Blanca A. Martínez/Presencia
Primero fue el caso de dos niñas nicaragüenses de 3 y 5 años de edad que fueron lanzadas por sus “coyotes”, en medio de la noche, por el muro fronterizo entre Ciudad Juárez y El Paso, para “dejarlas” en suelo estadounidense.
Luego el caso de otro menor, este de 10 años y también originario de Nicaragua, quien se quedó rezagado, en medio del desierto, del grupo de migrantes con el que iba, y caminó por varias horas hasta encontrar una patrulla de migración a la que se acercó llorando desesperado, para pedir auxilio.
Las imágenes en fotos y videos de ambos casos dieron vuelta al mundo y mostraron el desgarrador drama que se vive ya desde hace algunos años entre México y Estados Unidos, pero que se ha agudizado en los recientes meses.
Se trata del fenómeno de los menores migrantes que realizan su travesía solos, sin acompañamiento de un adulto, pues son enviados así para alcanzar a familiares que ya se encuentran en Estados Unidos, con la esperanza de que cruzando solos, “no pueden deportarlos a sus países”.
“A diferencia de la Administración anterior -en Estados Unidos-, actualmente la policía no expulsa a los menores de edad no acompañados, sino que devuelve a México a las personas adultas o a las familias enteras”, explicó el obispo J. Guadalupe Torres Campos presidente de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana (DEPMH) de la Conferencia Episcopal de México.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, ha dicho que los menores “son usados como salvoconducto para cruzar México, llegar a Estados Unidos y, una vez en territorio estadounidense, conseguir un estatus”.
Un fenómeno creciente
Monseñor Torres Campos señaló en entrevista que de acuerdo con diversos medios de comunicación, reportes de UNICEF y algunas casas de migrantes, “el flujo migratorio de niñas, niños y adolescentes migrantes hacia Estados Unidos ha aumentado considerablemente, en atención a la política migratoria estadounidense más flexible por parte del gobierno Biden”.
Para el obispo, este fenómeno ha sido difícil de documentar en medio de la pandemia ya que algunos albergues no operan al cien por ciento. No obstante, compartió algunas cifras oficiales sobre este fenómeno, las cuales alcanzan niveles alarmantes.
“Según cifras de la CBP, hasta febrero habían sido detenidos unos 29 mil menores de edad no acompañados en el presente año fiscal, que se inició en octubre de 2020”, informó don Guadalupe.
Dijo que la inmensa mayoría fueron devueltos a México por las autoridades estadounidenses, que se amparan bajo el Título 42, “un estatuto del Código de Estados Unidos que se ocupa del bienestar y la salud pública, y que permite la expulsión de los inmigrantes irregulares para evitar la propagación de la pandemia de Covid-19.
Diferentes finales
De acuerdo a publicaciones de medios de comunicación internacionales, los niños nicaragüenses citados al inicio de esta nota, encontraron “un final feliz”, pues luego de permanecer bajo custodia de las autoridades fueron entregados con familiares en Estados Unidos. Sin embargo, no es la misma suerte para todos los menores migrantes que viajan solos desde Centroamérica en busca del “sueño americano”.
Algunos de ellos son detenidos en México y deben ser deportados a sus países de origen, mientras que otros en EU también enfrentan procesos de deportación hacia las ciudades fronterizas de México que ya se encuentran con espacios insuficientes para atender el fenómeno.
Bajo custodia del DIF
Cabe destacar que estos menores son puestos bajo custodia legal del DIF Estatal.
“Una vez que son detectados aquí por parte del Instituto Nacional de Migración, los ponen a disposición del DIF estatal que le toca resolver sobre el interés superior del menor… se tiene que hacer un plan de restitución de derechos, del que depende cuál va ser el destino tenga en determinado momento este niño o niña”, explicó Enrique Valenzuela coordinador del Consejo Estatal de Población (COESPO) y atención a migrantes.
Y dada la gravedad del fenómeno y el incremento en el número de estos migrantes, en Ciudad Juárez, apenas en febrero pasado se puso en marcha el Centro Integral de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes “Nohemí Álvarez Quillay” (CIANNAM) lugar donde se brinda alojamiento, alimentación, atención psicológica, social y representación legal a las niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados o separados, tanto extranjeros, como mexicanos repatriados de los Estados Unidos de Norte América.
