Ana María Ibarra
Con la venia del obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos, el pasado sábado 16 de octubre se realizó una reunión de coordinadores de Ministros Extraordinarios de la Eucaristía con el fin de reactivar el ministerio en todas las parroquias de la diócesis.
La reunión se llevó a cabo en la parroquia San José de Lomas que pastorea el padre Marcelino Delfín Poso, coordinador de la Dimensión Pastoral de Liturgia.
Ministros deben estar vacunados
Consciente del reciente cambio la semaforización, el sacerdote dio a los asistentes algunas orientaciones para llevar a cabo su ministerio en tiempo de pandemia, además de los protocolos para impartir la comunión en las misas y a los enfermos.
“El cambio de semaforización no autoriza a nadie a dejar de cuidarse. Sacerdotes y ministros, indistintamente de lo que piensen de la pandemia, deben ser coherentes y respetar a los demás”, dijo el padre Marcelino.
Por lo tanto, dijo, se proponen los protocolos de sanidad para un mejor servicio.
Lo primero que un ministro debe hacer para reactivarse en su ministerio, señaló el sacerdote, es comprobar que recibió las vacunas por una institución autorizada del sector salud.
“Si no cuenta con el formato que conste que recibió sus vacunas, no puede impartir la Comunión ni a los fieles en misa ni a los enfermos”, expresó el sacerdote.
Asimismo, agregó, si presenta algún síntoma debe abstenerse del servicio.
“Se deben seguir los protocolos de sanidad: manos debidamente desinfectadas antes de comulgar y desinfectar nuevamente para dar la Comunión, que debe ser en la mano y en presencia del ministro”.
Algunas aclaraciones
Para la visita a los enfermos, el padre Marcelino dijo que se debe tener cuidado con los ministros mayores de 65 años, ya que son considerados personas de riesgo, por lo que su servicio en las visitas queda a su consideración, según su estado de salud.
Les reiteró que se debe mantener el distanciamiento social en todo momento y les dio algunas sugerencias alternas en caso de que el enfermo no pueda recibir la Comunión en la mano.
Por cuidado personal del ministro y de los enfermos, el padre Marcelino les pidió no visitar más de un enfermo diario.
Los asistentes, aproximadamente 65 ministros, expresaron sus dudas al sacerdote quien de manera clara las aclaró y dio recomendaciones para cada caso específico.
Para finalizar, el padre Marcelino señaló algunos asuntos generales, entre ellos el saludo del obispo quien no pudo asistir al encuentro como lo había deseado por cuestiones pastorales fuera de la diócesis.
Además les informó que el equipo de la dimensión se encuentra preparando un proyecto de acompañamiento por decanato para continuar con la formación.