Evitar distraernos con los celulares, si vamos en transporte público, simular una llamada con alguien e “irle informando” por donde vamos pasando.
4.- Las llaves de autos y casas, son armas que nos pueden ayudar en un momento dado a salir corriendo y ponernos a salvo de alguna agresión.
5.- En caso de asalto, entregar todas las pertenencias sin oposición.
6.- Informar a familiares y círculo cercano, en dónde estamos, y los lugares que vayamos a visitar.
7.- Tener siempre los celulares encendidos y con la notificación de “última conexión” activada.
8.- Memorizar el celular del comandante de zona, según el distrito al que pertenecemos para poder solicitar ayuda en caso de emergencia.
9.- Si somos testigos de alguna situación que ponga en riesgo la integridad de alguna persona, marcar de inmediato al 911 y dar aviso a la policía, o bien, hacer uso del silbato, esto ahuyentará a los delincuentes, evitar toda confrontación con estos, ya que muchas veces están bajo los efectos de alguna droga o alcohol, lo que provoca las situaciones que lamentablemente se han estado presentando en nuestra ciudad.
Angélica Castañeda/ Presidenta de Comité de Vecinos Estancia del Rosario
Los mandamientos de “los humanos” por encima de los de Dios
Desgraciadamente la violencia en Ciudad Juárez, sigue siendo el principal tema que no nos permite superar la depresión. La corrupción es el principal detonante de la violencia, pues la delincuencia organizada se apoya de la debilidad gubernamental, así como de la manera en que los delitos que se consideraban graves, ya no lo son. La inaplicabilidad de la ley y pereza de la justicia, son parte del sistema corrupto que opera a favor del crimen organizado. Como sociedad civil hemos consentido todo lo malo convirtiéndolo en bueno. La mentalidad de la juventud aprueba la drogadicción, el alcoholismo, la promiscuidad sexual entre personas del mismo sexo, el aborto, la procreación asistida, el feminismo, y otras conductas indecorosas como vida normal.
Los mandamientos de Dios dejaron de ser efectivos. Si analizamos cada mandamiento, percibiremos que todo lo que hoy se practica como normal, está en contra del mandato divino. Las autoridades que faculta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, han demostrado su falta de atención y cuidado por servir. La soberbia los ciega ante la realidad y el poder los enloquece. El dinero es su ambición y perdición. Por eso no podemos superar a la delincuencia. Pues familias enteras que delinquen lo hacen por convicción. Como si fuera un trabajo normal. Como los pedigüeños que son estafadores de la buena fe. Como los policías que están acostumbrados a recibir “mordidas” reportando la “polla” al jefe. Todo está debidamente organizado para causar más daño del que tenemos.
Seguramente el parquero José -“el héroe desconocido”-, era un hombre cabal y honesto, que trató de imponerse ante los criminales que asaltaron a dos mujeres ancianas. Creyó que sin armas podría detener el odio de los asesinos y recibió a cambio los disparos que le quitaron la vida. Los cobardes asesinos lograron otra vez burlar la vigilancia policial –si es que existe- y a las autoridades de los tres niveles. En plena luz del día. No necesitaron de la oscuridad para cometer sus infames delitos. Quien sale de un banco, de un casino o de un antro, son presa fácil de los delincuentes. A veces tienen cómplices que les dan el “pitazo”. Si lo sabemos nosotros, seguramente lo saben los de arriba.
Estamos desamparados porque así lo hemos consentido. Hemos dejado de lado los diez mandamientos de Dios, y hemos preferido las débiles leyes de los humanos. Nos conformamos con vivir en la mediocridad. Defendemos los malos hábitos y costumbres. Definimos el sexo como un gusto o derecho humano. Cambiamos el curso de la naturaleza. Somos víctimas del mal gobierno que peca ordinariamente y sin arrepentimiento. Pero eso no es todo, pues dicen los que saben de biología, anatomía, ciencias naturales, historia, geografía, teólogos y científicos, que lo peor está por venir. Que es apenas el principio. Si un menor se convierte en sicario es condenado como niño y sale por la puerta giratoria. Y si en lugar de niño quiere ser niña, debemos respetarlo y concederle su deseo. Solo por dar unos ejemplos.
Lic. Héctor Ramón Molinar Apodaca/ Abogado mediador
Lo mejor, creo yo, es que cada quien tome conciencia de que entre más se multiplique una cultura del respeto y la cordialidad, es la mejor actitud para asumir estas realidades.
Hemos aprendido que culpar a quien sea desgasta y no deja una mirada clara. Mejor que cada quien popularize una cultura del respeto.
Pbro. Roberto Luna, comisión de Justicia y paz, Diócesis de Ciudad Juárez
El gobierno tiene como principal responsabilidad el garantizar la seguridad de los ciudadanos y los empresarios deben de cooperar para coadyuvar en el esfuerzo. Los ciudadanos debemos
de exigir que autoridad y empresarios trabajen juntos para garantizar seguridad en los lugares de intercambio comercial. Y mientras esto sucede no dejar de cuidarse uno mismo buscando lugares para realizar nuestro comercio con alumbrado vigilancia y otras garantías. No es conveniente traer consigo fuertes cantidades de efectivo, joyas. Y siempre estar atentos los alrededores.
También debemos participar y fomentar la cultura de la denuncia del posible delito. Es un error el aceptar música u otras actividades que apoyen a los delincuentes como corridos u telenovelas Que ensalzan la cultura de la Muerte.
José Mario Sánchez Soledad/ empresario