Ana María Ibarra
Como parte de los servicios que Voluntarias Vicentinas de Ciudad Juárez realiza en la diócesis se encuentra la atención a personas de la tercera edad, actividad que realizan a través de dos grupos: uno atendido por el Centro Casa Vicentina llamado “Momentos Felices”, y un grupo más en la parroquia Jesús El Salvador.
Momentos Felices
Olga Márquez de Juárez es la encargada del servicio a la tercera edad “Momentos Felices”, del centro Casa Vicentina, el cual inició hace 20 años con varias personas mayores de 60 años, quienes eligieron el nombre de su grupo, al cual acuden con gran alegría.
“Como vicentinas nuestra principal misión es evangelizar, por eso les damos formación. Leemos la Biblia, les damos formación humana, les gusta mucho que leamos el evangelio del domingo. Después juegan lotería, es algo que no se puede pasar, pero con premios”, compartió Olga.
Añadió que después de la lotería platican y conviven entre ellos mientras comparten un pequeño refrigerio que les ofrecen.
“Cada mes ellos llevan algo para el convivio. Es un grupo al cual no le ha llamado mucho la atención hacer manualidades. Hacen ejercicios. A ellos les gusta ir a platicar. Tenemos dos meses que nos acompaña un señor que pertenece a la parroquia San Felipe de Jesús, Alberto, es tenor y canta precioso, ahora él nos anima mucho con la música”, dijo Olga.
Actualmente cuatro voluntarias participan en este servicio, y durante 20 años, Olga ha estado a cargo del centro y se ha sentido evangelizada por quienes acuden al grupo.
“Las personas que nos acompañan vienen de lejos y en camión, algunos con andador, otros con bastón. San Vicente decía que los pobres nos evangelizan y es verdad. Nosotras a veces nos quejamos y andamos en carro y a ellos los vemos entregados al grupo”, dijo emocionada.
Apoyo invaluable
Centro Casa Vicentina también ha ofrecido algún apoyo económico a los integrantes que lo necesitan, aunque también los motivan a ayudar.
“Nos pidieron ayuda para un asilo. Los hemos motivado para que ellos también apoyen, que se den cuenta que hay gente más necesitada que ellos. Los adultos mayores necesitan mucho de nosotros. San Vicente decía que hay pobres vergonzantes, aquellos que tuvieron y ahora ya no tienen. Pedimos a las mismas familias que no abandonen a sus adultos mayores”, expresó.
Olga tiene 30 años como voluntaria vicentina y siempre se he dedicado a atender a personas de la tercera edad.
“Ahorita el grupo está más flojito, tenemos de 12 a 14 personas, pero hemos tenido muchas más, algunas han fallecido. Cuando iniciamos nuestro servicio, nuestra principal promoción fue en Periódico Presencia”, recordó Olga, para luego invitar a todos los adultos de tercera edad que desee integrarse, a que acudan y conozcan el grupo.
“Aquí se van a encontrar a Jesús, a nuestro Señor, porque nuestra principal misión es evangelizar y van a encontrar formación. Aunque se piense que es una edad de vida avanzada siempre hay algo que aprender. Van a conocer a San Vicente y tendrán momentos de diversión”, motivó Olga.
Los adultos mayores que deseen integrarse pueden acudir los miércoles de 10:00 a 12:00 a la Casa Vicentina ubicada en la calle Saltillo 1480, colonia Melchor Ocampo o llamar al teléfono 616 8536.
En Jesús El Salvador
Próximo a cumplir 10 años, el grupo de tercera edad de la parroquia Jesús El Salvador es otros de los servicios que ofrecen Voluntarias Vicentinas. Cuenta con 25 a 30 asistentes, quienes reciben un curso llamado “Hacia una vejez deseable y exitosa”.
“Iniciamos con la Lectio Divina, un poco de espiritualidad, hacemos lectura de la historia de algún santo, y después de 45 minutos de espiritualidad, nos bajamos al mundo. Tenemos artistas, una canta, una declama, y al final tenemos también baile. Tuvimos una maestra de baile que ya se retiró, pero continuamos con nuestro espacio de baile”, compartió Laura Vázquez de Varela, coordinadora.
La reunión de este grupo se realiza los jueves de 10 de la mañana a 12 del mediodía.
“A las 12 rezamos el Ángelus, y al final nos damos un abrazo. Se dice que con 12 abrazos al día se recibe energía positiva”, dijo Laura.
Compartió que también realizan días de campo e incluso viajes.
“También trabajamos y cooperamos para la Iglesia. Trabajamos en la kermés de aniversario de la parroquia y en la de septiembre. También hacemos venta de “cositas”, para apoyar a la parroquia. Nuestro párroco nos celebra una misa cada tres meses donde asistimos todos y comulgamos”, finalizó.