Diana Adriano
En los recientes meses, en México se lleva un proceso de reflexión y trabajo en la búsqueda de la paz. Este programa -Diálogo Nacional por la Paz-, impulsado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Religiosos de México, la Compañía de Jesús, dio como resultado la firma de un Compromiso por la paz por parte de quienes contendieron a la Presidencia de la República y también por los futuros gobernantes a un nivel local.
Una de las partes del documento ‘Compromiso por la Paz. Estrategias de Política Pública para la Paz’ es relativo a la justicia, en donde se afirma:
“La mayor parte de las y los mexicanos simplemente no tiene acceso a la justicia. Los procesos judiciales son largos, costosos, poco flexibles o adaptables a las circunstancias. La justicia se percibe como lejana, resulta mayormente incomprensible para quienes requieren de ella y tiende a incrementar la desigualdad social”.
El documento igualmente contiene propuestas a realizarse en los tres ámbitos de gobierno, entre las cuales, -a nivel federal-, se sugiere:
“Diseñar e implementar mecanismos sencillos, expeditos, no formales que permitan atender los conflictos para darle certeza y seguridad a las personas. Para ello insistimos en mecanismos alternativos de resolución de controversias y en estrategias para acercarlos a las personas”.
En este contexto, la abogada juarense Irma Julieta del Real Nieto se ha convertido en una promotora de paz a través de medios alternativos de solución de controversias.
Con más de 30 años de experiencia en el ámbito legal, Irma Julieta se convirtió en la
primera mujer en Ciudad Juárez en ser nombrada Facilitadora Privada registrada por el
Gobierno del Estado.
Certificada
En entrevista con Presencia, Irma Julieta compartió su experiencia en el riguroso proceso de
certificación.
“Es un concurso para ser certificada y registrada dentro de los medios alternativos de
solución de controversias. Esto fue de octubre del año pasado a febrero de este año por
medio de exámenes. Fuimos varias personas en el Estado, pero a finales solo quedamos
diez personas, cinco mujeres y cinco hombres”, dijo.
“Considero que esos diez ya eran lo mejor de lo mejor. Sin embargo, continuaron los
exámenes y en febrero aquí en Ciudad Juárez fuimos cuatro personas que ganaron este
concurso: tres compañeros hombres y yo fui la primera y la única mujer en la ciudad”,
agregó.
Aclaró que en Chihuahua capital, hay más de 17 facilitadores privados, y dos más en Casas Grandes y Parral. En total, son 23 personas las que tienen la facultad y el registro para llevar a cabo medios alternativos de solución de controversias en sus despachos.
Qué es un facilitador privado
El facilitador privado es un profesional certificado, imparcial y neutral, cuya función
principal es facilitar la comunicación entre las partes interesadas para que puedan
solucionar sus problemas de manera efectiva y pacífica.
Este enfoque alternativo a la resolución de controversias está ganando terreno, especialmente en contextos donde el litigio tradicional no logra satisfacer las necesidades de las partes involucradas.
Al ser la primera mujer con esta responsabilidad en la ciudad, Irma compartió:
“Me siento muy agradecida con Dios, muy feliz, muy nerviosa, pero lista para trabajar”, expresó.
“Hablando de abogados, nosotros y todos los demás, estamos acostumbrados a litigar, a pelear. Sin embargo, ya llevamos muchos años en los que a muchas personas ya no nos satisface, y a la comunidad mucho menos”, añadió.
Por ello, explicó que el papel del mediador privado no solo beneficia a las partes en conflicto, sino también a la comunidad en general, al promover métodos más humanos y colaborativos para la resolución de disputas.
De acuerdo a la entrevistada, este enfoque contribuye a una sociedad más armoniosa, donde la comunicación y el entendimiento mutuo son la base para superar las diferencias.
Justicia accesible y cultura de la paz
Para Julieta, la accesibilidad a la justicia es punto clave en la promoción de una cultura de paz. “Algo con lo que estoy de acuerdo es que la gente -los mexicanos- vemos la justicia como algo muy lejano, muy costoso e incluso inaccesible. Como que a la justicia le falta flexibilidad,» explicó.
Pero dijo que los medios alternativos de solución de controversias, en los cuales se ha especializado, ofrecen una respuesta a estas preocupaciones.
“Se trata de resolver los conflictos sin ir a los juzgados. Al no ir a los juzgados, se puede llevar a cabo en un espacio privado. Es mucho más económico en dinero, tiempo, preocupaciones y en todos sentidos”, dijo al reconocer que llevar casos en los juzgados se vuelve oneroso y en ocasiones muy tardado.
De esta manera, la facilitación no sólo busca hacer la justicia más accesible, sino también más eficiente y menos onerosa para las partes involucradas.
“Esta nueva forma de solución de controversias es muy accesible” explicó Irma.
La abogada destacó como uno de los mayores beneficios de la mediación, su carácter voluntario.
“Las personas acuden, primero porque quieren resolver su problema de otra manera y se sientan delante de un mediador a resolver esa controversia de una manera voluntaria. Y al ser así, se sienten en la confianza de platicar, pues nadie los está obligando” señaló la entrevistada.
Dijo que este procedimiento, además de ser flexible, permite a las partes involucradas tener un
control significativo sobre el proceso y el resultado. En lugar de someterse a las rígidas estructuras de un juicio, las personas pueden encontrar soluciones que se adapten mejor a sus necesidades y circunstancias específicas.
La abogada reconoció que en estos momentos no se conoce mucho de este programa, por lo que no hay muchos casos que se lleven bajo sus preceptos.
Pero consideró que conforme más personas conozcan y utilicen esta alternativa, habrá un mayor y mejor acceso a la justicia, algo en lo que, sin duda, todo mexicano sueña.
Para saber…
La búsqueda de la paz se refleja en la Doctrina Social de la Iglesia, la cual propone una paz que va más allá de la mera ausencia de guerra, abogando por la justicia social, el desarrollo integral y el cuidado del medio ambiente, tal y como lo han reflexionado pontífices en encíclicas como Pacem in terris (1963), Populorum Progressio (1967), Laudato si (2015) y Fratelli tutti (2020),