Preparados espiritualmente y llenos de entusiasmo, más de 200 fieles de la comunidad San Pedro y San Pablo caminaron el pasado 15 de octubre desde su parroquia, ubicada en la colonia Alta Vista, para entrar por la Puerta Santa de Catedral y así ganar la indulgencia plenaria.
Alegres por saberse amados
Motivada por su párroco, el padre Benjamín Cadena de Santiago, los fieles salieron de su templo parroquial llevando delante de ellos la imagen del Señor de la Misericordia a quien dedicaron danzas, rezos y alabanzas.
Los peregrinos caminaron por espacio de una hora y al llegar a Catedral se dispusieron a entrar por la Puerta Santa. El padre Benjamín, se arrodilló delante de ésta y al incorporarse entró al templo seguido de sus fieles.
Enseguida, pasaron a la Misión de Guadalupe donde participaron de la Eucaristía.
En su homilía, el sacerdote reflexionó sobre el Año Jubilar de la Misericordia el cual, dijo, tiene un sentido profundo y valioso.
“Por eso estamos aquí, para unirnos a la alegría de la Iglesia, para vivir con alegría la buena noticia que el Señor Jesucristo nos trajo. Un fruto de la cruz es que todas las generaciones ganen la salvación. La parte pecadora, por el sacrificio de Jesús en la cruz, ha recibido un indulto”, expresó el padre Cadena.
El sacerdote los motivó a empezar una vida nueva en obras de amor y de caridad preparándose para ir al encuentro de Dios.
“Las indulgencias nos van purificando y nos van disponiendo al encuentro con Dios. Es importante vivir en gracia y aprovechar este tiempo de misericordia. No nos desalentemos ante nuestras caídas y fallas, busquemos siempre poner nuestros ojos en Dios”, motivó.
Sacerdote y fieles se dispusieron a realizar las oraciones propias para ganar la indulgencia y luego salieron del recinto llenos de alegría por haber recibido la misericordia del Señor en sus vidas.