La salud de Santiago, quien a sus 6 años padece leucemia, ha mejorado luego de que Francisco lo tocó para rezar por él, afirman sus padres
Hace nueve meses, a Santiago, de 6 años, le diagnosticaron leucemia. Pero luego de la oración que el papa Francisco pronunció por él durante su visita a Ciudad Juárez hace seis meses, el pequeño ha presentado muchos cambios positivos en su salud.
Sus papás, Osbaldo y Paola, están convencidos de que la oración del Santo Padre rinde sus frutos y esperan con fe la recuperación total de su hijo.
La oración
Como se dio a conocer en Presencia, Santiago y su familia pudieron saludar al Santo Padre en el evento del Mundo del Trabajo realizado el 17 de febrero en el Gimnasio del Colegio de Bachilleres.
Osbaldo, papá de Santi, fungió como uno de los enlaces con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en la organización de la visita papal y forma parte del Movimiento Familiar Cristiano, por lo que pudo acercarse al Santo Padre.
Relató que fue monseñor Eugenio Lira, secretario de la CEM, quien le notificó tan maravillosa noticia, la cual descubrieron como un mensaje de Dios luego de las dificultades vividas por la enfermedad de su hijo.
Cuando Osbaldo recibió el diagnóstico de Santiago ya le habían encomendado ser auxiliar en la organización de la visita. A pesar de que se confrontaba con la nueva condición de su hijo, decidió continuar.
Ya en el evento, cuando pasó a saludar a Francisco junto con sus hijos Santiago, Osbaldo y Paola, el Santo Padre le preguntó “¿Qué pasa?”, pues no escuchó la explicación que le dio monseñor Cavazos.
Osbaldo le dijo: “Mi hijo tienen leucemia, si usted ora por mi hijo o menciona su nombre, él estará bien”.
Enseguida el Santo Padre impuso las manos sobre su cabeza, hizo una oración por él y le regaló un rosario.
Salud cercana
Hoy, al recordar aquel valioso momento, Osbaldo da testimonio de cómo esa oración ha traído un efecto positivo en la salud de su hijo.
Él y su esposa notan que el color amarillo que solía presentar el niño ya no está presente.
“Ahora vemos en Santiago un niño normal. Sólo ha recibido una transfusión de sangre, cuando la mayoría de los niños enfermos la tienen cada mes. Santiago es de los pocos niños que yo he visto que lleva su tratamiento como si nada” dice.
Agrega que con este tratamiento los niños tienen náuseas, les salen llagas en la boca y se les empieza a caer el cabello. Pero esto no le ha ocurrido a Santiago, quien sólo ha presentado una pequeña llaga.
“No ha tenido grandes infecciones. El proceso de Santiago ha sido diferente a partir de ese 17 de febrero. Nos falta mucho tiempo porque el tratamiento dura dos años y medio, pero sabemos que con la ayuda de Dios, de la Virgen de Guadalupe y la oración del papa vamos a salir adelante”, expresa.
Reacción de la familia
El padre de familia manifiesta que cuando supieron de la enfermedad de Santiago, sus otros hijos renegaron. Ana Paola, de 7 años, le preguntaba cómo iban a abrazar esa cruz, si era la enfermedad de Santiago.
Pero recuerda que a partir del saludo al papa Francisco, ella también presentó un cambio emocional pues ahora está al pendiente de su hermano y vive con empatía lo que le sucede.
Por su parte, Osbaldo, hermano mayor de Santiago, comparte que se ha sentido muy triste cuando ha visto a su hermano convulsionar.
“Antes Santiago no corría, íbamos a fiestas pero no podía subirse al brinca-brinca ni correr, me daba tristeza, pero Diosito lo está mejorando desde que saludamos al papa. Ya lo veo más contento, ya se puede subir al brinca-brica pero con mucho cuidado”, dice.
“Dios es bueno. A diferencia de otros niños, siento que no es nada lo que nos ha tocado vivir, porque Santi sufrió todo lo que podría sufrir. Ya nada más estamos viviendo un proceso que debe de ser de dos años y echarle ganas, con la ayuda de Dios”, menciona Paola, mamá de Santiago.