Dos jóvenes juarenses dieron un cambio drástico a sus vidas e ingresarán la Compañía de Jesús, instituto religioso al que pertenece el Papa Francisco. Aquí la historia de uno de ellos: Jorge Ortega.
Ana María Ibarra
Llenos de alegría por haber sido aceptados en la congregación Compañía de Jesús, Jorge Ortega y Luis Rodolfo Sánchez, compartieron en entrevista con Presencia su proceso vocacional para llegar a este momento.
Jorge y Luis, de la comunidad de San Mateo, ingresarán a la Compañía de Jesús el lunes 31 de julio, fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la compañía, para realizar su primer año como pre novicios donde realizarán un apostolado y seguirán un proceso de discernimiento y oración.
Esta semana, a la vez que pedimos oración de la comunidad por su vocación, presentamos la historia de Jorge Luis Ortega, uno de los llamados a la Compañía fundada por san Ignacio de Loyola.
La siguiente semana presentarremos la historia vocacional de Luis Rodolfo.
Truncó maestría por Jesús
Jorge Luis Ortega de 30 años de edad y 13 años como servidor parroquial con el padre Omar Gutiérrez, nunca se cerró a la posibilidad de ser sacerdote ya que, aunque con su servicio sentía que agradaba a Dios, no se sentía pleno.
“Tengo un tiempo con la inquietud. Platiqué en oración con Dios para saber qué era lo que quería de mí porque no me sentía lleno ni pleno. Tenía mi servicio, mi trabajo, mi familia, mi novia, y platicando mucho con Dios nació el deseo de estar más cerca de Él, porque me sentía pleno estando con Él”, compartió Jorge.
Egresado del Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez como ingeniero en mecatrónica, Jorge realizaba una maestría en ingeniería administrativa, y fue en ese tiempo cuando empezó a sentir una mayor necesidad de estar más cerca de Dios.
Fue también en esa época cuando Jorge conoció a los Jesuitas y vivió una experiencia que cambió su vida, lo que le hizo dejar su trabajo y estudios.
“Conocí a los Jesuitas por mi amigo Luis, tomé la decisión de ir a unos ejercicios espirituales ignacianos vocacionales y terminé conquistado. Me encantó la espiritualidad, su servicio. Decidí primero aceptar el plan de Dios, decirle que sí, Él me dio valor para responderle con generosidad”, afirmó Jorge.
Esos ejercicios espirituales fueron el primer contacto que Jorge tuvo con los Jesuitas y donde fue invitado a ingresar a la Compañía de Jesús.
Desprendimiento
Jorge participa en la comunidad de San Mateo como ministro de Comunión y catequista, y para él lo más difícil de esta decisión es desprenderse de su familia y dejar todo.
“Pude haber ingresado al Seminario Diocesano, pero mi llamado fue allá. Quizá aquí hubiera sido algo fácil, pero irme implica desprenderme de todo y de todos. Sé que será difícil, sobre todo dejar a mis padres y a todos aquellos que aprecio”, dijo Jorge.
Sin embargo la familia de Jorge está contenta por su decisión.
“Mis papás están felices. Lo que me haga feliz los hace felices. Hay tristeza porque me voy, pero contentos por la decisión. Con tanto tiempo en la Iglesia, ellos ya lo veían venir”, Agregó.
Aunque su comunidad muchos no saben que él y su amigo Luis se van con los jesuitas, ya que en la compañía les han pedido discreción, quienes saben de su decisión están muy contentos y los apoyan.
“Oran por nosotros y nos fortalece porque una vocación no solo se mantiene con la oración personal sino con la oración de los demás, es algo para nosotros de mucha fortaleza para seguir siendo fieles y permanecer en ese Sí que le hemos dicho a Dios”, resaltó Jorge.
“Estoy muy feliz, muy lleno de gozo, es una paz interior que ha venido de esa oración con Dios y se ve reflejado en mi persona y en nuestros amigos que nos animan a seguir adelante. Estoy con muchos nervios de querer ingresar y comenzar esta aventura con Dios. Nos encomendamos a sus oraciones, será lo que nos ayudará”
Jorge Ortega