En este centro, terapeutas, trabajadores sociales, abogados trabajan para revisar los casos de los menores, integrar carpetas y dar parte o tomar información del consulado correspondiente, explicó el coordinador de COESPO.
Este centro se encuentra ubicado en lo que era antiguamente el Hospital Psiquiátrico Libertad, pero hay otros menores albergados en el sitio que opera el DIF municipal, llamado “México mi hogar”.
Números locales
De acuerdo a información proporcionada por el Gobierno del Estado, de octubre pasado a la fecha en este centro se han atendido, un total de 775 Niñas, Niños y Adolescentes migrantes, el 30% son originarios de Guatemala, el 40% originarios de México, seguidos de El Salvador, Honduras, Ecuador, Nicaragua y Brasil. Así mismo un total de 551 Niñas, Niños y Adolescentes mexicanos que fueron deportados de los Estados Unidos de Norte América.
El comunicado explica que este centro opera con un modelo de atención de UNICEF, y es el primero de este tipo en todo el país, que funciona con estrategias que permitan “la reunificación familiar, refugio o retorno asistido a su país o Estado de origen”.
Medidas de contención
Recientemente, los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron acciones para proteger y salvaguardar a menores migrantes no acompañados, entre estas el incremento en el personal que atiende el fenómeno desde diferentes dependencias, incluído un aumento en elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur de México.
Sin embargo, para el obispo don J. Guadalupe Torres campos el uso de la Guardia Nacional en la frontera sur de México para “frenar la migración”, es un factor que nos debe preocupar, pues criminaliza a las personas migrantes.
“Las medidas para atender el tema de niñas, niños y adolescentes debe estar enfocada con una perspectiva de derechos humanos, más solidaria y fraterna. No criminalizar a la migración”, dijo.
Aporte de la Iglesia
Por lo que respecta al aporte de la Iglesia en este tema, ésta no puede atender en sus albergues a menores migrantes no acompañados, debido a que la ley así lo dispone.
Pero el obispo Torres Campos dijo que siguen insistiendo en un diálogo con instituciones, tanto del gobierno como de la sociedad civil, para que se atienda con urgencia y de manera digna a este tipo de población. Recordó que a la Iglesia le corresponde “vigilar que se les brinde un trato digno y se les respete sus derechos humanos, incluso en su tránsito por territorio mexicano.
“Acogerlos y protegerlos no es una opción, sino un imperativo que como cristianos tenemos hacia los mas vulnerables, y entre estos los niños, que son víctimas de este drama en el que se ha convertido la migración”, puntualizó.
Juarenses solidarios
Por su parte, el representante de la COESPO dijo que la comunidad de Ciudad Juárez, ha sido solidaria y generosa respecto al fenómeno migratorio en los recientes años y ahora con los menores migrantes no acompañados. Pero hizo este llamado:
“No nos apresuremos a juzgar a quienes mandan a sus hijos, porque no sabemos qué condiciones han vivido, no sabemos realmente de qué están huyendo. Lo mejor que podemos hacer es tratar de entenderlos en función de sus necesidades, de los desafíos y amenazas con las que ellos han crecido”, dijo.
Resaltó que se sigue necesitando todo el apoyo que pueda darse a los centros de atención de la sociedad civil, pues “los recursos son finitos y las capacidades se siguen agotando y seguimos necesitando de voluntarios, de recursos hasta de insumos de bienes para poder recibirlos y darles un acogimiento digno”.
Datos Globales Menores no Acompañados
2014 69 mil detenidos
2015 40 mil
2016 60 mil
2020-2021 47, 729 detenidos
Febrero 2021 9,297
Marzo 2021 18,890
Datos Ciudad Juárez menores no acompañados
2018- 1,318 niños en albergues
2019- 1, 510 niños
2020 – 928
Ene-Mzo 2021- 572 niños atendidos
(De los cuales 460 niños han sido deportados a Centroamérica)
Información del CIANNAM, publicada en el NY Times