El sacerdote de la Diócesis de Nuevo Casas Grandes estuvo en la parroquia San Judas Tadeo de Ciudad Juárez
Ana María Ibarra
Rosario en mano, arrodillado ante el altar del templo parroquial San Judas Tadeo, el padre Jefferson Alexander Erazo, de origen ecuatoriano, pero perteneciente a la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, guió el rezo del Santo Rosario con peticiones de sanación
Fue el pasado 7 de junio cuando, pidiendo el auxilio de María Santísima, más de cien fieles oraron por la sanación de los enfermos. Entre los asistentes destacó un grupo de varones del Movimiento ACTS y sus familias.
Por enfermos y quienes los cuidan
En cada misterio el padre Erazo presentó una intención especial por la sanación física, emocional y espiritual de quienes se encontraban en el recinto, o bien, estos trajeron a su memoria a sus familiares enfermos.
“Dios no acepta la enfermedad en el ser humano, pero invita al creyente a confiar. Dios quiere purificarnos en el dolor de Jesús, pero también en el enfermo. Si hay enfermedad física pongan su dolor con Jesucristo. Oremos también por los que no saben que están enfermos”, invitó el sacerdote.
Para complementar la oración, entre cada misterio el coro de varones de ACTS entonó bellas melodías dirigidas a la Santísima Virgen María, dejando sentir su amor a la Madre de Jesús y de la Iglesia.
Durante el rezo, el sacerdote pidió también por los cuidadores de enfermos, pidiendo la fortaleza de Dios en su arduo servicio.
Finalmente, el padre Alexander invitó a los fieles a dejar en manos de Dios sus angustias, sus dolores, sus tristezas y ataduras, con la confianza de que Él las aliviará.
Ser salud para otros
Para continuar con la oración de sanación, el padre Erazo presidió la Eucaristía, acompañado del padre René Acosta, vicario de San Judas Tadeo.
“Ponemos en manos de Dios nuestras vidas, vamos a dejársela a Él. Él es el que sabe, el que conoce lo que necesitamos. Hemos venido con el Señor Dios, suelta tu vida y dile: hágase tu voluntad”.
El sacerdote pidió a los presentes vivir intensamente ese momento de sanación.
En su homilía, el padre Erazo hizo referencia al virus de Covid19 mismo que, dijo, ataca el sistema inmunológico, por lo que hay que estar fortalecidos.
“El cuerpo debe estar fuerte para lo que viene. Si pongo cosas positivas lo va a recibir mi cuerpo. Por eso, debemos tener en cuenta que las cosas mentales, emocionales y espirituales que no se ven en la biología, pueden fortalecer o debilitar el sistema inmunológico”.
Así pues, agregó que la vida del cristiano debe estar fincada sobre Jesús, roca firme, para estar firme también.
“El Señor nos invita a ser salud para los otros. Dice: sean sal de la tierra, es decir, sean salud. Dios nos invita a ser medicina. También el enfermo está invitado a ser sal de la tierra”.
En la celebración, mientras el padre Alexander oraba, el padre René caminó con el Santísimo por el recinto, llevando a Jesús hacia los fieles quienes pidieron sanación para ellos y sus enfermos.