Ana María Ibarra
El padre Jorge Gustavo Fong y su método de evangelización llevó a formar varias pequeñas comunidades, una de ellas es la comunidad de matrimonios ‘Camino de Emaús’ que cuenta con más de 35 años activa.
Su historia
Fue en el segundo retiro de evangelización de 1985, cuando se formó la pequeña comunidad Camino de Emaús en el templo de San Mateo, entonces perteneciente a la parroquia La Sagrada Familia.
Por casi cuarenta años la comunidad se ha mantenido unida. En aquel tiempo eran matrimonios jóvenes con hijos pequeños, compartiendo inquietudes en el crecimiento de la familia.
“En las reuniones leíamos la Biblia, nos hemos integrado a ministerios. Hemos recibido catequesis y mucha formación. En la parroquia se imparte Teología y todos los participantes de esta comunidad hicimos el curso y terminamos. Siempre hay algo nuevo que aprender”, compartió Arturo Núñez, acompañado de su esposa Lucía.
Este grupo ha ido creciendo como una familia, incluso sus hijos participaron en la parroquia en grupos de adolescentes, ACAN, y después grupos juveniles.
“Mientras los jóvenes de nuestra edad se reunían en discotecas, nosotros nos reuníamos en nuestras casas, así eran nuestras convivencias, éramos felices. Caminamos en las buenas y en las malas. Hemos tenido momentos alegres, pero también momentos tristes, como el fallecimiento de algunos compañeros”, añadió María Murillo, quien junto con su esposo Francisco González coordina el grupo.
De la mano de Dios
Los matrimonios de la Comunidad de Emaús están convencidos que ha sido el Espíritu Santo y su amor a Dios lo que los ha mantenido firmes.
“Al estar en comunidad se siente el apoyo. Es otra familia. Si nos retiramos, nos hace falta la convivencia, la enseñanza. Pero es Dios quien nos mantiene”, compartió la maestra Irma Meza.
“No ha sido fácil. A veces nos ha ganado lo humano y cuando me veía abrumado por situaciones, había un momento en que me detenía. Pero aun así seguíamos”, agregó Jaime Castro de la Cruz.
En 37 años, la Comunidad Emaús ha experimentado muchos cambios en la parroquia, en la diócesis, e incluso en la Iglesia Universal, pero han sabido adaptarse, siempre tomados de Dios.
“En las reuniones siempre estudiamos los mensajes del papa, las encíclicas, nos ponemos al corriente de los cambios de la Iglesia. Muchas cosas nos ha costado asumirlas, pero las estudiamos y las aceptamos”, dijo la maestra Irma.
La comunidad ha estado abierta las enseñanzas y guía de cada párroco que ha llegado.
“Han pasado por aquí 17 sacerdotes que han sido cabeza, y otros tantos han venido a acompañar”, añadió.
Los integrantes de esta comunidad motivaron a comunidades de matrimonios jóvenes a aprender a conocerse y a quererse, pero sobre todo a fundamentar su comunidad en la enseñanza del Evangelio y a no perder el objetivo, que es Dios.
Comunidad Camino de Emaús
Lucía y Arturo Núñez
María y Francisco González
Betty y Fernando Fonseca
Blanca y Manuel Rodríguez
Yolanda y Jaime Castro
Consuelo y Alonso Villalobos
Teresa y Juan Carlos Gardea
Tere y Fernando Carreón (+)
Otón Meléndez y Socorro Mora (+)
Irma Meza y Ricardo Gómez (+)