Ana M. Ibarra
Ante la incertidumbre y desafíos que se viven, y como un medio para sembrar esperanza, el obispo don J. Guadalupe Torres celebró una misa el jueves 23 de enero, en la capilla de la Casa de Ejercicios, contigua a la Casa del Migrante.
Junto al padre Francisco Bueno, director de la obra, el obispo se hizo presente en medio de quienes viven angustia ante el nuevo panorama, muchos de quienes tienen más de un año de espera, desde que salieron de su lugar de origen.
Orar por migrantes
“La Intención es unirnos en oración por los migrantes que se han visto afectados por el cierre del CBP ONE y otras situaciones. Pedimos por las autoridades para que Dios les inspire la bondad”, expresó el obispo al inicio de la misa.
En su homilía resaltó el Salmo: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
“También se aplica a mí, a gobiernos, todos que estamos llamados a cumplir la voluntad de Dios. No como resignación, sino como liberación. Lo que me pide Dios es hacer el bien. Así como Cristo entregó su vida por los demás, así también nosotros”, señaló.
El obispo hizo referencia a las situaciones dramáticas que se viven en el mundo.
“En el caso de ustedes, hermanos migrantes, salir de su casa, caminar buscando la seguridad, trabajo. El texto del Salmo nos invita a un compromiso en esos cuatro verbos que ha dado el papa: acoger, promover, integrar y proteger”, comentó.
Y añadió: “Todo el anhelo, toda ilusión de ustedes es llegar, encontrar un espacio, un trabajo, pero esos planes se ven truncados, amenazados por políticas de gobierno injustas”.
Interpelados ante realidad
Refirió que en México debe haber, de parte de las autoridades y sociedad, acciones de amor y esperanza.
“Oramos para pedir a Jesús que nos conforte, que nos proteja, que ablande corazones. Es un reto muy fuerte y el Señor hoy nos interpela”.
Pidió a Dios que toque los corazones de las autoridades para que sus leyes sean justas, respeten los derechos humanos, y para que Ciudad Juárez sea una estancia segura y tranquila para los migrantes.
Por su parte, el padre Francisco expresó:
“Seguiremos con estas expresiones de fe. Sepan que vamos a estar luchando por sus derechos y que su dignidad nunca se vea violentada de ninguna manera”.
Reciben bendición
Fortalecidos en la fe y en la esperanza, las familias recibieron la bendición del obispo al final de la misa. Entre ellos estaban Wilnifer y Oswal, procedentes de Venezuela, quienes llegaron a Chiapas en octubre pasado, con sus hijos de 8 y 6 años. Ese mismo día tramitaron su cita para solicitar asilo político en Estados Unidos.
El 3 de enero recibieron el correo donde se les aprobaba su cita para el 22 de enero por lo que decidieron venir a Ciudad Juárez y esperar la fecha señalada. Llegaron a la Casa del Migrante el 17 de enero.
“Veníamos con la cita aprobada para el 22 de enero y el 20 en la tarde nos llegó el correo de cancelación”, compartió Wilnifer.
Tristeza y decepción vivió la pareja, quienes, dada la situación en su país, deseaban dar a sus hijos mejores oportunidades de vida.
“Después de tanto esfuerzo, es que como si te quitan el sueño de la mano, cuando ya casi lo tenías”, lamentaron.
Como pareja han decidido esperar en territorio mexicano, confiando en que su situación cambie y puedan tener la oportunidad del asilo solicitado.
“Queremos decir a los ciudadanos mexicanos que no todos somos malos y pedirles que haya más amor. Hoy estamos pasando por esta situación nosotros, mañana puede ser cualquiera. A Estados Unidos le pedimos que nos abran la puerta, venimos a trabajar, a hacer bien tanto para el país como para nosotros mismos”, pidieron.