Roma refuerza las medidas de seguridad contra el terrorismo, pero el Secretario de Estado Vaticano asegura que la Santa Sede no se paralizará…
Rome Reports/Agencias
Luego de que terroristas dijeron que después de París llegaría el turno de Washington, Londres y Roma, el gobierno italiano está estudiando qué medidas adoptar.
Por el momento los controles en aeropuertos y carreteras se han reforzado y se espera que a los 2 mil 500 agentes de seguridad que hay en la capital se sumen otros 700 soldados.
Roma se volverá una ciudad mucho más vulnerable en los próximos días. El 8 de diciembre comienza el Jubileo de la Misericordia que atraerá a millones de peregrinos en los próximos meses. Controlar a semejante cantidad de personas es el desafío que las fuerzas de seguridad tienen entre manos, especialmente en San Pedro, objetivo simbólico donde los terroristas quieren golpear.
La Policía italiana y gendarmería vaticana trabajarán coordinadamente realizando controles en la entrada de la basílica.
La policía también ha aumentado la seguridad en las calles y en lugares clave de la ciudad como dos aeropuertos cercanos a Roma o el metro.
Tras los ataques de París el gobierno italiano elevó el nivel de alerta al número 2, que es el que precede al nivel máximo, y algunos miran de reojo y con preocupación a uno de los posibles objetivos de un atentado: el Papa.
Vaticano no se paralizará
“El Vaticano puede ser un objetivo debido a su significado religioso. Podemos elevar el nivel de las medidas de seguridad en el Vaticano y sus alrededores, pero no vamos a estar paralizados por el miedo. Por lo tanto, la agenda papal no será alterada”, dijo al periódico católico francés, La Croix, el cardenal Pietro Parolin.
A la pregunta sobre la seguridad del papa después de los atentados terroristas en París, el secretario de Estado del Vaticano confirmó este lunes 16 de noviembre que lo ocurrido “demuestra de forma evidente, que nadie puede considerarse excluido del terrorismo”.
Esto es, Francisco y el Vaticano podrían ser objetivo militar del ISIS. Precisamente, porque hay detrás una simbología que molesta a los enemigos de la paz y el diálogo. Al respecto, el Papa, derribó la teoría fundamentalista cuando afirmó que la violencia en nombre de Dios es una blasfemia.
El cardenal Parolin manifestó su solidaridad al pueblo francés, así como aseguró sus oraciones por las víctimas y sus familias. Asimismo, declaró su admiración por la respuesta de la población y de su deseo de “seguir viviendo”, a pesar del intento de los terroristas de “interrumpir y aplastar” el país.
Como respuesta, necesitamos una “movilización general en Francia, Europa y en todo el mundo. La movilización de todos los medios de seguridad, la policía y las fuerzas de inteligencia para erradicar el mal del terrorismo”, aseguró el cardenal Secretario de Estado.
“Debemos convocar a todos los actores, políticos y religiosos, nacionales y de la vida internacional. Realmente tenemos que hacer un esfuerzo para luchar y juntos. Sin esta unión, esta batalla, muy dura, no se ganará. Y es necesaria la participación de los actores musulmanes. Deben ser parte de la solución”, agregó.
El Jubileo de la Misericordia
“En un mundo desgarrado por la violencia, es el momento adecuado para lanzar la ofensiva de la misericordia. Es comprensible que después de los ataques existan sentimientos de venganza, pero que hay que contrastar”, expuso el alto prelado.
“El Papa desea que el jubileo sirva para que las personas se reúnan, se entiendan, superen el odio”. Así recordó que “el Misericordioso” es el apelativo más ‘bonito’ por parte de los musulmanes “para llamar a Dios”, que está asociado a este año santo, como el Papa quería.