¿Quién defiende la muerte de forma alegre y feliz? ¿Quién puede defender la muerte así?… por eso los católicos tenemos que llevar la gran alegría de la vida…
Presencia
Seguimos reflexionando temas que se presentaron en el Segundo Congreso Binacional por la Vida y por la Familia el pasado sábado 29 de abril en Ciudad Juárez y El Paso. Presentamos las explicaciones que nos dieron algunos de los expositores en preguntas específicas que les hicimos para que nos compartan su experiencia en estos temas relacionados con la familia y la vida.
Instrumento de ayuda
Ya en nuestra pasada edición abordamos el tema “Relaciones pre matrimoniales” y hoy es turno del tema “aborto”, en el que participan tres conferencistas, una de ellas habló a la audiencia congregada en El Paso Texas, Stephanie Gray, quien es una reconocida activista provida en Estados Unidos.
El panel pretende ser instrumento de ayuda para comprender cómo se entiende y atiende hoy el problema del aborto
- ¿Cuales son los engaños y estrategias para legalizar el aborto y cómo desenmascararlos?
Responde Stephanie Gray/ Activista pro vida en EU
Los impulsores del aborto aún sostienen que el bebé en el vientre no es una persona humana como tú o como yo, y llevan a las personas a creer que necesita un desarrollo para que pueda ser considerado un ser humano. Por eso quienes somos pro vida debemos enfocarnos mucho en los hechos del desarrollo pre natal, en lo que realmente es el bebé, que por sus condiciones y características es un humano, porque sus padres son humanos, y por eso debe ser considerado una persona humana.
El otro tipo de argumento que utilizan y difunden las personas pro aborto es que, inclusive si el bebé (en el vientre) es una persona, no tiene derecho a usar el cuerpo de la madre, como si estuviera usando un riñón de la madre. Pero hay una gran diferencia entre un riñón y el útero de la madre. Un niño nacido no puede reclamar el derecho de usar el riñón de la madre, por ejemplo si necesita un transplante de riñón, por que el riñón existe para la persona que lo posee. Pero el caso del útero es distinto, porque la verdadera naturaleza del útero es que es para la siguiente generación. Entonces podemos decir que la madre tiene el deber de proveer o prestar su útero para el bebé.
- El aborto legal ¿avanza o retrocede en México?, ¿Cuál es la situación actual y qué se hace para enfrentarla?
Responde: Cecilia Rodríguez/ Vida Humana Internacional/ conferencista
El aborto está empoderándose cada vez más. Para que esto suceda requiere de un tiempo de Cultura de muerte, estar estableciéndose mediáticamente, educativamente, en el aspecto de salud. Y todos estos ámbitos han sido fortalecidos a lo largo de 12-15 años, en 10 años que el aborto se hizo legal en la Ciudad de México y ha ido avanzando a través de unas normas de salud que fueron puestas un poco al margen, pero que con las políticas de México que se activó otra vez gracias al presidente Trump. Lo que pasó fue que se reanudó el debate en cuanto al aspecto de (aborto en caso de) violación. La norma 046 tomó fuerza y se empezó a posicionar como un derecho de la mujer violada, el acceder a un aborto legal, seguro y gratuito. Empezó a pasarse la idea a través de organizaciones feministas abortistas y la Suprema Corte de Justicia que está estableciendo un derecho de los Estados a ejercer este servicio mal llamado de “salud reproductiva y sexual”. Entonces ahorita tenemos una fuerza mediática que va a empezar hacer presión también a nivel legislativo.
El 24 de abril, aniversario de la legalización del aborto en el Distrito Federal (Ciudad de México), hubo un debate en las legislaturas, pero sólo quedó en eso, no se amplió. Seguimos teniendo presencia a nivel nacional de la defensa de la vida y mientras hagamos una contraparte pienso que va a tardar a llegar la legalización, aunque no creo que se detenga. Defender la vida es una política necesaria y no creo que se detenga.
- ¿Cómo los católicos podemos ser pro vida en una cultura laicisista y pro muerte? ¿Cuáles consejos prácticos daría?
Responde: Alejandro Bermúdez/ Periodista católico/ director ACI Prensa y EWTN
Nosotros estamos en medio de lo que el papa llama una Cultura del descarte. En general estamos acostumbrados a que adquirimos lo que nos gusta y descartamos lo que nos incomoda, rápidamente. Esto ha creado una mentalidad frente a la vida también, entonces mientras en nuestros países todavía existe una gran sensibilidad para el niño no nacido, amamos todavía a los bebés, nos gusta que los bebés vengan al mundo, existen muchos ambientes, especialmente entre las élites culturales y políticas, la convicción de que hay formas de vida humana que resultan incómodas y que en consecuencia hay que descartarlas: el niño no nacido que no estaba esperado, el niño no nacido que mostraba defectos, el anciano que ya está mayor y se acerca al momento de su muerte… surge esta cultura del descarte y eso hace que los que somos Pro vida, los que defendemos el derecho a la vida, nos enfrentemos con una cultura cada vez mas hostil. Pero eso es lo que debe convencernos de que debemos ser todavía más firmes, más valientes, más enérgicos, porque lo que estamos defendiendo es la verdad. La defensa de la vida es un derecho inalienable, sin el cual la cultura en el mundo entra en decadencia y es el ocaso de la humanidad.
Nosotros los católicos tenemos que ser dos cosas muy importantes: en primer lugar, muy valientes, no dejarnos intimidar por las fuerzas antivida. Las fuerzas antivida tienen muchas veces el poder político, el poder cultural y tienen también recursos económicos, recursos materiales, porque las organizaciones antivida son muy poderosas. Pero lo más importante, creo yo, es tener una gran alegría, porque la vida es hermosa. ¿Quién defiende la muerte de forma alegre y feliz? ¿Quién puede defender la muerte así?… ellos están en el lado equivocado de la Historia y de la Cultura. En consecuencia, nosotros tenemos que llevar la gran alegría de la vida y del evangelio de la vida a los demás y creo que esa va a ser la principal herramienta con la que podemos contar los católicos.
Todo depende de dónde ponemos los ojos y la atención. Si ponemos los ojos y la atención en los enemigos, entonces nos vamos a dejar intimidar y vamos a tener miedo. Si ponemos los ojos en el Señor al que servimos y en la causa que servimos, no va a haber nada que nos detenga. Los grandes mártires, pienso en san Agustín Pro, o en el beato Anacleto González, no miraban las fuerzas ni las armas que los rodeaban, sino que miraban a quien servían y la causa que servían. Ése es el gran secreto.