Al concluir la Marcha por la familia, el contingente de fieles católicos caminó en procesión hacia El Punto, donde se unieron a la misa de los obispos fronterizos.
Con dos intenciones en el corazón, miles de personas se reunieron en El Punto para celebrar la Eucaristía y ofrecerla por los migrantes y la familia.
La misa fue la unión de dos eventos diocesanos: la reunión de los obispos Tex Mex y la marcha por la familia.
“Ofrecemos esta Eucaristía por todos los migrantes y todos los que tengan que ver con ellos. También por la familia, para que el Señor resucitado y vivo en medio de nosotros nos guie con amor y misericordia”, dijo el obispo al iniciar la celebración donde presentó a los 14 obispos que junto con él presidieron la misa.
Homilía
En su homilía, don José Guadalupe resaltó la invitación que especialmente ese día el Señor hizo a su pueblo a través de dos acontecimientos importantes.
“Este fin de semana estamos viviendo acontecimientos muy importantes: nos hemos estado reuniendo los obispos Tex Mex, Texas-México, para revisar nuestros trabajos pastorales en torno a los migrantes. Se ha hecho una hermosa marcha festiva por la familia, un gran número de fieles han marchado. Gracias por su valentía”, expresó el obispo.
El obispo resaltó que no se puede permanecer indiferente a la voz de Dios que, dijo, sigue hablando a su pueblo y lo invita a levantarse para proteger a la familia.
“Hoy también el Señor se nos manifiesta y, a ti, a mí, a nosotros los obispos, sacerdotes religiosas, fieles laicos nos dice: levántate, toma a tu familia, toma a la humanidad, toma a tu hermano, toma al migrante, cuídalo, protégelo, sálvalo, abrázalo, te encargo que lo custodies”.
Agregó que tampoco se puede ser un pueblo que permanezca en la indiferencia ante el dolor, ante la muerte, la pobreza, la injusticia que se comete contra la familia, contra el matrimonio y contra los migrantes.
“Como san José hoy queremos con esta Eucaristía responder al Señor. Me levanto, cuidaré de aquel que tú me confías. Debemos dar a gracias a Dios porque nos invita a servirlo a través de nuestros hermanos, pero con alegría”.
Entregan cruces
Bendecidas por el Papa Francisco durante su visita a la diócesis, tres cruces, réplicas de la cruz colocada en la orilla del Río Bravo, en la frontera, fueron entregadas a los obispos de las Diócesis de Ciudad Juárez, El Paso y Las Cruces.
“Estas cruces son símbolo de fortaleza, distintas, pero unidas en la oración va más allá de cualquier frontera”, dijo el padre Javier Calvillo, coordinador de dimensión de movilidad humana en la Diócesis de Ciudad Juárez.
Las cruces fueron entregadas a los obispos por huéspedes de la Casa del Migrante y con gusto los prelados las recibieron y las elevaron para que la comunidad reunida las pudiera apreciar.
Con un saludo fraterno, los obispos se despidieron de los migrantes ahí presentes, quienes representaron el rostro de tantos hombres, mujeres, niñas y niños que cruzan la frontera en su intento por tener una vida mejor para sí mismos y para sus familias.
Con el mismo fervor con el que iniciaron la Eucaristía, los fieles ahí reunidos recibieron la bendición de los obispos y cantaron alegres el canto de Salida, entonado por la Coral San Antonio de Padua.