La preparación al sacramento en los cursos pre matrimoniales no debe tomarse como un mero requisito, afirma juez instructor del Tribunal Eclesiástico de la diócesis.
Ana María Ibarra
Una actualización del manual y del procedimiento de pláticas pre matrimoniales, así como una buena disposición de parte de las parejas para su preparación, son dos aspectos importantes para que un matrimonio no llegue al fracaso.
El padre Julián Badillo juez instructor del Tribunal Eclesiástico compartió que es en el proceso de preparación donde las parejas pueden descubrir algunas señales que deben tomar en cuenta antes de decidir contraer matrimonio, sin embargo no es así, y esto se puede constatar en los procesos de nulidad matrimonial que lleva el Tribunal.
Primer requisito
En la Diócesis de Ciudad Juárez existe un manual de preparación al matrimonio que se utiliza desde hace varias décadas para preparar a novios con intención de casarse.
Aunque el padre Julián opina que el manual requiere una actualización, dijo que también depende de quienes lo imparten, lograr que ese material lleve a las parejas a una buena reflexión que dé frutos.
“En muchas parroquias el equipo de pláticas pre matrimoniales tiene mucha creatividad y aunque son temas que necesitan renovarse, ellos lo van adaptando a la situación actual. Tratan de hacer lo que pueden con el material”, opinó el padre Julián.
Sin embargo, el sacerdote dijo que el problema principal es que las parejas no se toman en serio las pláticas.
“Cuando las parejas van a pláticas ya tienen preparada la boda, el vestido, salón, banquete, invitaciones. Dejan las pláticas como último requisito cuando deberían de ser el primero, para descubrir si las señales del noviazgo pueden superarse o si será un fracaso su relación matrimonial”, afirmó.
El sacerdote agregó que aunque sí hay parejas que toman en serio los resultados de sus pláticas, la mayoría no ponen atención a las señales.
“Con el inventario de intereses pueden tener una reflexión de su relación, pero no se la toman en serio. Ciertamente también influye el material y hay que adecuarlo a los tiempos modernos”, explicó.
Noviazgo y nulidad matrimonial
El canonista compartió que la falta de preparación lleva a los matrimonios al fracaso y es en el proceso de nulidad donde se cae en cuenta de esto.
“En las causas de nulidad estos detalles del noviazgo salen a relucir y no fueron tomados con importancia, pensando que en el matrimonio todo iba a cambiar”, compartió.
Algunas causas de nulidad que el sacerdote consideró pueden tratarse en el noviazgo son la relación con la familia de la pareja.
“Algunas veces en el noviazgo no hay aceptación de parte de los padres porque piden algo diferente para su hijo o hija, mejor familia, mejor trabajo, un futuro más prometedor, con posibilidades de superarse. Otra causa son los hijos que ya tienen frutos de otras relaciones y cuando se casan, no soportan el hijo de la pareja o los menosprecian si tienen hijos comunes”.
El trabajo es otro aspecto que puede tratarse durante el noviazgo para que en la vida matrimonial no sea un problema.
“Por lo regular trabajan los dos y hay ocasión en las que ella tiene mejor trabajo, gana más dinero y asume una responsabilidad económica mayor en la casa y el hombre se siente desplazado”.
Estas cosas han sido de las más comunes en las solicitudes de nulidad matrimonial que se presentan ante el Tribunal, además de la falta de conocimiento en la pareja, dijo el sacerdote.
“Aunque hayan sido noviazgos muy largos no se llegan a conocer lo suficiente. A veces el enamoramiento les hace creer que no pasa nada, pero lo que sucede en el noviazgo sucede también en el matrimonio, porque no se conocieron bien o no quisieron darse cuenta quien era la persona con la que pretendían contraer matrimonio”.
Al recordar que los temas sobre la familia y el trabajo de la pareja, así como otros, se abordan en las pláticas pre matrimoniales el padre Julián Badillo dijo que la formación pre-matrimonial “tiene que influir en la decisión de las personas, porque es una decisión de vida”.
“Me ha tocado conocer parejas que han aplazado la boda porque durante las pláticas se dan cuenta que no se conocen.”, compartió.
Necesario un cambio en la
preparación pre matrimonial
El sacerdote comentó las declaraciones del Papa Francisco sobre la necesidad de que se modifique y mejore el procedimiento de la preparación pre matrimonial y opinó que es necesario este cambio.
“Si un niño se tarda un año para prepararse para la primera Comunión, un muchacho seis meses para confirmarse, ¿cómo es posible que un matrimonio lo vayamos a preparar en cuatro domingos?”, cuestionó.
Y agregó: “Más que modificar el contenido yo diría que es necesario hacerlo un poco más extenso. Quizá será más fastidioso para la gente, sin embargo sería muy importante para no dejar hilos sueltos, para que los novios pudieran reflexionar, tomar consideraciones más importantes”.
La finalidad, explicó, sería “preparar y ayudar en un discernimiento y evitar no solamente la nulidad, sino lo doloroso que es para las personas la separación”.
“Nosotros estamos presentando el proceso de nulidad como un proceso de sanación. No solamente es anular un matrimonio para contraer otro, sino sanar una experiencia, cerrar una puerta y estar preparado para, en dado caso, poder formalizar otro compromiso”, alcaró.
Alerta coordinadores y párrocos
El canonista explicó que en el proceso que se lleva en la nulidad matrimonial, es importante conocer el antecedente de cómo la pareja llegó al matrimonio por lo que se le pide al solicitante su tarjetón de pláticas pre matrimoniales.
“También para ver si en la plática el matrimonio coordinador se dio cuenta de algún detalle y lo anotó en la hoja o se lo mencionó al sacerdote, eso nos ha ayudado bastante”.
Por lo tanto es esencial que quienes imparten las pláticas anoten sus observaciones y que el sacerdote revise, con la finalidad de conocer la madurez a la hora de contraer matrimonio, dijo.
“Es muy importante que el sacerdote y los coordinadores pongan por escrito las cosas que ellos observan en las parejas, no para ponerles trabas, sino para ayudarles”.
FRASE…
Si un niño se tarda un año para prepararse para la primera Comunión, un muchacho seis meses para confirmarse, ¿cómo es posible que un matrimonio lo vayamos a preparar en cuatro domingos?.
- Julián Badillo, juez instructor del Tribunal eclesiástico DCJ