Aciprensa.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó la muerte del sacerdote franciscano Juan Antonio Orozco Alvarado, de la Prelatura de Nayar, quien “fue privado de la vida víctima de la violencia que se vive en nuestro país” cuando se dirigía a celebrar Misa el fin de semana.
“Expresamos nuestras condolencias a Mons. José de Jesús González Hernández, a su clero, a los fieles laicos de la querida Prelatura del Nayar, a los familiares y amigos del P. Juan, a todos nuestra oración, solidaridad, cercanía y abrazo en la fe”, indica el comunicado de la CEM del 13 de junio.
“Nuestra fe proclama la Resurrección, confiamos y tenemos la esperanza firme, que el Señor Jesús, Buen Pastor, lleve a nuestro hermano el P. Juan Antonio a reposar en las verdes praderas de la eternidad junto a Él”, agrega el texto.
El sábado 12 de junio, el sacerdote y otros laicos que le acompañaban, quedaron en medio del fuego cruzado entre cárteles rivales cuando se dirigía a celebrar Misa en la comunidad tepehuana de Pajaritos y en Mezquital, en el estado de Durango.
El fallecido sacerdote tenía 33 años y servía desde hacía seis meses en la Sierra de Santa Lucía. Las autoridades ya investigan los trágicos hechos.
El Centro Católico Multimedial (CCM) informó que con la muerte del P. Orozco Alvarado, ya son “tres las muertes de clérigos ocurridas en circunstancias violentas en el presente sexenio 2018-2024”.
En su comunicado, los obispos mexicanos pidieron “al Señor la paz para nuestra patria, y tengamos presente en nuestro actuar que ‘todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida’”.
“Que Santa María de Guadalupe consuele con su corazón de madre nuestro dolor y restablezca la justicia y la paz en nuestra sociedad”, concluyeron.